Compruebas la dirección. Calle Pintor Zabaleta, 37. Aquí es. Sales de la furgoneta y te colocas el EPI. Alguien asomado a un balcón te grita algo. Te pones la mascarilla y los guantes y le ignoras. Coges la maleta. Llamas al portero automático. Te abren. Es el 4º D. Tienes que coger el ascensor. Tocas los botones con un boli que sacas de la maleta. Lees la nota que alguien ha pegado con celo al cristal del ascensor. El aburrimiento vuelve peligrosa a mucha gente. Llegas a la puerta del piso. Una mujer mayor que lleva una desgastada bata te espera.
–¡Qué bien que hayas llegado! –te dice.
Entras en el piso. Huele a… orina de gato.
–¿Qué es lo que pasa?
–El congelador. Se ha estropeado.
–Vamos a ver lo que podemos hacer, señora.
Micro para el Concurso de historias sobre nuestros héroes