Gabriel Jiménez Emán: “Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello”.
Nació en un establo, en Palestina. Ahora tiene un palacio enorme y lujoso en Roma. Desde luego, ha prosperado.
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Soy un desorden maniático del.
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Tendido en el lecho, moribundo, Alejandro pensó en Diógenes, que seguía dándose el lujo de vivir despreocupado en un tonel.
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–¿Y por qué le dio por escribir coplas de pie quebrado?
–Porque me rompí la tibia.
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No paró de trabajar los siete días a la semana. Nunca se fue de vacaciones. Cuando murió, lo enterraron en un panteón de lujo.
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Para terminar, pidió una botella de champagne con oro de 24 quilates. Después, regresó a su buhardilla, de la que no saldría en un año.
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Escalé el risco. Entré al castillo por una ventana. Conseguí llegar a la cámara donde se encontraba el espejo mágico. Impaciente, le pregunté cuál era mi futuro.
–Dentro de un instante, los guardias te apresarán y te arrojarán al calabozo.
Y aquí sigo.
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Mi cuñado quería una cena lujosa. Asé una vaca con billetes de quinientos.
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–¿No puedo beber cerveza?
–No.
–Ni comer carne.
–Es mejor que no, majestad. Tenéis que comer más verdura.
–Pero ¿qué soy, un vulgar campesino?
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El diputado se defendió. Seguía viviendo en Vallecas y sólo dormía en el Palace entre semana.
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Desde que director me dijo que nunca publicaría mis artículos en periódico escribo así.
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Papá, mamá, voy a vender esta casa. Pronto cumpliré setenta y cinco años y ya no podré venir aquí en Navidad. Es doloroso, sí, pero he encontrado un buen sitio para vosotros. He comprado un trastero. ¡Qué susto se llevará el que lo abra cuando yo muera!
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Fue un viernes negro para la tarjeta de crédito.
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Una semana antes del Black Friday, mi marido escondió la tablet. Bien, no podré comprar por internet, pero siempre puedo ir a la tienda andando. Resulta que también había escondido todos mis zapatos.
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Vi a mi mujer tan estresada que la dejé que viera Sálvame.
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Vi a mi marido tan estresado que le dejé que viera Forjado a fuego.
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Cuando el famoso escritor murió, su esposa borró de su diario, antes de publicarlo, todas las referencias a sus amantes. Ella sería la única mujer de su vida.
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Noche de viernes,
papeleras vacías.
Sucios esianos.
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EL COLMO
Un zombi mordió a un vampiro.
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–¿El profe está vapeando?
–¡Qué va! Está enfadado.
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Detrás de aquella puerta encontró la tumba del faraón, que recién acababa de resucitar.
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Entró en el baño del restaurante. No había papel. ¡Qué cicateros! Menos mal que siempre llevaba un maletín lleno de billetes.
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Quería que fuera de oro. Él estaba dispuesto a pagarla. No podía soportar la idea de ser ajusticiado con una guillotina herrumbrosa.
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Hildari se jactaba de cobrar más, pero Rosalba le decía que su señora, al menos, no llevaba abrigos de piel sintética.
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El corrupto socialista no quería ser juzgado por un jurado popular.
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No me gustan como marchan las cosas en mi país, pero, como soy pobre, me exiliaré interiormente.
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Entregó el cuerpo de su marido a la Facultad de Medicina. Su ropa la regaló a la beneficencia. Sus libros se los donó a la Biblioteca Municipal. Sus millones los compartió con Osvaldo Manuel Silveira, cubano de 24 años.
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Dice Sun Tzu que todo el arte de la guerra se basa en el engaño. Por eso, los generales de Hitler le engañaban haciéndole creer que las divisiones que él movía en el mapa tenían 15.000 hombres, y no 1.500.
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Pedro Sánchez contrató a Winston Smith.
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¿Para qué sirve Twitter? Para estar entretenido cuando cae Instagram.
