Me mostró la palma de su mano. La estudié durante unos instantes. Adiviné la ruina económica familiar después de que la despidieran del trabajo. La volverían a contratar y la volverían a despedir. Y ya no trabajaría más. Vi un trágico accidente de coche en que moriría su único hijo. Vislumbré el ataque al corazón que mataría a su marido. Sólo hallé una buena noticia: superaría el cáncer de laringe, aunque perdería una cuerda vocal. Observé años de soledad, dolor y tristeza. Presentí una larga vejez en el olvido.
Como siempre, le dije que en el futuro sería muy feliz.
Relato publicado en El Narratorio. Antología Literaria Digital nº 13