lunes, 7 de septiembre de 2020

Papelera

Morton Feldman: “Durante años he dicho que rivalizaría con Mozart si fuera capaz de encontrar una silla cómoda”.

Cuando Sansón despierta, se da cuenta de que Dalila le ha cortado el pelo. Suspira aliviado. Se acabó el problema con los piojos.
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Multaron al niño: el castillo de arena violaba la Ley de Costas.
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Mi nuevo robot doméstico es buenísimo. Incluso me ríe los chistes. Pero debo tener cuidado. Ya se ha destornillado dos veces.
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LA LOTERÍA
Sacaron un papel de la primera caja: estaba escrito su nombre. Comenzó a sudar. Sacaron un papel de la segunda caja: había que cortar. No pudo evitar temblar de miedo. Sacaron un papel de la tercera caja: el pelo. Resopló aliviado.
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La muerte no le curó el sonambulismo. Ahora que es un fantasma, recorre la casa a pleno día.
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He comprado los tres volúmenes de la Historia de la decadencia y caída del Imperio romano. Tenía un hueco que cubrir en el mueble-bar.
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Quiere lo que tiene porque comprendió que nunca tendría lo que quería.
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El astronauta saltó al vacío. Sigue cayendo.
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Uno llevaba en la mano un leño; el otro, una quijada de burro. Éste fue más rápido.
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Pues no sé si mereció la pena: de Moby Dick sólo sacamos cuarenta y dos barriles de aceite.
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Las vacas son boccato di extraterrestri.
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TALIÓN
Miró a la reina con ojos de deseo. Los leones le miraron con ojos de deseo.
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REGRESIÓN
Empecé escribiendo novelas. Pasé pronto a los relatos. Ahora estoy centrado en los microcuentos. Pronto no escribiré nada.
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Aquel tipo había visto muchas películas de Sergio Leone. Quería que saliéramos a la calle polvorienta y nos batiéramos en duelo. Me toqué el ala del sombrero y le dije:
–Tú primero.
Cuando abandonaba el saloon, le metí seis balas por la espalda.
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“Quitarse la vista es tan estúpido como intentar vivirla.”
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No besó a la Bella Durmiente porque no quería que le cayeran cinco años por abuso sexual.
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EL COLMO
Fue multado por vender copias piratas de Piratas del Caribe.
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A K. le costó entrar y le está resultando imposible salir.

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PARADOJA
Una hipoteca con un interés del 2,5 % tiene poco interés para mí.
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Padre Nuestro, que estás en el cielo, ¿por qué no te das una vuelta por aquí abajo de vez en cuando?
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Le persiguieron. Le obligaron a abandonar Florencia. Dante les mandó al infierno.
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Cuando una vidente le dijo que moriría en un castillo, se hizo marinero. Llegó a capitán. Le mató un cañonazo. Murió en el castillo de popa.


