martes, 19 de noviembre de 2019

Papelera

Toñi Ramos: “Me regalaron un reloj. Me acordé de Cortázar. No he podido ponérmelo”.

Aunque estuvieron contándole chistes durante varias horas, no se le escapó ninguna risa. Por lo tanto, habiendo superado la prueba, fue contratado como alcaide.
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Se metió el monedero en el bolsillo trasero y se acercó con aire despistado a la bosnia. Menudo chasco que se iba a llevar.
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Comí un martes del fruto prohibido. No pasó nada, absolutamente nada. ¡Qué decepción!
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Comí un martes del fruto prohibido. Las mujeres están mejor vestidas.
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Comí un martes del fruto prohibido. El mes que pasé en el hospital me hizo comprender por qué no tenía que haberlo probado.
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DISPARATE JURÍDICO
Homicidio con alevosía.
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Sí, entendía el problema de exceso de reservas. De acuerdo, viajaría más tarde. No tendría que soportar a mis hijos durante seis horas.
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Comí un martes del fruto prohibido. Conseguí que ese bicho se callara.
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Comí un martes del fruto prohibido. Conseguí que se callara.
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EXTRAÑO
Pedro Sánchez desentierra los restos de Franco, un dictador, pero pone flores en la tumba de Mohamed V, un monarca absoluto
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El viaje en el Concorde fue una pesadilla. Se le metieron en la cabeza los pensamientos del pasajero de delante.
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Hay que admitirlo: el primero fue una chapuza. Después de todo, lo había creado al final de una trabajosa semana, cuando estaba, quizá, cansado. Como es evidente, con Eva se tomó su tiempo.
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Comí un martes del fruto prohibido.
–Está rica, ¿eh? –me preguntó.
–Demasiado ácida. Serviría mejor para hacer sidra.
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Expulsaron del arca al pasajero que quería viajar sin pareja.
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–¿Cómo conseguiste pasar el camello por el ojo de la aguja?
–Fácil. Me puse las gafas de cerca.
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Fue fácil. Me puse las gafas de cerca, cogí la aguja y pasé el camello por el ojo.
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Comí un martes del fruto prohibido. La verdad, estaba aburrido de vivir en el Jardín del Edén. Allí nunca pasaba nada.
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No sos vos, eres tú.
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Seis horas ya. El vuelo se le estaba haciendo largo. Tenía hambre. Le miró la yugular a su vecino de asiento, que dormía.
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–Por hoy hemos terminado. Ya puedes moverte. ¿Me oyes?
–No, no puedo moverme, Mirón. Me ha dado una contractura.
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–Ya puedes moverte. Por hoy hemos terminado. ¿Me oyes?
–Me ha dado una contractura. No puedo moverme, Mirón.
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Pierde votos y actúa como si los hubiera ganado.
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–Los necroperros han llegado por tu alma en medio del sueño profundo.
–Quienquiera que seas, déjame. Que se la lleven.
–¿Qué?
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Primero me acusabas de ser demasiado plácido. Luego te quejabas de que me había vuelto ácido. Ahora dices de mí que estoy ido. Ya no sé cómo contentarte.
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Por la noche sale de la celda, callejea por la ciudad, visita los museos, se toma un café en el Montana, se sienta en la plaza de los Jardinillos y ve pasar a la gente, va a la librería, mira la cartelera del cine. Por la mañana regresa a la rutina carcelaria.
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Mi cuñado es funcionario del registro. Tengo que repetírselo todo dos veces.
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–Un toro.
–Sigo defendiendo que un carnero.
–¿Un carnero? Estás loco. Todo empezó con una mujer, así que una mujer.
–¿Una mujer? No. Un caballo.
–Una estatua de Zeus.
–Eso sería un sacrilegio.
–Átrida, llevamos diez años discutiendo. ¿Por qué no lo echamos a suerte?
–Creo que será lo mejor, Ulises.
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–Una estatua de Zeus.
–¡Sacrílego! Un toro.
–Yo sigo defendiendo que un caballo.
–¿Un caballo? Todo empezó con una mujer, así que una mujer.
–¿Una mujer? ¿Estás loco? Un carnero.
–Átrida, llevamos diez años discutiendo. ¿Por qué no lo echamos a suertes?
–Creo que será lo mejor, Ulises.
