sábado, 4 de septiembre de 2021

Papelera

Rodin: “Es necesario trabajar, nada más que trabajar. Y es necesario tener paciencia”.

TÁCTICAS
Hiroshi Ogami, señor de Noto, se enfrentó a Katsuei Kajiyama, señor de Ecchu, en la llamada guerra de la flor de cerezo. El día de la batalla definitiva, Ogami empleó la formación del ala de grulla; Kajiyama, la de la rueda rodante. Los dos ejércitos lucharon sin descanso hasta que llegó la noche. Ninguno de los dos logró una victoria clara, pero tuvieron más de un ochenta por ciento de bajas entre heridos y muertos. Kotaro Hirasawa, señor de Kaga, empleó la táctica del zorro renco para derrotar a las diezmadas tropas de Ogami y Kajiyama y anexionarse Noto y Ecchu.
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Hoy, que no me he mirado en el espejo, me veo joven y guapo.
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El líder de la cédula anarquista les dijo a sus compañeros que debían guardar el orden.
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–¿Le pillaste copiando?
–Sí.
–¿Y le aprobaste?
–Claro. Demostró interés por la asignatura.
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–¿Has hablado con el director?
–Sí.
–¿Y has conseguido que te mejore el horario?
–No. Me ha dicho que soy un personaje no jugador.
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COCHE VERDE
–¿Por qué se ha parado el coche?
–Seguro que en la última electrolinera cargó electricidad generada en una central térmica.
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A pesar de los últimos acontecimientos, optimista hasta el final, estaba convencido de la habilidad del verdugo.
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Cuando llegaron a la otra orilla, el escorpión picó a la rana, al tiempo que le decía:
–¿Qué creías, que iba a ser tan tonto como para picarte cuando fuéramos por medio del río?
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Murieron los  pretendientes. Menos mal que Penélope había hecho sudarios para todos.
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Los marcomanos quizá esperaban que Marco Aurelio se tomara su invasión con filosofía.
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Su timidez era tal que tuve que me costó un mundo que pasara de la tercera a la cuarta base.
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Llegué adonde estaba la Bella Durmiente. La verdad, era muy hermosa. Con cuidado le quité el collar de perlas y dos anillos de oro. Por supuesto, no se me ocurrió darle un beso.
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Se sentía inquieta. El día estaba acabando y no había encontrado ninguna razón para llorar.
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Ya que la mayoría tiraba la basura por la mañana, el ayuntamiento decidió que la recogida se haría a partir de las nueve horas. La mayoría comenzó a tirar la basura por la noche.
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–Voy a crear un Ministerio de Necedades.
–¿Un Ministerio de Necedades, presidente?
–Sí, para que el resto de ministros, dejando de lado las necedades, se dediquen de lleno a sus asuntos.
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Gracias a Dios existe el diablo.
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Después de las vacaciones de agosto, toca descansar.
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Fue un error destruir la Bastilla. Sin cárcel donde llevarlos, hubo que ejecutar a todos los presos políticos.
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A mediados del siglo XIX, los Borbones franceses dijeron que estaban dispuestos a aceptar la Constitución de 1791.
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Hice un curso para aprender inglés en una semana que me costó veinte euros. No aprendí inglés, pero sólo perdí veinte euros.
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–No voy a decirte adiós –me dijo. 
Y no me lo dijo. Cogió la puerta y se fue.
Tuve, claro, que llamar urgentemente a la carpintería.
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Cultiva marihuana para uso recreativo. Con lo que gana vendiéndola, compra máquinas Arcade.
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Buscó la paz en Shangri-La y halló el demonio. Si es que desde que habían llegado los chinos.
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El cielo son los hijos. Y, en ocasiones, el infierno.
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Fue muy triste el día en que cumplí 50 años. Me expulsaron de Cuarentones Anónimos.
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Era un inútil: incapaz de hacer fortuna, incapaz de gastar la que heredó de sus padres.
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De repente, el alienígena se puso naranja. Para nuestra desgracia, no sabíamos que era porque tenía hambre.
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La policía nunca sospechó que John Brighton era Jack el Destripador, ni que dejó de matar porque había sido encarcelado por fraude fiscal.
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Hace ochocientos años derrotó a sus enemigos y pacificó su país, pero ¿por eso su sucesor, que es un inútil, debe ser rey?
