lunes, 2 de septiembre de 2019

Papelera

Charles Bukowski: “Me voy con las moscas del verano,/ a ver si me pilláis”.

Cuando llegó al infierno, se arrepintió de todos los pecados que no había cometido.
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EL RUIDO DE UN TRUENO
Presentó una hoja de quejas. Quería disparar a un dinosaurio, pero sólo pudo matar una mariposa.
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Pidió la hoja de reclamaciones. Había contratado disparar a un dinosaurio, pero sólo mató una mariposa.
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Quería disparar a un tiranosaurio, pero sólo mató una mariposa. Pidió la hoja de reclamaciones.
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En mi casa hay un fantasma y dos personas que gritan cada vez que me ven.
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Platero es pequeño, peludo, suave. La yegua no pudo resistirse.
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A Apollinaire, el poema le quedó redondo.
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Cuando llegó al infierno, se arrepintió de todos los pecados que había llegado a cometer.
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CALLE MAESTRA, 12 DE AGOSTO
Me ha dicho “buenos días, reina”, y no le he contestao. Llevo dos días sin hablarle.
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Procusto, te necesito.
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Tiene un sueño, el sueño de que la Oficina del Censo no le pregunte nunca más a qué grupo étnico pertenece ni qué fe profesa.
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Se perdía en los preliminares.
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GUERRA DE ALLOZAS
Nos gustaba jugar a la guerra por mucho que en la escuela nos enseñaran que era mala, terrible. Los maestros no sabían que en la vida no había nada más divertido que una batalla de allozas. Sin embargo, desde que un verano apareció el primo de Sergio, las reglas se complicaron. Antes, cuando uno de los bandos se quedaba sin allozas, se acababa rindiendo. Inmediatamente se firmaba la paz. El primo de Sergio decía que había que seguir combatiendo hasta arrojar al enemigo más allá de la frontera de nuestro barrio. Eso creaba problemas, porque los de San Juan no estaban dispuestos a acoger a los zarrapastrosos demandantes de asilo del barrio Trinidad. A veces, el primo de Sergio nos convencía para atacar a allozazos a los del barrio San Juan. “Para volverlos más generosos”, nos decía.
Sé que el primo de Sergio acabó estudiando Derecho. Ejerce como político.
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–¿Eres un procrastinador?
–Te lo diré mañana.
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Hoy le he dicho a mi marido que estoy harta de dormir sola.
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No tengo manos y debo rascarme.
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CALLE MAESTRA, 15 DE AGOSTO
Ese número lo vende la administración porque era el que jugaba un hombre que murió hace muchos años.
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–Eres un gusano.
–No, te equivocas: soy un hombre. Pero, en mi próxima reencarnación, ¿quién sabe? Sí, probablemente.
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Oí que el señor Ferretti gritaba. Entré en la habitación. Estaba todo desordenado.
–¿Qué le pasa?
–¿Quién eres tú? Dime. ¿Quién eres tú?
–Tranquilícese.
–¿Dónde estoy? ¿Qué es todo esto?
–Usted es el señor Ferretti y yo soy Clara.
–¿Ferretti?
–Siéntese, señor Ferretti,
–Sentarme.
–Sí, en esa butaca. Voy a traerle una manzanilla.
–¿Una butaca?
–Ahí.
Comprendí lo que había sucedido: el señor Ferretti había terminado el libro que había estado escribiendo. Me acerqué al ordenador. Allí estaba. Memoria personal. Sin duda todo había comenzado cuando le había dado a guardar. Me quedé un instante sin saber qué hacer. Finalmente, abrí el documento, seleccioné todo y lo borré. Le di a guardar. Envié el documento a la papelera de reciclaje. Iba a vaciarla cuando escuché una voz a mi espalda.
–¿Qué haces, Clara? –me preguntó el señor Ferretti.
–Nada.
–Me duele la cabeza. Creo que estaba escribiendo algo.
–Mejor será que siga mañana, señor Ferretti. Le iba a traer una manzanilla.
–Sí, Clara. Me vendrá bien.
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EL CORTE INGLÉS (LINARES), 16 DE AGOSTO
Cállate que me queda un capítulo y medio. Que ayer Ángel llegó temprano y me quitó la tele.
