domingo, 19 de abril de 2020

Papelera

Ana María Shua: “Y, sobre todo, NO INVENTE”.

Día 36. La Universidad de Miskatonic asegura que España lo está haciendo de miedo.
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Lord Kettlethorp ha decidido no tener biblioteca. De esa manera, nunca lo encontrarán en ella muerto con un abrecartas clavado en el corazón, ni ningún detective, para resolver su asesinato, meterá sus narices en la vida de su familia.
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Era martes cuando di con el tesoro: veinte mascarillas autofiltrantes y ochenta guantes de nitrilo.
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¿Polifemo es ciego o tuerto?
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–¿No me vas a pagar?
–¿Pagarte? Tú te empeñaste en limpiarme los zapatos.
–Que yo me empeñe en…
–Tú me preguntaste muy amable si yo quería tener los zapatos más brillantes de la calle 37. ¿Recuerdas?
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–Eres insoportable. No sé, no sé por qué me casé contigo.
–¿Que no sabes? Pues porque tengo un piso de renta antigua en el centro.
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–En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
–¿En el paraíso? ¿Y no podríamos vernos en alguna taberna?
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–¿Quiere orégano? ¿Le echamos extra de atún?
–Me da igual.
–¿Y algo para beber?
–No se preocupe –dijo el conde–. Me apañaré.
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Los extraterrestres prepararon el terreno. Sembraron entre los terrícolas amor, tranquilidad, pereza, blandura, calma, flojedad. Cuando llegó la flota invasora, la Tierra cayó como fruta madura.
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PALABRICIDIO
Cada año, cien palabras del idioma castellano mueren. Están enterradas en los libros de Álvaro Pombo.
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El visir desoyó al califa. El califa desolló al visir.
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El ministro desoyó al Gran Líder. El Gran Líder desolló al ministro.
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Holló el bar y, un poco más tarde, oyó a su mujer.
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Dios juega a los dados. Les gana la túnica de Cristo a los legionarios romanos.
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TALIÓN
Los humanos perdieron la fe en Dios. Dios perdió la fe en los humanos.
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No sé si he soñado que soy una mariposa o que he estado en el paraíso y que allí me han dado una rosa. Lo que no entiendo es qué hace un dinosaurio en mi dormitorio.
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Platero es pequeño, peludo y suave, pero no, no puede sacarlo a pasear durante el confinamiento.
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–Creo que somos la pareja perfecta.
–¿Por qué?
–De ti dicen que eres una viuda negra; de mí, que soy un moscón.
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Leí una Breve historia de la Revolución mexicana. Tenía más de 300 páginas. ¿Cuántas habría tenido si no fuera breve?
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Cuando los cuervos me sacaron los ojos, dijisteis que era su naturaleza. Cuando los maté, me acusasteis de crueldad.
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No, no me muero porque no quiero que mi madre se lleve un disgusto por no organizarme un buen funeral.
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Cthulhu quería comerse el mundo. Empezó bebiéndose los océanos.
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El conde no puede aguantar más. El confinamiento está acabando con él. Está sediento. Llama para que le traigan una pizza.
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La última tentación de San Antonio fue que le retrataran los mejores pintores del mundo.
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E. T., el extraterrestre. A. T. S., el ayudante técnico sanitario.
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La que luego fue mi mujer, llegó temprano a nuestra primera cita. Debí sospechar.
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El presidente aseguró que no permitiría los bulos. El ministro de Interior ordenó a la policía que detuviera al presidente por difundir bulos.
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Era martes cuando di con el tesoro y perdí un amigo.
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En realidad, los extraterrestres ya nos conquistaron y somos sus esclavos: criamos las vacas que a ellos les gusta tener en sus terrarios.
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–Yo llegué a mi hora, estoy callado y soy el único que se queda sin fotocopia. No es justo, don Ernesto.
–No, no es justo, Plácido.
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Día 31. Como la cuarentena no acabe dentro de nueve días, voy ponerle una denuncia al Gobierno en la RAE.
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Los espejos y la cópula son abominables porque multiplican el número de presumidas.