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¿Para qué echar a los Borbones españoles? Seguro que vuelven. Ya lo han hecho tres veces.
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A LA M.
–Entiendo a los independentistas catalanes. A mí también me gustaría irme.
–¿Y adónde te irías?
–Sospecho que al sitio donde tantas veces los he mandado a ellos.
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–¿Y vuestro hijo nunca ha amenazado con irse de casa?
–No. Tiene miedo.
–¿Miedo?
–Miedo de que le tomemos la palabra.
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Agradezco las conversaciones banales en el ascensor. Gracias a ellas subo y bajo por las escaleras.
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Trata de fastidiarme porque soy feliz, pero una de las cosas que me hace feliz es que pierda la vida fastidiándome. 
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El náufrago introdujo el mensaje en la botella. Luego trató de lanzarla bien lejos. Mala suerte. Ha caído sobre las rocas y se ha roto.
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–Cómo empezó todo, abuelo.
La verdad, el abuelo no tiene ni idea, pero contempla los rostros inquisitivos de sus nietos y, sobre la marcha, inventa una historia.
–En el principio, Dios creó los cielos y la tierra, que no tenía forma y estaba vacía. La oscuridad lo cubría todo. Y Dios dijo: Que haya luz.
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Una vez que dejaron de venir misioneros empeñados en hacerles cambiar sus costumbres, abandonaron el canibalismo.
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La teoría de cuerdas no ha progresado en los últimos años, pero es que el estoicismo no ha avanzado nada desde Epicteto.
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A los alienígenas también les angustia la idea de no estar solos en el universo. Por eso destruyeron la Tierra.
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El candidato tenía una maleta llena de buenas intenciones, pero la perdió durante el tráfago de la victoria electoral.
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Este microcuento sólo tiene planteamiento.
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NASRUDÍN EN AFGANISTÁN
–¿Quiere subir al avión?
–Sí.
–¿Su nombre?
–Nasrudín.
–No aparece en la lista. ¿Usted trabajó para nosotros?
–No, yo no. Para ustedes trabajó el primo de un vecino de mi tío.
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A la última reunión mensual de Abducidos Anónimos faltaron ocho miembros. Dos excusaron su asistencia porque estaban enfermos. Dos más no pudieron ir por trabajo. A uno no le dejó su madre asistir. Marcos, Juan Pedro y Ramón José simplemente se habían esfumado. Pobres.
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DILEMA
En el naufragio se salvó una botella de Château Cheval Blanc Vandermeulen de 1947, que, por lo menos valía 200.000 yuanes. ¿Es mejor enviar un mensaje o cruzar los dedos?
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–Vas a negarme tres veces antes de que cante el gallo –le dijo Jesús.
Y Pedro, disciplinado, le obedeció.
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Vuelve a comprobarlo todo. El gas está apagado. Las luces también. La nota se encuentra encima de la mesa. Se dirige a la ventana. Vacila. ¿Ha olvidado algo? Antes de arrojarse al vacío, vuelve a comprobarlo todo.
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Escribió otra novela llena de trucos fáciles. No quería defraudar a sus lectores. Ni a los críticos.
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–Tío, me dio un beso de tornillo.
–¿Y tú que hiciste?
–Sacar el destornillador.
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Cthulhu sabe que, si hay gente que ensalza a Stalin, él también tendrá sus admiradores.
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SUICIDA
Sin saberlo, el gato se tragó el cascabel.
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Iba esperanzada al mercado, porque vendería la leche y compraría gallinas y, cuando vendiera los huevos, ovejas. Con el tiempo tendría una granja y sería rica. Sin embargo, en el mercado nadie le compró leche porque todos sabían que estaba aguada.
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Me ha llamado banal. Si supiera lo que eso significa.
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–¿Vienes conmigo? –le pregunté.
Su única respuesta fue un triste silencio.
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ISAÍAS 65, 25
El león y el cordero pacerán juntos, y el león sufrirá una indigestión. 
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Muchos personajes de Borges murieron por la rotura de un aneurisma: Herbert Ashe, Nils Runeberg, Clara Glencairn, Edwin Arnett… ¿Eso significa que si yo muriera por la rotura de un aneurisma, sería un personaje de Borges?