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Ayer enterré a mi madre. Tuve que amordazarla porque no paraba de gritar.
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–Una estatua de Zeus.
–¡Sacrílego! Un toro.
–Yo sigo defendiendo que un caballo.
–¿Un caballo? Todo empezó con una mujer, así que una mujer.
–¿Una mujer? ¿Y por qué no un cerdo?
–Átrida, llevamos diez años discutiendo. ¿Por qué no lo echamos a suertes?
–Sí, será lo mejor, Ulises.
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–Una estatua de Zeus.
–¡Sacrílego! Un toro.
–Yo sigo defendiendo que un caballo.
–¿Un caballo? Todo empezó con una mujer, así que una mujer.
–¿Una mujer? ¿Y por qué no un cerdo?
–Átrida, llevamos diez años discutiendo. ¿Por qué no lo echamos a suertes?
–Sí, será lo mejor, Odiseo.
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What the FAQs?
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Por la noche escapa, callejea por la ciudad, visita el museo, entra en la catedral, se toma un café en el Montana, se sienta en la plaza de los Jardinillos y ve pasar a la gente, va a la librería, mira la cartelera. Por la mañana regresa a la rutina carcelaria.
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Las palmeras no dejan ver el desierto.
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Los necroperros han llegado por tu alma en medio del sueño profundo... Desgarrarán tu cuerpo y te infringirán una tortura inimaginable... Gritarás de dolor… Prepárate para morir entre horribles tormentos... ¿Te vas a despertar?
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¿Que qué pienso por estar encerrado en una minúscula jaula? Dímelo tú, que también estás en una jaula. ¿Qué es, si no, el mundo?
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Vio luz al final del túnel. Asustado, trató de quedarse dentro, pero unas manos gigantescas le agarraron y tiraron de él. Ya fuera, unas extrañas criaturas le observaban. Sin saber muy bien por qué, comenzó a llorar.
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Vio luz al final del túnel. Asustado, trató de quedarse dentro, pero unas manos gigantescas le agarraron y tiraron de él. Ya fuera, unas extrañas criaturas le observaban. Una de ellas le golpeó violentamente el trasero. Comenzó a llorar.
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PARADOJA
Lo más razonable es ser un loco.
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PARADOJA
La mayor locura es ser razonable.
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Se toca el monedero vacío que tiene en el bolsillo trasero y se acerca con aire despistado a la bosnia. ¿Le meterá mano también hoy?
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–Traigo a un sabio, amo.
–¿Otro? No necesitamos más. Nos vamos a volver locos con tantos sabios. ¿No podrías traer a un bufón?
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Cuando la conocí, dejé de buscarla.
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Como su vida es un auténtico infierno, cualquier pesadilla que tenga por las noches le parece un bello sueño.
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PARADOJA
Comía alimentos sanos que traía en una fiambrera de plástico.
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Denunció a su ex por comprarle a su hijo un rifle de plástico.
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–¿Qué te ha parecido Ad Astra?
–Que es tan lenta y larga que debería llamarse Ad Somnum.
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Las luces halógenas duran menos y gastan mucho. Las fluorescentes consumen poca electricidad, pero no lucen demasiado bien. Las LED son más duraderas y consumen poco, pero son malas para el medio ambiente por la cantidad de distintos materiales que utilizan. Al final Dios dejó el túnel a oscuras.
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PARADOJA
Joan Margarit, poeta que escribe en catalán, recibe el Premio Cervantes.
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Tuvo una semana de pesadilla. No paró ni un instante. Ahora trata de descansar, pero no puede. No para de darle vueltas a una idea. ¿Estará bien Adán solo?
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–¿Qué es lo que peor llevas de ser un poeta romántico?
–El tener que suicidarme.
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Sucedió lo inevitable: los cuerpos comenzaron a arrojarse al contenedor verde.
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–Tendremos que conocernos mejor ahora que nos hemos encontrado.
–La verdad, conociéndome a mí mismo y las circunstancias en que nos hemos encontrado, prefiero no conocer mucho de ti.
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–Tendremos que conocernos mejor ahora que nos hemos encontrado.
–La verdad, como me conozco a mí mismo, prefiero no conocer nada de ti.
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–Tendremos que conocernos mejor ahora que nos hemos encontrado.
–Mejor será que no me conozcas mucho.