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Si te vences a ti mismo, ¿estás derrotado?
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La pescadilla que se mordía la cola tenía tanta hambre que se acabó devorando toda entera.
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PARADOX
Trump cards are to lose.
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2035
Se aprueba una ley de enésima oportunidad.
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–Afro.
–Sí, Hefes.
–¿Has visto a Apo?
–No.
–¿Y a Ate?
–Tampoco.
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–Afro.
–Sí, Hefes.
–¿Has visto a Ate?
–No.
–¿Y a Apo?
–Apo está con Ze.
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–La detuvimos porque entró armada al país.
–¿Qué armas llevaba?
–Libros.
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Espejito, espejito, ¿cuál es el espejo más procaz de todo el reino?
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Las tropas de Zhúkov, que sólo han sufrido 12.349 bajas (1.256 muertos), derrotan a las tropas de Borodianski, que sufren 45.765 bajas (5.789 muertos). Zhúkov ha ganado el juego de guerra y es ascendido al generalato. Por su parte, Borodianski es enviado al Gulag.
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El abuelo me regañó cuando supo que yo iba con la gente de Ben Abdelkader.
–¿Qué sabrás tú? Nunca has salido de esta aldea –le grité.
Pero el abuelo conoció la guerra. Cuando murió, escondido en el desván, encontramos un viejo alcuzcucero atravesado por las balas.
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Se venció a sí mismo. ¿Era un ganador o un perdedor?
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“El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.”
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Mató el tiempo. Ahora discuten si fue un homicidio o un asesinato.
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CAUSALIDAD TROYANA
A la madrastra le sale una arruga. Blancanieves se convierte en mucama de siete enanitos.
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Nadie contempla La Gioconda. Todos la fotografían.
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Al morir regresé en el tiempo para vengarme. Van Helsing era un niño que vivía en un arrabal de Ámsterdam. Sorprendentemente volvió a derrotarme.
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Todos fotografían La Gioconda. Nadie la contempla.
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Acontecimiento histórico en el planeta: el encuentro del único hombre que viaja de Madrid a Valladolid en avión y de la única niña que cruza el Atlántico en catamarán.
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Hicieron la revolución cuando no las dejaron hacer la calle.
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–La policía le detuvo por escribir una columna.
–¿En qué periódico?
–¿Periódico? Era una columna de la catedral de Jaén.
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Se me acumulan los garbanzos. Ya tengo un armario lleno. No sé qué hacer con ellos. Cada vez que mi cuñado, que es de Brunete, viene me trae un paquete. ¿No sé entera que no me gustan? Quizá, como me ve tan delgada, quiere que coma más. ¿Quién sabe? En cualquier caso, yo no sabría qué hacer con ellos. No tengo ni idea de cocinar. Por no tener, no tengo cocina.
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–¿Cuánto vale un peine?
–Pues teniendo en cuenta su huella de carbono, mucho.
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Is the Apocalypse of John a spoiler?
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–¿Qué dicen las cartas?
–Que has mirado a una mujer que no es la tuya.
–¿Qué? No, eso es mentira.
–¿Mentira? ¿Acaso no me estás mirando a mí?
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Salí de Múnich un martes a las 8 de la tarde y llegué a Viena temprano. En la estación me esperaba un extraño telegrama: el conde Drácula se había puesto al sol y estaba muy enfermo. No podría recibirme. Pensé en que era una excusa idiota. Regresé a Londres.
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Salí de Múnich un martes a las 8 de la tarde y llegué a Viena temprano. Fui a la Academia de Bellas Artes con la carta en la que se me invitaba a cubrir una inesperada baja.
–Encantado de tenerle entre nuestros alumnos, señor Hitler –me dijo el director.
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La aguja salió libre de polvo y paja.
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Le dio un beso de despedida tan apasionado que no se fue.
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–¿Vas a comernos, Bárbol?
