domingo, 10 de mayo de 2020

Muerta

Está harto del ruidito. Se lo quita a su nieto y, aparentemente sin dificultad, lo parte en dos. Fernando mira sorprendido a su abuelo y comienza a llorar. Va a la habitación de estar y se acerca a su padre, que está leyendo algo en el móvil.
–Déjame, Fer. Busca algo que hacer.
Fernando regresa a la terraza y observa el desastre. No puede creer lo que ha pasado.
–En mis tiempos no necesitábamos nada para divertirnos –le dice su abuelo.
El niño recoge los trozos y trata de unirlos. Nada. La consola está muerta.

Micro para el Concurso de historias sobre nuestros mayores