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CRUCE FICCIONAL
A Clark Kent le muerde una araña radioactiva. Ahora no sabemos si llamarle Super-Spider-Man o Spider-Superman.
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Los retortijones de barriga eran inaguantables. A Saturno no le quedó otra que dejarse derrotar por Júpiter.
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Jonás era tóxico. La ballena lo vomitó.
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BUSINESS AS USUAL
Alquila su perro. Diez euros por pasearlo durante veinte minutos.
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–Soy un caníbal vegetariano.
–¿Caníbal vegetariano? Eso es un oxímoron.
–No, no. Es que sólo como vegetarianos.
–Esto, yo como carne.
–¿Seguro?
–Ayer mismo devoré un chuletón…
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ESO HICIERON
Los padres de Hansel y Gretel no tienen comida. El padre propone abandonarlos en el bosque. La madre no está de acuerdo.
–Morirán sin duda –dice–. Los devorará un lobo o, quizá, una bruja. ¿Por qué no nos lo comemos nosotros?
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Kaczynski, you can’t eat a cake and have it too.
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Dentro de su caparazón, la tortuga sonríe porque la liebre, además de perder la carrera, ha sido multada por saltarse el confinamiento.
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Harta de escuchar a Jonás rezando todo el día, la ballena lo vomitó.
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Para que no hubiera dudas, se puso un parche en el ojo. Así pudo gobernar aquel pirata a los ciegos.
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–Hace dos meses me pediste que perdiera diez kilos, que me dejara barba, que me afeitara la cabeza, que leyera a Lydia Davis. Ya ves: lo he hecho, y he regresado.
–Lo siento. Demasiado tarde. Mi ex y yo volvimos hace dos semanas.
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–Elisabeth, tengo que decirte algo.
–Espero que no sea una de tus locuras, Friedrich.
–Dios ha muerto.
–¿Qué?
–Por coronavirus.
–Bueno, la verdad es que era muy viejo.
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Las cigarras han leído la fábula. Si no, se habrían extinguido hace más de veinte siglos, ¿no?
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Ahab dejó a su mujer porque llevaba sujetador con ballena.
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La policía le advirtió seriamente. Diógenes, para no ser denunciado por saltarse el confinamiento, aceptó vivir en un tonel.
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KARMA
Nakagawa Tanabu, ministro de Pesca, se reencarnó en ballena.
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Tenía 99,99 millones de dólares. Sentía que le faltaba algo.
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–Tendremos que ingresar a su marido en la UVI.
–¿Y no hay nadie que lo necesite más?
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Mi profesor de escritura me ha amenazado con la palmeta si utilizo algún adjetivo. Por eso, aquí no hay ninguno.
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–Te has saltado el confinamiento.
–No es verdad.
–No mientas. Te has saltado el confinamiento, y la ley es igual para todos.
–¿Qué se supone que he hecho?
–Has ido a visitar a una de tus furcias.
–Ah, ¿sí? ¿Y qué vas a hacerme, querida Hera?
–Mandarte al infierno, con tu hermano.
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–Te has saltado el confinamiento.
–No es verdad.
–Sabes que es verdad, y la ley es igual para todos.
–¿Qué se supone que he hecho?
–Has ido a visitar a una de tus furcias.
–Ah, ¿sí? ¿Y qué vas a hacerme, querida Hera?
–Mandarte al infierno, con tu hermano.
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¿Papeles? No, no perdí los papeles. Lo que le eché fue huevos.
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METAMORFOSIS
El confinamiento convirtió en ballena a la sirena.
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Veo el Telediario para mantenerme convenientemente desinformado.
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Ellos se comen a sus enemigos; los extranjeros, a su dios. Moctezuma piensa que los castellanos son unos salvajes.
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Lubricante íntimo, hijo mío. Es lo que necesitas para mantener satisfecha a Afrodita. Y no estés a todas horas en la forja.
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Papeles en blanco, amor sin sexo, tortilla sin huevos.
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DAYDREAM
España derrota a Estados Unidos y le exige la devolución de Florida, Luisiana y, ya puestos, de Texas, Nuevo México y la Alta Califor…
–Franco, deje de pensar en las musarañas.
