A Rosa Gil
–¿Te gusta la brevedad?
¬Estaría encantado de decirte que me gusta la concisión, la brevedad, lo mínimo, pero te mentiría. Gozaría poniéndome delante del ordenador y escribiendo, mientras escucho algún disco de Dire Straits, páginas y páginas, como hace Stephen King. Me gustaría terminar un cuento en una semana y una novela en un par de meses. Daría mi vida por escribir un novelón de quinientas páginas. Cuando veo los volúmenes de Canción de fuego y hielo, me muero de envidia.
–No lo entiendo. ¿Por qué escribes entonces microrrelatos?
–Esa es mi tragedia. Escribo microrrelatos porque tecleo a dos dedos.