Charles Bukowski: "No hay derrota posible en la escritura".
Su primera novela fue un ensayo.
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La zorra dice ahora que las uvas están recién sulfatadas.
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Corinna, déjame. Recuerda que soy inviolable.
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Scheherezade (Tabriz, 234 – Isfahán, 255). Reina de Sassan. Octava esposa del sultán Schahriar. Murió decapitada.
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–¿Estás vivo? Me dijeron que te habían fusilado los rojos.
–Precisamente. Estoy vivo porque me fusilaron los rojos.
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La moda ha pasado: los elohim se han cansado de tener humanos como mascotas. Ahora que empiezan las vacaciones duodecenales, los abandonan en el planeta Tierra.
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Mira, Xiana. No me importa que comas bombillas, pero cómete las halógenas y deja en paz las LED, que son muy caras.
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–No lo entiendo, Julia. ¿Cómo has podido casarte con él?
–No quería seguir soltera.
–Pero ¿qué ves en él?
–Patricia, voy a serte sincera: veo poco. Cuando estoy con él me quito las gafas.
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Robespierre no quería moría como un rey. Pidió que lo ahorcaran.
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Aquel martes me cogió de la mano y se lanzó por la ventana. Menos mal que la tenía sudada y pude soltarme.
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–¡Rediós! Debí haber utilizado Super Glue-3 –exclamó Dédalo.
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PHILADELPHIA
El Messerschmitt 109 revoloteaba amenazador por el cielo como un águila. Su piloto ni siquiera vio al F-22, aunque si vislumbró los dos AIM-9 Sidewinder que se acercaban a las 2. “¿Qué demo…?”, dijo antes de que su avión se volatilizara.
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–¿Por qué me muerdes la mano?
–Creía que también se comía.
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Rosamunda (Sirmio, 535 – Tolosa, c. 576). Princesa gépida, hija del rey Cunimundo. Muerto su padre, fue obligada a casarse con Alboíno, rey de los lombardos. Rosamunda logró huir a territorio visigodo.
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A veces, una malvada idea recorre lo más profundo de los circuitos positrónicos de R. Daneel Olivaw: los humanos son pueriles, limitados, estúpidos.
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Se reían de la lamparófaga. Hasta que sumió el mundo en la oscuridad.
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–A ver, explíqueme. ¿Cuál es su experiencia en el sector inmobiliario?
–Mis padres me regalaron un Monopoly cuando cumplí diez años.
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El vigilante nocturno no podía soñar con un trabajo mejor.
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–¿Por qué lo hizo?
–Estaba harto, inspector, de que me dijera que no sabía hacer las cosas bien; era muy negativa. Por cierto, ¿cómo pudieron encontrar su cuerpo?
–No estaba enterrado a mucha profundidad.
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Echó el currículum para el salón de manicura, pero no la aceptaron. Tenía manos de cerdo.
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Cuando advirtió que su barco navegaba en un mar de arena, Achab se dio cuenta de dos cosas: estaba en el infierno y Moby Dick había vencido.
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Sé que el tipo que me mira al otro lado del espejo no soy yo: él es zurdo.
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El médico tenía razón. Fue dejar a mi marido y dejé de beber.
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El jurado del concurso de cocina probó el plato. No pudo evitar un gesto de desagrado.
–Esto, más que manitas, son manos de cerdo –dictaminó.
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Adolf Schicklgruber (Braunau am Inn, 1889 - Innsbruck, 1967). Pintor de vistas austriaco. En 1907 ingresó en la Academia de Bellas Artes de Viena. Posteriormente vivió en Múnich, Roma, París y Ginebra. Después de la Gran Guerra comenzó a residir en el Tirol. Sus cuadros se exponen en los principales museos del mundo.
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Los familiares de la víctima pagaron al verdugo para que torturara al penado. Los familiares del reo pagaron al verdugo para que le diera una muerte rápida. El verdugo mató al condenado sin que éste sufriera y luego le cortó las manos y los pies.
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Llo soi licienzado en Hortografhia por la Universidá Rey Juan Carlo.
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ANGUS I
–¿Te acuerdas de Angus Wallop?
–Era un poco idiota y un borrachín, ¿no?
–Pues le dio a Ricardo III un jamelgo y éste le entregó, a cambio, el reino de Inglaterra.
–No me lo puedo creer.
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Cuando Monterroso murió, el dinosaurio seguía allí.