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Perdió a su amante, el trono, sesenta y cinco millones de euros. Matar al elefante le dio mala suerte.
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CORRELACIÓN
Si en febrero dijo que el coronavirus era una gripecilla, es muy probable que ahora, en septiembre, le eche la culpa de todo a la presidenta de la Comunidad de Madrid.
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Eres débil: no has suspendido a nadie.
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–Somos alienígenas.
–Está claro.
–Y queremos exterminar a todos los humanos.
–Lo sé. 
–¿Y tú, humano, quieres ayudarnos?
–Pues claro.
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Cuando llegaron rumores de la epidemia, se confinaron en el castillo. Nadie enfermó. La Peste Negra pasó de largo.
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AVISO IMPORTANTE
Sepa que, cada vez que utilice un coche de gasolina o diésel, está favoreciendo el enriquecimiento de monarquías autoritarias.
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Lo que enloqueció a las sirenas fue que Ulises les pidiera un bis.
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Aparcaron sus diferencias en una zona de línea amarilla.
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Tenía una idea, pero no sé dónde la dejé.
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Le dan el alta del hospital psiquiátrico. Después de todo, no es un loco violento. Pero le recomiendan que se siga sacando sus demonios de encima, que escriba. Es lo que hace Lovecraft.
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El policía fue condenado a cinco años de cárcel en aplicación de la ley Biden: se atrevió a responder a los disparos de un delincuente.
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Cuando un zorro devora a una comadreja, ¿se puede hablar de fusión?
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La jornada de hoy ha sido dura: el doctor Freud ha tenido un día de locos.
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Entró en el castillo, mató al dragón y liberó a la princesa. Fue condenado a veinte años de prisión por asalto, maltrato animal y rapto.
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–Te casaste conmigo por mi dinero.
–¿Por tu dinero? Me casé contigo por el dinero de tus padres.
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Iba tan rápido que no conseguí alcanzar el orgasmo.
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Ante las protestas de los animalistas, el mago saca ahora de la chistera coliflores.
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HIC ERANT DRACONES
Bastante chamuscado, Jorge fue a ver al cartógrafo para decirle que tenía que corregir el mapa.
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Queríamos conquistar el cielo, pero éramos –ahora lo comprendemos– unos soñadores. Ahora nos confirmamos con dominar el BOE.
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Accedí a la tumba por un pozo vertical. Allí estaba el escarabajo dorado, el símbolo de Userkara. Entré. La momia apareció frente a mí.
–Vas a morir –me dijo en el antiguo idioma.
–Y tú vas a explotar –le respondí en mi lengua, al tiempo que le mostraba la bomba.
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El arquero disparó varias flechas. Luego, alrededor de ellas, dibujo una diana. Quedó contento con el resultado: varias flechas se habían clavado justo en el centro.
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–Hija, ese novio tuyo se dedica a construir castillos en el aire.
–Es un genio, ¿eh?
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AL MISMO TIEMPO
Los británicos ayudaban a los españoles a librarse de los franceses y a los criollos a librarse de los españoles.
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En un día como hoy, pero de 1456, una mujer salió de casa y vio una lagartija moviéndose por la pared de la casa de enfrente. Enseguida recordó que tenía que ir  a la fuente a por agua.
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Después de varios eones, vinieron a recoger el ganado. Se sorprendieron. Sólo encontraron siete mil millones de humanos. Esperaban veinte mil millones.
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El vendedor cometió el error de robarle un minuto a un policía de incógnito.
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Confundió el castillo con una venta. La que se lió cuando don Quijote llamó ventero al duque.
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Vivían en simbiosis y, una vez que dejó de haber doncellas, desaparecieron los unicornios.
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–España es un país afortunado: nunca ha sido bombardeado por los Estados Unidos.
–Nos quitó Cuba.
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Detrás de una mujer que siempre lleva pantalones hay otra mujer.
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Balzac no ha dormido en toda la noche. Ayer introdujo un nuevo personaje en la novela que está escribiendo y se le olvidó indicar cuáles eran sus ingresos.
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Todos supieron que el Apocalipsis había empezado cuando los relojes de sol dejaron de funcionar.
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EL COLMO
Tuvo que pagar impuesto de sucesiones por las enfermedades que heredó de sus padres.
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Bloguea en Blogger y bloquea en Twitter.
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Berlín, 28 de marzo de 1945. Interior del Führerbunker. Penumbra. Aire cargado. Se oyen explosiones lejanas. Hitler, encorvado, observa un mapa. Entra Goebbels.
HITLER: ¿Qué quieres?
GOEBBELS: Mein Führer, he encontrado un nuevo lema.
HITLER: ¿Sí? ¿Cuál es?
GOEBBELS: Alemania puede.
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–¿Mueren las horas, abuela?