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ISAÍAS 11,6 
El lobo y el cordero dormirán juntos, pero sólo el lobo lo hará a pierna suelta.
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El verdugo le rompió un brazo, pero el prisionero no dijo nada. Le arrancó las uñas, le trituró una pierna. Nada. 
–Ahora vas a hablar –dijo enfadado el verdugo.
Y le cortó la lengua.
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Ya no aguantaba más. Estaba harto de que le dejara las historias a medias. Esa noche, antes de irse a dormir, firmó la sentencia de muerte. Sin embargo, a la mañana siguiente, arrepentido, rompió el papel. Quería saber cómo demonios acababa la historia del pescador y el genio.
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–¿Por qué tienes apagadas las luces?
–Los de la compañía de electricidad han emitido un comunicado informando de que, por problemas ajenos a su voluntad, la energía que suministrarán hoy procede de centrales nucleares.
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Me odia porque todos los días le quito el asiento en el parque, el que tiene la mejor sombra.
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Morrison Butler, American billionaire, Northumberland castle owner, for some reason thought he didn’t need a butler. 
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CORRE
Después de matarla, uní con líneas los lunares de su espalda. Apareció una palabra.
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Comienza a llover. Todavía no han entrado todos. Noé pide que se apresuren. 
Al principio, todo marcha más o menos en orden, pero los que están más atrás empiezan a empujar. Se produce el inevitable pánico. Varios animales mueren aplastados (y sus parejas tienen que quedarse en tierra). Por fin, todos han subido. En ese momento cesa la lluvia. Al poco sale el sol. Sólo ha sido un chaparrón. Falsa alarma.
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PECADOS DE LOS HOMBRES
Pecado: fornicar con un mono. Castigo: SIDA.
Pecado: comer murciélago. Castigo: coronavirus.
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–¿Su señora?
–Sí, si de mí dependiera.
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Tiene un coche eléctrico, que se mueve con energía procedente de centrales nucleares, térmicas y de ciclo combinado.
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Después de repasar todas las azoras, todos los hadices, el Consejo de Eruditos concluyó que Mahoma no conocía el AK-47. Los muyahidines tuvieron que deshacerse de ellos y luchar con cimitarras.
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Muchos años después, en el altar de sacrificios, Hernán Cortés había de recordar aquella tarde remota en que su padre le aconsejo que se hiciera letrado y trabajara en la Corte.
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–¿Por qué me vais a quemar si he confesado? ¿Acaso no me ha perdonado Dios?
–Pues por eso te vamos a quemar, para no dejarte en la incertidumbre de si te ha perdonado o no.
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A mí me ha costado cuarenta y cinco años echar esta barriga y ahora usted me asegura que la puedo perder en cuarenta y cinco días.
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¿Y si Dios fuera no binario?
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MUJER DEL TIEMPO
No da ni una, pero qué sonrisa tiene.
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Visitó en sueños el infierno. Se encontró con Satanás y le pidió una prueba de que había estado allí. Por la mañana le encontraron carbonizado encima de la cama.
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Quiso tentarle, pero fracasó: hacía veinte años que el ermitaño no sentía deseos carnales, tres años que era ciego y siete meses que estaba muerto.
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Para castigar los pecados de los hombres, Yavé envió un gran calor, pero, bondadoso, quiso salvar a Noé y su familia, por lo que dejó que se refugiaran en una cueva.
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Le expulsaron de Masoquistas Anónimos porque advirtieron que se fustigaba más de la cuenta.
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–Cuervo, ¿me volverán a amar?
–Nunca más.
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–¿Qué quieres para tu cumpleaños?
–Un paraguas.
–Pero si aquí no llueve nunca.
–Pues por eso quiero un paraguas, para que llueva.
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Después de asistir durante doce años a las reuniones de Psicoanalistas Anónimos, comenzó a sentirse mejor.
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DURA LEX…
Los violadores salieron el libertad con cargos.
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A enemigo que huye, aeropuerto abierto.
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Cuando el papa Francisco y Juan Pablo II se encuentran en el cielo, no se miran.
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Quien esté libre de hemeroteca que tire la primera piedra.
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POR SI ACASO
El perro persigue al gato, pero se cuida muy mucho de alcanzarle.
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Cuando el novelista cambió de género, miles de lectoras comenzaron a leer sus novelas.