–Sí, don Nicanor –responde Paquito Franco, de seis años, alumno del Colegio Narváez de El Ferrol.
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Menos mal que llegaron los turcos. Ya estaban hartos de discutir.
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MARTIN GUERRE
Odiseo fue derrotado por Polifemo, aunque no antes de dejarle ciego. Uno de los pretendientes tuvo una idea. Se ganó a base de longanizas el amor de Argos y, a base de engaños, mató a los otros pretendientes. En la cama, hizo dudar a Penélope: era demasiado fogoso. Fue entonces cuando el falso Odiseo tuvo que inventar las historias de Circe, Calipso, de la hija del rey de los feacios…
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Mil yuanes le costaron cada una de aquellas malditas pastillas, pero el señor Zhao sigue sin tener erecciones. Donde se ponga el cuerno triturado de rinoceronte.
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–¿Tiene algún libro de micros?
–A ver que mire… Sí, tengo varios: A golpe de micrófono, Dos años ante el micrófono, Micrófonos de paz…
–No, esos no.
–Algo más especializado, ¿no? Altavoces y micrófonos, Micrófonos inalámbricos, Técnicos de micrófonos en estéreo…
–No, no. Yo quería un libro de micros de Ana María Shua.
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NOTAS MENTALES
Para el próximo confinamiento: tener un perro, no tener mujer, no cenar, hacer acopio de levadura.
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En marzo y abril, las funerarias hicieron su agosto.
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–Papeles y más papeles. ¿Cuándo va a acabar esto?
–Nunca, nunca va a acabar. A no ser que mandes a freír espárragos al inspector de Hacienda. ¿Eres capaz de echarle huevos?
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–¿Qué pudo ver Borges en María Kodama?
–Ya sabes, el amor es ciego.
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¿Habría cambiado algo si Abel hubiera matado a Caín?
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El presidente del Gobierno se siente perseguido por las desgracias.
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–Me atacó una araña gigantesca.
–No será para tanto.
–Bueno, o la araña era gigantesca o yo era diminuto.
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–¿Puedo hacer una sugerencia?
–Las quejas y sugerencias, para después –le dijo el verdugo.
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Anna sueña que atraviesa el paraíso y que le dan una rosa. Cuando despierta, encuentra una rosa encima de la cama. Collons! Es Sant Jordi y no le ha comprado ese libro de Coleridge que iba a regalarle.
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Los sureños creían que los negros tenían que ser esclavos porque un supuesto antepasado suyo, una vez, rió.
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CÓMO TENÍAN QUE SER LOS OTROS
Con lo lento que soy, me sorprende que el espermatozoide que fecundó el ovulo del que salí fuera tan rápido.
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–Me he apostado con mis amigos que en 2020 habrá en España 40.000 muertos más que el año anterior. ¿Tú qué opinas?
–Que tus amigos y tú hacéis unas apuestas muy raras.
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K. sólo quería poner una queja. Le costó un mundo conseguir traspasar la puerta, pero lo peor vino a continuación. Lleva años recorriendo pasillos, despachos, negociados, departamentos. Ahora sólo le preocupa saber cómo demonios salir de aquel edificio.
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Rafa dejó que le picara una araña. Para su sorpresa no se convirtió en Spider-Man, sino en El Manquito.
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–Ya estoy de vuelta.
–¿Es que alguna vez has estado de ida?
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El psiquiatra siente que le persiguen los paranoicos.
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Dios creó el mundo en seis días. Matusalén vivió 969 años. Los israelíes vagaron por el desierto durante ochenta años. Salomón hizo el amor a la sulamita un año entero. La cronología bíblica es increíble.
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Hoy enseñaban en el Telediario cómo lavarse las manos. ¿No nos estarían lavando el cerebro?
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Silueta del cadáver de mi marido, restos de vómito, plásticos que dejaron los investigadores. Me toca limpiar, ahora que no soy sospechosa, porque estaba en un congreso en La Coruña. También tiraré el matarratas que guardo en el bote de jarabe.