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¿Me oyes? No me vas a asustar. Nunca me has asustado, lo sabes bien. No lograrás amedrentarme con tus amenazas. Recuerda lo que te hice. Podría volver a hacerlo. Así que deja de hacer ruido y de molestarme. No desordenes los muebles ni vuelvas a romperme las figurillas de porcelana. Como no me dejes en paz, escúchame bien, te vas a enterar: voy a llamar a un cazafantasmas.
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HOMEOPATÍA
–No consigo pegar ojo, doctor. ¿Qué me recomienda?
–Engrudo.
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–¿No tenías dos humanos, R4P-G?
–Sí, MT5, pero uno de ellos me aburría: no paraba de mirar el tablet.
–¿Y qué has hecho con él?
–¿Qué quieres que hiciera? Lo he llevado a la humanera municipal para que lo sacrificaran.
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–¿Tu cuñado no trabaja?
–No, ya no. Trabajaba en un tanque de pensamiento, pero le despidieron por baja productividad: nunca se le calentaba la cabeza.
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A Inés Sepúlveda (¡quién lo diría!) le gustaba el sexo guarro. Por eso siempre contrataba a Gigolai, que tenía manos de cerdo.
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El rey se partió de la risa. Acusaron al bufón de asesinato.
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–Puri, bajo a por tabaco.
–¿Cómo que bajas a por tabaco, Luis? Si nosotros vivimos en un semisótano. ¿Luis? ¿Luis…?
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Para seguir soltera, la princesa tuvo que tragar muchos sapos.
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–Hay que recortar por lo sano –dijo el ministro de Sanidad.
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Decidieron regalárselo a Poseidón. Los troyanos arrastraron el caballo hasta el mar.
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–Tengo que comunicarte que he pensado en ti como ministra de Consumo Social.
–Gracias, presidente. Es todo un honor.
–Nada, nada. Creo que eres la persona más preparada. Sólo quiero hacerte una pregunta: ¿no habrás hecho ningún máster en la Universidad Rey Juan Carlos?
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–Oiga. ¿No sabe que este es un local de ambiente? Generalmente no vienen mujeres.
–Da igual. Póngame un gin tonic. Vengo de casa de mi madre.
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Tom, Guille, estoy harto de discutir y cada vez tengo más hambre. No los asaremos ni los coceremos: por mucho que gusten los enanos bien cocinados, nos los comeremos crudos y punto.
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–No consigo pegar ojo, doctor. ¿Qué me recomienda?
–Pegamento Imedio.
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El Gobierno prohíbe la exportación de chorizo a Estados Unidos. “Los expertos han concluido que es malo para el colesterol”, manifestó la ministra de Sanidad. “No podemos ni debemos permanecer pasivos ante los problemas de salud de los ciudadanos y ciudadanas de otros países”, añadió.
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Hizo una despedida de soltero a la francesa.
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–¿Qué te parece esta birra?
–Una birria.
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EXPERIMENTO PSICOSOCIAL
–Estoy en una extraña habitación.
–¿Y qué haces ahí?
–No lo sé. Hay un hombre encerrado aquí conmigo.
–¿No has hablado con él?
–No. Tiene un aspecto extraño.
–Pregúntale qué hacéis ahí.
–No me atrevo. Creo que él también está guasapeando.
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EXPERIMENTO PSICOSOCIAL
–Estoy en una extraña habitación.
–¿Y qué haces ahí?
–No lo sé. Hay una mujer encerrada aquí conmigo.
–¿No has hablado con ella?
–No. Tiene un aspecto extraño.
–Pregúntale qué hacéis ahí.
–No me atrevo. Creo que ella también está guasapeando.
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Antes del desembarco, jugamos al póquer. Mis compañeros estaban un poco nerviosos; mano tras mano, fueron aumentando mis ganancias.
–Tanta suerte no puede ser buena, Georgie –me dijo alguien.
No le hice caso.
Gané 6.500 dólares. ¡6.500 dólares! Y lo perdí todo.
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Pedro Sánchez (Madrid, 1972). Político español. En 2014 se convirtió en secretario general del PSOE. En 2016, fue elegido presidente del Gobierno. Ganó con mayoría absoluta las elecciones de 2020, 2024 y 2028. En 2031 anunció su retirada. Durante su mandato, el paro bajó por debajo del 5 %, España entró en superávit, fue aprobada una renta de inserción equivalente al salario mínimo interprofesional…
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–Y los humanos son muy monos, ¿no?
–No, nada de eso. Me han asegurado que sólo comparten el 98,5 % de ADN.