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Le expulsaron del partido verde. Estaba comiendo maíz tostado peruano.
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El edificio comenzó a arder. El señor Aachen propuso que se desalojara por orden alfabético.
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–¿Qué haces con esa cara?
–Se la quité a un hombre que devoré ayer.
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–Ganarás el pan con el sudor de tu frente.
–¿Pan? ¿Y no podría, de momento, dedicarme simplemente a la caza y la recolección?
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El millonario era un infeliz.
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PRINCIPIO DE INDETERMINACIÓN DE HEISENBERG
Dos políticos –uno de VOX y otro de ERC– se estudian.
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–Ayer te hice una pregunta. ¿Recuerdas?
–Sí, claro. Me preguntaste si era un procrastinador.
–¿Y…?
–Te responderé mañana.
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Si mi padre hubiera utilizado más el látigo conmigo, quizá ahora sería millonario.
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Antes iba a la playa a contemplar a los bañistas y trataba de charlar con alguno. Ahora me conformo con ver en la tele viejas películas de Randolph Scott. Estoy de bajón.
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¿Qué culpa tengo yo de que mis mejores ideas se les hayan ocurrido a otros?
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La puerta se salió de quicio. Una nuez muy dura.
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¡Soy inocente! Quitadme las cadenas. No soy un monstruo antropófago. Como no me liberéis, arrancaré y devoraré vuestros corazones.
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CUARTA GUERRA MUNDIAL
Finalmente se rindieron cuando capturamos a su líder, que tenía cara de cerdo y garras de lobo.
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Al avión aterriza sin contratiempo. Buddie Holly se separa de Ritchie Valens, al que todo el mundo olvidará pronto. Buddie escribe varios éxitos: How to begin and end, Cut out all those, Like nothing, So far, so bad… Toma cocaine. Se casa. Se divorcia. Toma más cocaína. Acaba en la cárcel por deudas. No consigue acabar un concierto en Las Vegas. Acaba en la calle. Se dexintosica. Se casa. Muere en el hospital de una fibrilación ventricular.
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Adán apeló al Dios compasivo del Nuevo Testamento.
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Para poder insultar a sus rivales políticos, falsificó un certificado médico que señalaba, falsamente, que padecía el síndrome de Tourette.
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–Vuelva mañana –dijo el corrupto funcionario al policía.
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–Herrar es humano –dijo el houyhnhnm.
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Su hija les presentó a su nieto: era un centauro. Le dijeron que no estaban interesados en conocer a su yerno.
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CALLE MAESTRA, 15 DE AGOSTO
Siempre con la ansía de la comida. Ya está bien.
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Le echaron, sí, pero tuvo que dejarse las naranjas, el arroz, las sandías, la noria…
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–¿Cómo va el microcuento?
–En primer lugar, ya sabes, y en segundo, ¿qué te voy a decir?
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–Le denunciamos por intrusismo profesional.
–¿Por qué?
–Porque, aunque no trabajaba en el cementerio, aseguró que nos iba a enterrar a todos.
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El líder del partido animalista tuvo que dimitir cuando se descubrió que echaba avecrem a la sopa.
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Le gusta tanto la música renacentista que se ha unido a la Organización para la Liberación de Palestrina.
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PARADOJA
Tiene perdido el ganado.
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Los papuanos remitieron una misiva al Ministerio de Colonias. ¿Podían enviarles misioneros más rellenitos?
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Para que Nuria no se enterara de que no podía subirse a la noria porque no tenía dinero, le dijo que sufría de acrofobia.
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–Esperemos que la estancia en nuestro hotel sea…
–Sí, sí, vale, pero ¿cuál es la clave del wifi?
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Le expulsaron del partido verde. Le sorprendieron comiendo un kiwi cultivado en Nueva Zelanda.
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Le doy al camello cien yuanes. Me entrega un sobre con veinte gramos de colombiano. Lo alargaré para prepararme tres cafés.
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–No puedo subir a la noria.
–¿Tienes acrofobia?
–No, tengo el monedero vacío.
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El hombre orquesta interpretó el triple concierto de Beethoven.
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Mi primera mujer se separó de mí cuando descubrió que no me gustaban las novelas. Cuando mi segunda mujer descubrió que a mí me gustaban las brevedades, me envió los papeles del divorcio. ¿Cómo me irá con mi tercera mujer?