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El famoso tuitero escribe una trivialidad que, en menos de una hora, es laiqueda 10.435 veces y retuiteada 4.356.
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Las placas tectónicas votaron: 36 estaban a favor del maremoto y 21 en contra. El subsiguiente tsunami fue, por lo tanto, democrático.
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¿El castellano en Cataluña es una lengua zombi?
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–Parece muy enamorada.
–Sí. Se va a casar.
–Vaya. Entonces se ha enamorado como una idiota.
–No, como una idiota, no. Me llamo para preguntarme cómo se hacía la separación de bienes.
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CROSSOVER
Estaba harto de la khaleesi. No paraba de regañarle. Un día, escapó, se hizo llamar Smaug y se lanzó a destruir ciudades.
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Lucilio acusó a Séneca de acoso epistolar.
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El partido españolista recibió diez votos en Cervià de les Garrigues. Fue un escándalo.
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El poeta maldito asistió a la entrega de premios con traje y corbata. Fue un escándalo.
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Cuando se supo que la ecofeminista utilizaba compresas desechables, tuvo que dimitir.
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GIRO COPERNICANO
Las 20:00 en la península, las 21:00 en Canarias.
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–¿Le apetece un poco de charla?
–Claro, señorita.
–Pues entonces está de suerte. Cámbieme el sitio y póngase al lado de mi suegra.
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FE DE ERRATAS
El señor Halász no falleció el pasado lunes, como publicamos ayer, pero probablemente morirá uno de estos días, asesinado por un redactor de notas necrológicas al que no le gusta que le griten.
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No le gustaba reciclar. A nadie sorprendió que se reencarnara en hongo comedor de plástico.
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Cuando la activista ambiental descubrió que había partes del barco hechas de plástico, se tiró por la borda.
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Antes de ver lo que Arturito, el repetidor, llevaba en su caja de compases, había pensado de él que era un payaso, pero no de ese tipo.
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Fue una mala idea reírse de ese pasajero que estaba vestido de payaso.
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Sí, estos zapatos me vienen grandes, pero dadme dos o tres años y ya veréis, ya veréis lo que crezco.
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ZAPATONES
¿Qué miráis? Letizia, Meghan Markle, Paula Echevarría, Blanca Suárez también usan zapatos más grandes que su pie.
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PARADOJA
Los restos del cirujano plástico fueron arrojados al contenedor de residuos biológicos.
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IRONÍA
Despechada, mató al cirujano plástico y arrojó sus restos al contenedor de residuos biológicos.
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La activista ambiental se revolvió en su tumba cuando pusieron flores de plástico.
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El hombre de dos cabezas siempre tenía a alguien que asentía a todo lo que decía.
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PROFANACIÓN
Pusieron flores de plástico en la tumba de la activista ambiental.
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–Tiene alguna ventaja ser ciego. Cuéntenos.
–Sí. No gasto nada en bombillas.
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El comandante de la Armada boliviana se aburría.
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–¿Es cierto que mordió a Greta Schröder?
–Únicamente fue un lametón.
–¿Y no exigió trabajar sólo de noche?
–Quería meterme en el papel.
–¿Y puede explicarme, señor Schreck, cómo es posible que hoy, en 2019, siga aún vivo?
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Las normas eran inflexibles. Como el octavo pasajero no tenía tarjeta de embarque, lo arrojaron al espacio.
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Las normas son inflexibles. Como el octavo pasajero no tiene tarjeta de embarque, lo arrojan al espacio.
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–¿No le pareció raro que sólo estuviera dispuesto a trabajar de noche?
–No.
–¿Ni que mordiera a Greta Schröder?
–No piense nada raro. Sencillamente, se metía en el papel. Max Schreck era un actor de método.
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Comenzar a teclear y ver otros universos.
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Algunas noches, Yohualtecuhtli se divierte. Mezcla las ficciones de los durmientes. Los sueños de unos son las pesadillas de otros. El pobre que anhela fortuna y el rico que teme perderla. Mázatl que acaricia a Huitzilli y Huitzilli que trata de escapar de Mázatl.
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Algunas noches, Yohualtecuhtli se divierte mezclando las ficciones de los durmientes. Los sueños de unos son las pesadillas de otros. Un pobre anhela fortuna y un rico teme que se la arrebaten. Mázatl acaricia a Huitzilli y Huitzilli trata de escapar de Mázatl.