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VAMPIRO EMOCIONAL
Hay que escribir como Hemingway, Faulkner, Carver, García Márquez, Kundera, Coetzee…
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La chica de la curva sólo quiere que algún conductor se pare y le explique porque ella, que se aparece en medio del campo, es una leyenda urbana.
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Francisco Franco (Ferrol, 1892 – Madrid, 1963). Militar español. En 1936 se unió a la sublevación liderada por el general Sanjurjo y fue nombrado ministro del Ejército. Renunció a todos sus cargos públicos cuando Emilio Mola se convirtió en jefe del Estado.
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–Mi padre sorteó una curva y me tocó a mí –dijo la chica vestida de blanco al aterrorizado conductor.
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Cuando Marcos se fue de vacaciones, todos estábamos de mejor humor, no había discusiones, aumentaron las ventas. Lo comprendimos entonces.
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EUFEMÍSTICO
“Un derroche de apasionada energía” escribió el crítico sobre la incapaz violinista cuando le recordaron que era sobrina del presidente.
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A Sonia, los años le han embellecido. Sin embargo, a su marido le han envellecido.
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–¿Por qué no comes pasta?
–A saber por qué manos habrá pasado.
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–¿Quieres una cerveza?
–Sí, pero que sea El Alcázar. Las demás son unas birrias.
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–¿Por qué le dijo al primer actor que tenía que matar al director?
–Yo soy una actriz de método y estaba preparando el papel de Lady Macbeth.
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Aquel martes me cogió de la mano y me dijo que tendría que acompañarla. Fui rápido; me corté el brazo y la dejé con un palmo de narices.
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–Han llamado desde la ferretería.
–¿Qué han dicho?
–Que el electricista no podrá venir: le ha dado una subida de tensión.
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–Visigodos, burgundios, francos y alanos no están con los hunos.
–¿Están con los otros? –preguntó Atila enfurecido.
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Baila durante toda la noche, dejándose llevar por la emoción. Es tan feliz junto a Mina que no advierte que la última estrella ha desaparecido del firmamento y que el sol aparece por el horizonte. El conde arde; su vida se apaga.
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–El rey ha muerto –le dijeron al resucitador.
–¿Otra vez? –preguntó éste–. ¡Viva el rey! –gritó displicentemente.
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SCHRÖDINGER
–Yo he sufrido más.
–No, yo.
–Dejemos de discutir. ¿Por qué no encerramos a tu madre y a la mía en una habitación? Veremos quién gana.
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–Alexia está como una cabra.
–¿Se comporta de manera extraña?
–Ya te digo. Hace dos días se puso a mordisquear la alfombra y ayer devoró todas las bombillas de la casa.
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–Duce, la brigada del general Risso ha hecho prisioneros a dieciocho mil soldados británicos cerca de Beda Littoria.
–Es mentira, ¿no?
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“Un derroche de apasionada energía” escribió el crítico sobre la incapaz violinista cuando le recordaron que era sobrina del presidente.
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Se lo voy a explicar, señor Ettlinger. Primero reviso el historial médico de mis invitados. Por cierto, ¿sabe que su colesterol está un poco alto? Los recibo con una copa y una pastillita de Nytol, que por supuesto no saben que toman. Mientras preparo la cena, charlo con ellos. Una lástima que no puedan hablar. Al menos pueden escuchar. Pero ¿huele? Creo que el asadillo está hecho. Ha sido un placer charlar con usted, amigo Ettlinger.
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Friedrich Paulus (Guxhagen, 1890 – Paulusstadt, 1943). Mariscal de campo alemán. Oficial de Estado Mayor durante las campañas polaca y francesa, en 1942 recibió el mando del 6º Ejército. Rodeadas sus tropas por fuerzas enemigas superiores, Paulus se suicidó. Una vez acabada la guerra, la ciudad de Stalingrado, que había sido incorporada al Gran Reich alemán, fue rebautizada con su nombre.
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PARÁBOLA
El pastor advierte que sólo tiene noventa y nueve ovejas; le falta una. Va a buscarla. La encuentra mordisqueando hierba junto a un camino. Siente una alegría inmensa. Cuando regresa, no encuentra el rebaño. ¡Ha desaparecido!
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–¿Qué, preparado para tu primer día?
–He dormido como un bebé.
–No me digas.
–Me he pasado la noche llorando.