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Papeles llenos de esbozos, de planes, de esquemas de actuación, pero nada de esto servirá, compañeros, si nadie se ofrece voluntario. Venga. Decidme. ¿Quién va a ponerle el cascabel al gato? ¿Quién va a echarle huevos?
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Por fin, después de muerto, consiguió convertirse en el alma de la fiesta.
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–Hace trece años que mi esposa y yo no hacemos el amor.
–¿Tu esposa? Creía que la mujer con la que vivías era tu hermana.
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Papeles, papeles y más papeles. Siempre estás escondido detrás de ellos. Así no conseguirás nada, Maximilien. Tienes que enfrentarte a ellos cara a cara, con sus mismas armas. ¡Échale huevos!
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–¿No sabéis que ha pasado con la gallina?
–Ya no ponía huevos. Era muy vieja. La hemos llevado a un hogar de gallinas jubiladas.
–¿Podré visitarla algún día?
–Sí, claro, pero ahora tienes que comer. ¿Qué, te gusta el pollo asado?
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–¿Sigues a Jesús?
–Pues claro que no. Está clavado en la cruz. No se puede mover.
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–Mi carro me lo robaron, de noche cuando dormía.
–No se queje, hombre. Ya me gustaría a mí tener un sueño tan profundo como el suyo.
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Balzac se siente perseguido por los acreedores.
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In vino felicitas, tranquillitas, locuacitas.
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La manifestación feminista del 8 de marzo de 2020 mató más mujeres en dos horas que la violencia machista en doscientos años.
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Si no respiraran automáticamente se morirían.
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Imbécil, ¿para qué quiero yo toda esa basura estelar? Te pedí la Luna, ¡la Luna!, no un millar de estrellas solitarias.
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–¿Has renunciado al ingreso mínimo vital?
–Sí.
–¿Y eso?
–Por la letra pequeña. Había que ver diez películas de cine español al mes.
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Mi mujer bosteza cuando ve la tele, bosteza cuando come, bosteza cuando hacemos el amor, bosteza cuando esté en el súper.
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–Oí la llamada de Dios.
–¿Y no serían acúfenos?
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No sé quién tiene razón. Mi mujer me dice que no tengo cabeza, pero mi sombrerero asegura que la tengo grande.
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–Tiene otitis.
–¿Qué?
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A mi mujer le daría algo si tirara la toalla. Por eso la meto en la lavadora.
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La locura de Sancho es asintomática.
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Al jefe de la Armada boliviana nunca le han hundido un barco.
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Muchos muertos por culpa de unos vivos.
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–Diga.
–¿Es el teléfono de las lágrimas?
–No, señora. Éste es el teléfono de la migraña.
–Pues dolor de cabeza no tengo. Me han puesto con este número.
–Llame al 2228.
–Ya, es la centralita, sí. Me han puesto con ustedes.
–No llore, señor.
–Es que estaba llamando al teléfono de las lágrimas.
–A ver, ¿no será que llora porque le duele la cabeza?
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Gracias a los jinetes de la estepa (hunos, jázaros, kabares, pechenegos, búlgaros, mongoles…) tenemos la Gran Muralla, el Kremlin, el Taj Mahal, el Gur-e Amir, Hungría, el tartar, el yogur, los viajes de Marco Polo, la Peste Negra, la primera parte de la película Iván el Terrible, la turbadora mirada de Charles Bronson…
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EL EROTÓMANO
Mi jefa me ha gritado hoy que soy un inútil. La pobre no lo puede disimular. Está enamorada de mí.
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Estados Unidos busca la felicidad de sus ciudadanos; el Estado español, joder a los suyos.
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–Hola. Llamaba para quejarme. Internet no funciona.
–¿Debe enviar un correo electrónico con su queja?
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Día 37. Mi mujer y yo vamos a hacer un divorcio ológrafo.
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Sí, soy vegetariano. Después de todo, cuando devoro una loncha de jamón, en realidad estoy comiendo bellotas.
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Lovecraft se siente perseguido por sus fantasmas.
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Era martes cuando di con el tesoro en una librería de viejo: las obras completas de Borges sin los retoques de María Kodama.