miércoles, 5 de noviembre de 2025

Cambia tu vida con Franco

¿Te sientes desbordado? ¿El mundo moderno te exige ser espontáneo, flexible y empático? Tranquilo. Toma ejemplo de Francisco Franco, el maestro del inmovilismo, y aprende a gestionar tu vida con mano firme o al menos a fingir que lo haces. Aquí van diez lecciones de liderazgo (o algo así) inspiradas en el Caudillo.
1. Habla poco. O nada. Franco podía pasarse horas, días o décadas sin decir gran cosa. Y nadie se atrevía a preguntar. Practica respuestas como «ya veremos» o «eso está en estudio». La confusión es poder.
2. Hazte imprescindible. Franco convenció a medio país de que sin él, todo se vendría abajo. Tú también puedes. En el trabajo o en casa, cultiva la idea de que sin ti, la civilización colapsa. Aunque solo se trate de reponer el papel higiénico. 
3. Controla los tiempos. ¿Te piden algo urgente? Tira del clásico «cuando sea oportuno». Franco sabía que nada desarma más que dejar a la gente esperando indefinidamente. 
4. Muestra autoridad sin levantar la voz. Nada de gritar. Franco gobernaba desde la mirada fría y la frase seca. En vez de montar escándalos, cruza los brazos y suelta un «tomo nota». Mano de hierro, voz de terciopelo.
5. Practica la neutralidad interesada. Franco fue neutral en la Segunda Guerra Mundial… vendiendo wolframio a quien pagara. Tú aplica la neutralidad en discusiones, mientras maniobras por detrás. Sonríe, asiente y sigue a lo tuyo. 
6. Rodéate de leales. Franco prefería aduladores a gente lista. Haz lo mismo: busca a quien te diga siempre que sí, aunque sea para cosas absurdas. La crítica es para débiles. 
7. Fusila emocionalmente. Si alguien te cae mal o te hace sombra, elimínalo de tu vida sin dramas. Y si un día alguien te pregunte «qué le pasó le paso», puedes mirar al techo y responder: «¡Uy!, pues no sé, no me acuerdo. Creo que lo fusilaron los franquistas». Lo importante es fingir que no es asunto tuyo.
8. Reforma sin cambiar nada. Franco hacía reformas para que todo siguiera igual. Si te piden que cambies, haz un par de retoques y deja todo como estaba. El arte de la maniobra sin riesgo.
9. Censúrate antes de tiempo. Piensa bien cada palabra. Mejor aún: no pienses nada. Si la cosa se complica, di «por el bien común» o «sin novedad». Y a otra cosa. 
10. Hazte eterno. Franco nunca pensó en jubilarse. Tú tampoco. Da igual que te estén pidiendo paso: repite que llevas toda la vida y que vas a seguir hasta que la biología diga otra cosa.