sábado, 8 de septiembre de 2018

Carlos Rodríguez Braun y la conspiración argentina

–Pide otras dos. Voy a explicarte mi teoría.

–Me parece descabellada. No tienes ninguna prueba.

–Sí, es cierto. No tengo ningún documento, nada que lo demuestre, pero te convenceré de que tengo razón.

–Adelante.

–Debió ocurrir hacia los años cincuenta o sesenta. Tal vez los conjurados se reunieran en una pulquería. No lo sé. Tampoco entiendo los motivos, aunque quizá te exponga una teoría más adelante. El caso es que los conspiradores se confabularon para destruir nuestro país. Está claro. Desde entonces, fueron llegando en oleadas. Mario Muchnik, Enrique Bacigalupo, Ernesto Ekaizer, Bigote Arrocet fueron los primeros.

–A mi mujer le gusta leer a Ernesto Ekaizer.

–Siguieron otros: Silvia Adela Kohan, Carlos Vitale…

–No sé quiénes son.

–Argentinos. Son argentinos.

–Si tú lo dices.

–La última oleada es la más peligrosa: Pablo Echenique, Gerardo Pisarello, Albano Dante Fachin, Daniel Eduardo Geffner, Graciela Ferrer…

–¿Daniel Eduardo Geffner? ¿Graciela Ferrer?

–Sí.

–No sé quiénes son.

–Déjame que termine. La lista es interminable. Carlos Salem, Marcelo Luján, Andrés Neuman…

–La mayoría de esos nombres no me dice nada.

–Son argentinos.

–Carlos Rodríguez Braun también es argentino, ¿no?

–Sí, el más intrigante de todos. Creo que muchos españoles estábamos empezando a sospechar y fue por eso por lo que trajeron a Rodríguez Braun, alguien aparentemente sensato, inteligente, juicioso. Probablemente sea el más peligroso de todos.

Microrrelato escrito para el Viernes Creativo de Elbicnaranja.wordpress.com