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Santiago Matamarcianos.
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–Nuestro país nunca entrará en decadencia.
–¿Porque nunca ha estado en apogeo?
–Exactamente.
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Después de ser secuestrado, maniatado, llevado a Guantánamo en un vuelo que hizo escala en Alemania, golpeado, medio ahogado, Ahmad Hotak, zapatero de Kandahar, una vez liberado, se unió a los talibanes, que habían matado a toda su familia.
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Hitler permanecía soltero porque no quería escuchar la Marcha nupcial de Mendelssohn.
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ALDEAS POTEMKIN
Catalina sospechaba, a veces, que el amor que el príncipe aseguraba sentir por ella era sólo fachada.
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CALLE MAESTRA, 12 DE AGOSTO
En Galicia están poniendo un montón de olivas. Un montón. Eso es el cambio climático.
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Después de ver el cuadro, sintió curiosidad por conocer a las señoritas de la calle Aviñón. Cuando les lanzó una mirada, comprendió que Picasso era un pintor hiperrealista.
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La misma falta de estilo es un estilo.
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CASO PERDIDO
Se comprometió a enseñarme todo lo que sabía.
–Te convertirás en un Aranzadi andante, como yo.
Incluso me obligó a vivir en su casa porque según me dijo un abogado es abogado las veinticuatro horas del día. Acabó despidiendo a la criada. De eso hace ya treinta años. Ahora, con el párkinson, también le ayudó a comer. Ya no siento asco cuando le acerco una rebanada de pan a la boca.
Por supuesto, su cabeza sigue como siempre. Todavía me sorprenden sus triquiñuelas. Algún juez famoso, cuyo nombre no diré por discreción, viene a casa y le consulta las sentencias.
El otro día me soltó de repente que iba a tomar otro pasante. Me lo soltó como le gusta a él, sin ningún rodeo.
–¿Ya han terminado mis prácticas? –le pregunté.
–Tengo que decirte, Lourditas, que siempre sospeché que como jurista eras un caso perdido.
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Llamé a mi número de hace quince años.
–Diga. ¿Quién es?
La voz era inconfundible, aunque yo no la había escuchado sino en un par de ocasiones.
–Diga.
–¿Está Plácido?
–Soy yo.
–Disfruta. Disfruta todo lo que puedas. Dentro de quince años tu vida será muy dura –dije.
Y colgué.
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Tratan de ver siempre lo peor de todo el mundo.
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El Consejo General del Poder Judicial multó a Dios por retraso injustificado en el juicio final.
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Mi madre le ha regalado a mi mujer, por su cumpleaños, cologne pour homme. ¿Y ahora qué hago yo?
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PASEO DE LOS JARDINILLOS, 10 DE AGOSTO
–No es un sitio para que lo hagan los perros. El césped.
–Léase usted las normas. Es lo que tiene que hacer.
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–Mide tus palabras.
–Vale. ¿Tienes metro?
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–Mide tus palabras.
–Imposible. No tengo regla.
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PARADOJA
Los selenitas advirtieron que los invasores terrícolas eran unos lunáticos.
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K. entra en el castillo. Descubre, demasiado tarde, que es una prisión.
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Estaba reventado de trabajar en el campo, harto de pasar hambre, cansado de no poder permitirse ningún capricho para sus hijas ni para su mujer. Por eso, cuando su vecino, el que estaba un poco loco, le propuso acompañarle a recorrer los campos con la promesa de regalarle una ínsula –fuera eso lo que fuera–, Sancho se subió a su rucio y se lanzó al camino.
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Cada uno de ellos recibió una barra de pan. ¡Puaj, qué asco! Las arrojaron al suelo cuando los perdieron de vista.
Recorrieron el bosque buscando comida. Llegaron a una extraña casa de chocolate.
–¿No queréis comer, niños? –les preguntó una viejecita que había en la puerta.
Famélicos, Hansel y Gretel no rechazaron la invitación: se comieron a la viejecita. No sabía mal del todo.
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Carmen Calvo les recomendó que se compraran un bebé reborn.
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DECISIÓN SALOMÓNICA
Neymar irá al Madrid; el padre de Neymar, al Barça.