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Su compañero de asiento no logra tranquilizarle cuando le cuenta que ha sobrevivido a los accidentes del vuelo 5022 y del tren de Santiago.
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No dijo ni pío. Le bloqueé.
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–Dejó de piar.
–¿Qué hiciste?
–Bloquearle.
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CONTRAFACTUAL
Los troyanos derrotaron a los griegos. La Ilíada fue escrita en luvita.
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Tatúate cuervos y no te sacarán los ojos.
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Entre sueños y realidad, melancolía nocturna, asfixia, laberintos, rechazo parental, espadas de bronce, carretes de hilo y una hermana traidora transcurrió su triste existencia.
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Me pidió que la salvara. Le regalé un libro de autoayuda.
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Tenía que haber sospechado de aquel pasajero que preguntó vehementemente si el estofado era de cerdo.
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–¿Cómo encontraste a Dios?
–Cruzando el desierto.
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No, no los encontré, pero prefiero la certeza a la incertidumbre. La vigilancia continua resultaba agotadora. Los días eran largos como años. Antes de que mi rostro siguiera cubriéndose de arrugas y mi pelo de canas, busqué a los tártaros cruzando el desierto.
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Cada vez me acuesto más tarde para añorarte menos tiempo en la cama.
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Si no fueras mi nuera, no pensaría que todo esto que me dices es zalamería.
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Aprovecho la oportunidad para agradecer tu consejo. Vivir entre sueños malos y peores pesadillas era agotador. Desde que tengo el atrapasueños, duermo como un bebé. Este tatuaje ha sido mágico.
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Do good writers think only that their work is really bad?
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Descubrió el procés cuando vio el documental en Netflix.
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El Sabio le ruega a la Muerte que le deje terminar ese interesante libro. Ella le responde que tendrá toda la eternidad para acabarlo.
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Eres un ignorante. Borrell II era hijo de Suniario I, no de Sunifredo II.
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Ets un ignorant. Borrell II era fill de Sunyer I de Barcelona, no de Sunifred II d’Urgell.
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LA HABITACIÓN CERRADA
El ruido despierta a Julio. Una voz masculina sale de la habitación contigua a la suya, la habitación cerrada. El niño se limita a echarse las sábanas por encima de la cabeza y trata de dormirse de nuevo. Tiene miedo, pues sabe que está solo en el piso: su madre le avisó de que volvería tarde. El ruido continúa. Julio se da cuenta de que está temblando.
La habitación cerrada siempre ha constituido un enigma para él. Pocas veces se ha atrevido a preguntarle a su madre qué hay allí. Cuando lo ha hecho, ella se ha limitado a decirle que no puede entrar, que está prohibido entrar en esa habitación, que es peligroso.
En ocasiones, Julio ha tenido que tirar o regalar a sus primos juguetes porque ya no le cogían en el dormitorio. Una vez le preguntó a su madre por qué no podía guardarlos en la habitación cerrada. Bastó la feroz mirada de ella para que Julio adivinara la respuesta. A pesar de que viven en un piso minúsculo, aquella habitación es como si no existiera.
Sin embargo, su madre pasa las horas allí dentro. Julio sabe que está en la habitación prohibida porque a través del tabique la escucha hablar. Habla durante horas y horas, aunque Julio, por mucho que aplica el oído a la pared, no consigue entender lo que dice.
El niño sigue oculto debajo de las sábanas por un rato. De pronto escucha de nuevo la voz. Más fuerte. Lastimera. Julio se pregunta quién puede ser. Por fin le vence la curiosidad.
Sale al pasillo y se sorprende de encontrar entreabierta la puerta de la misteriosa habitación. Una luz deslumbrante sale de su interior. Julio duda un instante. Por fin abre la puerta.
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Le ruega que le deje terminar ese interesante libro. Ella le responde que tendrá toda la eternidad para acabarlo.
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Por culpa del cambio climático ya no pueden ir a descansar a sus cuarteles de invierno.
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–Es hora de partir.
–¿Ya?
–Sí, llegó el momento.
–¿No puedo coger un libro?
–Si quieres.
–Elijo éste: Vida más allá de la vida.
–¿Te gusta la literatura de ficción?
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–¿Qué le pasa en la boca?
–Me la rompieron.
–Bueno, pero eso no es excusa para no sonreír.