–¿Comeros? ¡Puaj, qué asco! Yo soy vegano.
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Detrás de aquella puerta la mujer de Barba Azul encontró su destino.
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Could it be said that Lazarus was a born-again Christian?
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PARADOJA
Vio una aurora boreal en el Polo Sur.
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–Te veo nervioso. ¿Qué te pasa?
–Tengo estrés pretraumático?
–¿Pretraumático?
–Sí, mañana voy a visitar a mi madre.
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–He visto cosas que no creerías. Aire limpio. Cielo azul. Personas amables. Nadie gritando. Hijos que respetan a sus padres y a sus profesores. Vida tranquila –dijo el viajero en el tiempo, aunque sin aclarar si había visitado el pasado o el futuro.
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La Gioconda se ríe de los que hacen dos horas de cola para sacarle una fotografía rápida.
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El escritor dio salida a su metaficción.
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El escritor no sabía cómo dar salida a su metaficción.
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Lentamente, muy lentamente, Sanada Takamori servía el té. Tanta parsimonia provocó tal estrés a Akechi no Yoritomo que éste sacó su katana y decapitó a Sanada.
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Para eludir la cárcel, al líder del Klan sólo se le ocurrió una idea: echarse una novia afro.
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POSVERDAD
Encuesta del CIS de Tezanos.
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Detrás de aquella puerta que su novio le había prohibido abrir no encontró nada. Él sólo trataba de hacerse el interesante.
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A las nueve puso las noticias. La policía se había enfrentado a los manifestantes. Una nueva intoxicación alimentaria, por pulpo esta vez. Nada nuevo. A las nueve y cinco volvió a conectarse a Netflix, a desconectar.
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–En mi coche habríamos llegao ayer.
–¿Al cementerio?
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El mal es banal. La banalidad es buena. Ergo…
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PARADOJA
Ola de frío durante la cumbre sobre el calentamiento global.
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La hija del líder del Klan se echó un novio afro.
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THE LOTTERY
He won. Was tasty.
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Sí, lo sé. Mi madre se pone negra cuando me ve con mi novia afro.
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Si ganamos, la guerra será justa.
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–¿Puedo hablar con la señora Mazur?
–Sí, soy yo.
–Llamo desde Robigoló S. A.
–Sí. ¿Qué quería?
–Hace poco usted contrató nuestros servicios.
–Sí.
–¿No leyó las instrucciones? Son bastante claras. No se puede lamer a los robots de compañía. En ningún caso.
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Comenzaron a entonar, una última vez, la canción de la libertad, dejándose llevar por el dulce aroma del sentimiento ácrata. El viejo espíritu volvió a fluir. Por un momento, se sintieron vencedores. Hasta que los disparos del pelotón ahogaron el himno.
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LOS TRES CERDITOS Y EL LOBO
Moraleja: contrata a un lobo para que te infle los globos.
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Soy delgada. Mis pechos son demasiado grandes. No entiendo nada de política ni de literatura. Ni siquiera he terminado los estudios secundarios. ¿No sé qué verán algunos hombres en mí?
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Aunque el turco se vista de europeo, turco se queda.
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En el último momento, cuando comprobó que su M4 se había quedado sin balas y que los insurgentes se acercaban, el cabo Tom Eisenberg pensó que, después de todo, en Hollywood no harían una película sobre su vida: no tendría un final feliz.
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AGGIORNAMENTO
El papa informó a los cardenales de que, en consonancia con la nueva doctrina ecocristiana, a partir de ese momento sus mucetas, roquetes, capelos y birretas serían verdes.
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Ana lo chequeó. La fuerza, el valor. Todo bien. El corazón, sin embargo, no le funcionaba. Mostraba cierta tendencia a la falta de escrúpulos, a la crueldad. La vida era demasiado corta, así que lo cambió por otro.
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Detrás de aquella puerta encontró otra puerta y otro guardián. K. comenzaba a desesperarse.