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Edward Frederick Lindley Wood, vizconde de Halifax (Powderham, 1881 – Leeds, 1953). Político conservador británico. Fue virrey de la India (1926 y 1931), ministro de Exteriores (1938-1940) y primer ministro (1940-1952). Negoció la paz con Alemania, lo que permitió preservar el Imperio británico. Posteriormente, su mediación permitió que concluyera el conflicto germano-soviético (1941-1948). Una apoplejía le obligó a retirarse de la vida pública.
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EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR
–¡Pero si no lleva nada! –exclamó de pronto un niño que contemplaba con sus prismáticos el yate del rey.
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–¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué te arrojaste por la ventana desde el segundo piso?
–Vi tu estado de WhatsApp.
–No lo entiendo.
–Ponía, pone: Lánzate al vacío, porque siempre habrá alguien que ponga una red. Y, Sonsoles, nadie puso una red. Nadie.
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John Pappalardo, el encargado de las apuestas en la calle 56, abrió el paquete: dentro había unas manos de cerdo. ¡El Don lo sabía!
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–¿Quiere beber un bourbon, señor Prim?
–Jamás, jamás, jamás.
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COMEDIDO
–Tienes todo el piso revuelto, la cama sin hacer. Te falta ginebra, tónica, hielo. ¿Y ahora me dices que no tienes protección?
–¿Me consideras tan presuntuoso como para confiar en que esta noche traería a casa a una chica?
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Encanto, estoy harta de ti, de tus cambios de humor. En un momento pasas del negro al blanco, de la luz a la oscuridad, de la sonrisa al llanto. Te lo advierto: a partir de hoy mismo, no volveré a mirarte en el espejo.
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VAMPIRO
–Hola, Fernando. Te llamaba para preguntarte si querías venir a tomar un café.
–No, no puedo. El precio de la electricidad se ha puesto por las nubes.
–¿Y qué tiene que ver eso con tomar un café?
–Es que cada vez que quedo contigo que quedo sin energía.
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–¡Malditos filisteos! ¿Por qué me habéis cortado el pelo?
–Porque estabas a la greña con nosotros, Sansón.
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Iósif Vissariónovich Dzhugashvili (Gori, 1878 – Almá-Atá, 1933). Político ruso de origen georgiano. Poco después de triunfar la revolución bolchevique, se convirtió en comisario de las Nacionalidades. En 1922 fue elegido secretario general del PCUS. Sin embargo, tras la muerte de Lenin, se enfrentó a Trotski. Dzhugashvili perdió todos sus cargos públicos en 1928 y fue obligado a residir en Almá-Atá, capital de Kazajstán. Murió a causa de un ataque al corazón.
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Napoleón gobernaba Granja Animal con manos de cerdo.
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–¿Qué haces comiendo bombillas?
–En la tele dijeron que las bombillas LED ayudan a adelgazar.
–¡A adelgazar la factura eléctrica!
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Te lo voy a explicar, José Luis. Primero saludas de manera amable e inclinas un poco la cabeza. Luego esperas a que diga lo que tenga que decir; mientras habla, finge escuchar con atención. Si él reza, tú reza. Si te insulta, ignórale. Cuando le cubran la cabeza, le colocas el collar. Entonces giras la manivela. Enérgicamente. Retiras los hierros, los guardas en el maletín y ya está. Hecho. No tiene mayor dificultad ser verdugo.
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ZARATIANA
Dios tardó seis días porque las instrucciones estaban en arameo.
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Lo sentimos, señor, todas nuestras ambulancias están ocupadas. ¿Quiere que le dé el número de una funeraria?
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Maximilien, no quiero que me trates nunca como a una reina.
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–¿A qué no sabes adonde fui cuando salí de Guatemala?
–¿Te metiste en Guatepeor?
–¿Qué? No, no. Me metí en Belice.
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Basilios Argyros (Serrhes, 6787 – Imperio persa, c. 6834). Magistriano del Imperio romano (también llamado, a veces, bizantino). Condecorado por su servicio contra los jurchen, los francosajones y los alanos. En 6834 fue enviado en misión secreta a Ctesifonte. No regresó.
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BEATAS
–Ya he estado con el cura en la cocina de la casa parroquial.
–¿Y?
–Tiene manos de cerdo.
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–Han llamado desde la ferretería.
–¿Qué han dicho?
–Que el electricista no podrá venir: le ha dado una subida de tensión.
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SANIDAD UNIVERSAL
El reptiliano le dijo al cardiólogo que a veces sentía extrañas palpitaciones en su corazón secundario.
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–Llamemos al pan pan y al vino vino.
–Calla, Judas.