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–Todo es de todos, Pablo.
–Te equivocas, Miguel. Tu ideología es sólo tuya y de un puñado de descerebrados como tú.
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Cuando leí el artículo de Luis Felipe Rojas y Martínez a favor de la energía nuclear, me dieron ganas de entrevistarle. Después de intercambiar varios correos electrónicos, quedamos en vernos en su despacho. Preparé las notas cuidadosamente. Sólo en el último año habían cerrado diez centrales nucleares en todo el mundo. Después de los desastres de Flamanville y Koeber, habían aumentado las protestas. Varios miles de personas habían muerto, millones se habían contaminado y decenas de miles de kilómetros cuadrados habían tenido que ser evacuados.
Entré en el despacho de Luis Felipe Rojas y Martínez. Luis Rojas me dio la mano, mientras que Felipe Martínez me sonreía.
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Le expulsaron del partido verde. Llevaba una camiseta hecha en Vietnam.
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MITO DE LA LINTERNA
Si la apaga, el monstruo de debajo de la cama desaparecerá.
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En un primer momento trató de ignorarla. Imposible. ¡Qué molesta! Intentó alejarla, pero tuvo que darse por vencido. Se concentró en el libro. Volvió. Se acercó a su rodilla. Le dio un manotazo. ¡Qué asco! Ahora tendría que ir a por el recogedor y lavarse las manos.
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La activista ambiental no se subió a la noria. Demasiada huella de carbono.
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La activista ambiental se disfrazó para subirse a la noria.
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Me subí a la noria. Se fue la luz. Comenzó el apocalipsis zombi.
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Siempre que me subo a la noria me quedo abajo.
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La invité a subir a una noria.
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La activista ambiental no quería que nadie la viera subir a la noria.
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El cardiólogo le recomendó que no viera fantasmas.
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–A los del Partido Republicano os gustan las mujeres con tetas gordas, ¿no?
–Bueno, pues…
–¿Me pagaríais la operación de aumento de pecho?
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Proverbio aqueo: Quien a bronce mata a bronce muere.
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–¿Sabes? Los soviéticos han dejado que la perra Laika muriera en el espacio.
–No me extraña. Son unos ateos.
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GÚTAR, 8 DE AGOSTO
Tenía una pensión de tres mil euros. Van a echarla de menos.
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Sayyid Qutb adaptaba el mundo a sus prejuicios. Como hacemos todos.
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Hiroaki Hirohashi, el actor que interpretaba a Godzilla, era, segúnYuko Takagi, la actriz que interpretaba a la doctora Nagashima, un monstruo en la cama.
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El país se volvió tan pobre que se resolvió el problema de inmigración ilegal.
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No sólo escribía bien, sino que también tenía la desfachatez de poseer una espesa mata de pelo.
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No paraba de decirme que me amaba. Me comparaba con el Sol. Decía que mi mirada era más peligrosa que mil espadas. Me llamaba playa de un lejano océano. Me soltaba terneza tras terneza. Estaba harta. Acabé dejando a Romeo.
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TEORÍA DEL CAOS
Un paraguas se abre en Hong Kong. Alegría en Washington.
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–Maldito imbécil.
–Mide tus palabras.
–Quince caracteres.
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–Pide un deseo.
–Desaparece. Por esta lámpara de oro me darán por lo menos doscientos dírhams.
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PARADOJA
A pesar del deshielo, la Guerra Fría continuó.
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Ana no me dejó pasar del ecuador.
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Para San Valentín, le regalé a mi marido una pistola.
–¿No voy a dejar todo perdido? –me preguntó.
Dos meses después llegó su cumpleaños. Le compré una cuerda.
–¡Qué tacto más áspero! –dijo.
Finalmente, para su santo, le regalé pastillas de cianuro.
–Aseguran que saben muy amargas.
Harta, contraté un sicario para que lo matara en Navidad.
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El primer día destruyó al hombre. En el segundo hizo desaparecer a los animales. El Sol, la Luna y las estrellas se esfumaron el tercer día. Al cuarto mezcló aguas y tierra. Los cielos y las tierras se juntaron el quinto día. El sexto día apagó la luz. Por último, el séptimo día se fundió con el caos y desapareció.