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How rude! He didn’t thank the poison.
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¡Qué mal educado! No me ha agradecido el veneno.
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TRÍO
Do ut detis.
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Estás delgadísimo. ¿Qué no comes?
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El marinero Thomas Blackley fue el único superviviente del naufragio del Halcón de Norfolk. Llegó a una isla desierta. Escribió un mensaje en una botella, que lanzó al mar. Fue recogida una semana después por el Estrella de Esmirna. Desgraciadamente, su capitán, Mehmet Hikmet, no sabía inglés.
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Cuando prohibieron el Klan, su alma se tiñó de negro.
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–Isabel, ¿por qué habéis ordenado encerrar al almirante?
–Lorenzo Badoz, mi médico, en quien confío plenamente, me aconsejó que hiciera una limpieza de Colón.
–¿Seguro que dijo Colón?
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Fritz Moser tomó una hamburguesa como esposa.
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Cuando acusaron a su marido de racista, su alma se tiñó de negro.
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J. P. Morgan era banquero. ¿Le gustaba robar? Se habría indignado si alguien se hubiera atrevido a hacerle esa pregunta, aunque su barco se llamaba Corsair y gustara de ondear en él la bandera negra con la tibia y la calavera.
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Ella me cuenta que lleva esperando toda la vida a un hombre que la comprenda. No se da cuenta de que yo la comprendo.
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Eres Rastignac cuando llegas a la Pensión Vauquer a principios de semana. El miércoles te has convertido en Vautrin. El viernes eres Goriot.
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Menos lobos, Caperucita. ¿Caperucita? ¿CAPERUCITA?
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Tenía una esposa y dos amantes.
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El alma de Fausto se tiñó de negro cuando leyó la letra pequeña del pacto.
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“Se aseguró la autoridad mediante la renuncia a ella.”
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–Fernando, ¿por qué quieres expulsar a los judíos?
–Porque Luis Alcañiz, que es un marrano, me ha dicho que tengo que hacerme una limpieza de colon.
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Para acabar la serie de fantasía heroica necesitó un ejército de musas.
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Mi alma se tiñe de negro cuando leo la letra pequeña del pacto que firmé con el diablo.
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Dios existe; el demonio, no.
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Por las noches, asustado, se escondía debajo de la cama. Tenía miedo del niño.
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La propia doctora Honcharuk probó la máquina reductora. Los resultados fueron exitosos. Sólo hubo un par de problemillas. No había forma de devolver al reducido a su tamaño inicial. Ahora hay que ver a la doctora Honcharuk por microscopio.
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ARGÁRICO
Pedí que metieran en la cista las obras completas de Borges, queso, piquitos, una decena de Voll-Damm, una libreta Moleskine y uno o dos bolígrafos BIC de punta fina.
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El Papa corona a Carlomagno que, enfadado, le arranca la tiara al Papa de un bofetón.
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“Shoot the raccoons.”
“First, let’s dialogue.”
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Valérie, que se ha puesto hoy muy guapa, mira inquieta por la ventana. ¿Dónde se habrá metido el mirón del 4º C?
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Una hora de espera en el aeropuerto, dos horas de avión, una hora hasta llegar al hotel, dos horas y media de cola para entrar, codazos, empujones, una foto de La Gioconda que podrías haber contemplando en un libro, tranquilamente sentado en el sillón de tu casa.
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El capitán Oskar Hartmann arrojó todas las bombas. El infierno llegó a la catedral gótica.
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Pasó quince años recorriendo Italia de arriba abajo y nunca se acercó a la ciudad de las siete colinas. Aníbal demostró que no todos los caminos conducen a Roma.
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Tres mujeres vestidas de negro. Seis urnas funerarias.
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Lisístrata propuso hacer una huelga a la japonesa. Atenienses y espartanos, cansados de hacer el amor, dejaron de hacer la guerra.