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La presentadora del tiempo se comía las palabras, los anticiclones y las borrascas.
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–¿Puedes encender la tele?
–No tengo mechero.
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La confusión de Babel duró poco: todos comenzaron a entenderse en arameo.
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Trabajaba en una agencia pública andaluza, es decir, no trabajaba.
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El experto en Afganistán entrevistado en la televisión señaló que la situación del país era tan compleja que era imposible para nadie entenderla.
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–Doctor Schrödinger, ¿puedo hacerle una pregunta?
–Adelante.
–¿Por qué empleó para su experimento un gato?
–Pues, la verdad, no me hacía mucha gracia que la gente empezara a hablar de la rata de Schrödinger.
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¡Una salamanquesa! A ver quién lo va a pasar mal esta noche, mosquito.
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Alí Babá, que esta vez venía preparado con lápiz y papel, se acercó todo lo que pudo a la entrada de la cueva. Al poco llegaron los ladrones. El jefe comenzó a decir:
–J345TYFMVDD98E…
Alí Babá se perdió, claro.
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No pude convencer a mi marido de que entrara en Testarudos Anónimos.
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El hermano del cuñado del emperador Jean-Baptiste, el general Bonaparte, que comandaba las tropas francesas en Egipto, entró en la gran pirámide. Nunca salió.
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AL FINAL TODOS MUEREN
Inician el ataque. No tardan en comprender que la batalla está perdida. El previsible lo que va a ocurrir.
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En venta: sentido común. Sin usar.
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–¿Por qué te expulsaron de Vox?
–Porque se me escapó decir: Nosotros y nosotras.
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Es como si los de izquierdas, como un amigo no nos puede dejar un yate ni pagarnos un resort de lujo en el Caribe, tuviéramos que irnos de vacaciones haciendo senderismo.
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–¿Y tu musa?
–Me ha dejado.
–Por imposible, ¿eh?
–Más bien por vago.
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El jefe de la sedición siguió lanzando maldiciones hasta que el verdugo le degolló. Cien caudillos más fueron ajusticiados. El faraón condujo al resto de hebreos de vuelta a Egipto, a la esclavitud.
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No hice caso a mamá y morí ahogado en el lodo. Mi agonía duró tres días. Pero no lo lamento. Gracias a mi torpeza, soy el dinosaurio más admirado del Museo de Historia Natural.
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El gato se cree mi amo. Se va a enterar: le he echado una guindilla en el plato de comida.
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Yo defiendo el amor libre, aunque mi aspecto me haya condenado a la monogamia.
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AGÓ
La gran epidemia mató a todos los humanos mayores de un año. Milagrosamente, algunos bebés sobrevivieron. Su vocabulario, empero, estaba limitado a una palabra.
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Abderramán III hizo sacar el cuerpo de Omar ben Hafsún de su tumba y exponer sus huesos. Setenta años más tarde, los rebeldes ziríes sacaron el cuerpo de Abderramán III de su tumba y expusieron sus huesos.
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–Nos han expulsado del Jardín del Edén y tú no paras de sonreír. No lo entiendo, Eva.
–Mira, Adán: he traído estas semillas de manzano.
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El político dijo que no era una crisis matrimonial, sino un crecimiento en negativo de su relación.
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El último hombre está sentado solo en una habitación. De repente se le va la luz.
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ESPECIALISTA EN DERECHO PENAL
José Luis llevaba más de veinte trabajando en Argüelles Morán, donde no tenía mucha responsabilidad: se encargaba, meramente, de trámites de Civil. Cobraba menos que hacía diez años. Iba todos los días al trabajo en metro. Los viernes no había mucha diversidad: compraba una botella de vino y se la bebía solo. Un día se dio cuenta de que tenía ya cuarenta y cinco años. Era urgente dar un giro a su vida. Tenía ahorros. Se despidió del bufete, alquiló una oficina y se anunció en internet: José Luis Salas Halcón,  especialista en Derecho Penal. Se sacó el carné de conducir. Compró un Audi y, para su seguridad, una pistola. Se hizo un peinado más a la moda. Para fortalecer sus músculos, se apuntó a una piscina. Comenzó a acostarse con la novia de un cliente. Se hizo un tatuaje. Luego, en la cárcel, se haría otros dos más.