Aparato inventado en el siglo XIX, dispositivo de telecomunicación ideado para transmitir señales acústicas a larga distancia mediante impulsos eléctricos y permitir así que dos personas pudieran hablar sin gritar desde ventanas opuestas. Alcanzó un segundo esplendor a principios del siglo XXI con la llegada de los inalámbricos —también llamados móviles o celulares— y la popularización de los teléfonos inteligentes. Desapareció hacia 2030, cuando la población, exhausta de atender llamadas promocionales de compañías eléctricas, optó por no contestar nunca más y refugiarse en la aparente paz de la mensajería instantánea.