–Se acaban, se mueren, sí.
–Y una vez que mueren, ¿qué se puede hacer con ellas?
–Nada.
–Entonces, ¿por qué me dice mamá que aproveche las horas muertas?
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Nunca creí que me engañaría con otro. Después de todo, nos habíamos conocido en una reunión de Cornudos Anónimos.
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El jeque quería un típico castillo escocés: tuvo que comprar uno que había en California.
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Cada vez que ve el cartel indicador del desvío a Herencia, la ministra de Hacienda saliva.
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Dios: Soi D.
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Decidí quedarme calvo para que no dijeran de mí que tengo menos de tres dedos de frente.
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El mismo día en que Christophe desapareció, Danièle recogió a aquel horrible perro callejero. Todos creyeron que se había vuelto loca cuando dijo que el chucho era Christophe. A Danièle le divirtió la idea. Así nadie sospecharía era una asesina. 
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–¿Duermes?
–Como un tronco.
–¿Como un tronco?
–Como un tronco en el aserradero.
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Firmó un manifiesto a favor del rey Juan Carlos y un manifiesto en contra de Juan Carlos de Borbón.
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Salomón, cansado de verlas discutir, dijo unas palabras en idioma egipcio. Se produjo un fogonazo. Las mujeres, asustadas, cerraron los ojos. Cuando los abrieron, dos bebés lloraban. Eran exactamente iguales.
–Quedaos cada una con un niño –dijo el rey.
–¿Y para qué quiero yo un mocoso? –preguntó una de las mujeres.
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En otoño caen a las librerías todos los libros escritos durante el verano.
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El príncipe y Cenicienta se casaron y vivieron una vida anodina.
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Vistos los ingresos que consiguen gracias a los turistas, ya no le llaman el Rey Loco.
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Erzsébet Báthory fue encerrada para pagar por sus pecados. No le dieron comida ni agua, pero a ella le dio igual. Bebió su propia sangre. Comió su propia carne. Disfrutó su prisión.
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Invierno crudo era su vida. Pero todavía le quedaba algo de esperanza. Esperaba una tarde primaveral. Esa era su fe.
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Si escribo, me pregunto por qué escribo y dejo de escribir. Si no escribo, me preguntó por qué demonios no escribo.
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Somos tan avanzados que tenemos medidores de polución.
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Freud le enmendó la plana a Shakespeare cuando escribió que los sueños están hechos de la misma materia de la que estamos hechos los hombres.
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PARADOJA
El Plural no es un periódico plural.
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Aspiró profundamente. Le dio un ataque de tos. Definitivamente estaba de regreso a la ciudad.
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Salté el foso. Atravesé las murallas. Consiguió detenerme un rato en el patio de armas. Me di un homenaje en la torre.
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EL COLMO
Insomnio Pérez dormía como un tronco.
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MATEO 5, 30
No he podido resistirme: he pecado. Ahora no sé si cortarme la mano derecha o…
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De acuerdo con lo establecido en Ley Orgánica 5/2016, de 4 de marzo, de Microficciones y Textos Hiperbreves, si no le gusta este microcuento, no es necesario que lo relea.
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–Vengo a pedir la mano de su hija.
–¡Grosero! Mi hija perdió ambas manos en la guerra.
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¡Qué suerte tiene mi hija! Todo un conde la ha invitado a su castillo.
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PECADO ORIGINAL
Bajar de los árboles, hacernos bípedos.
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Invierno terrible fue el del coronavirus. Luis perdió a Laura y su fe.
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Decidí quedarme calvo para que no dijeran de mí que tengo menos de tres dedos de frente.
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Mahoma fue a la montaña y desapareció. Su mujer envió a varios criados para buscarle. No dieron con él. Los árabes siguen siendo politeístas.
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Aquel insolente que me preguntó si mi castillo estaba en venta tenía la sangre fría.
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Encontró un lobo ahíto.
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Es tan comodón que vive en el exilio interior.
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PRINCIPIO DE NOVELA
Había sido una ciudad que tuvo un Corte Inglés.
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–¿De qué se acusa a mi hijo?
–De abuso sexual, majestad. Besó a la Bella Durmiente.
–¡Qué tiempos estos! Yo besé a Blancanieves y todos me consideraron un héroe. 
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Corté el cable. Se apagó.
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Perspectiva incierta. Ahora mismo no me quiere y le quedan cuatro hojas a la margarita.
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Iba a preguntarle cuál era el perímetro de un rombo cuyas diagonales midieran 16 y 12, pero la reina, escondida detrás de las cortinas, le hizo el gesto convenido: sí, aquel joven era bastante apuesto. Por lo tanto, la esfinge le hizo una pregunta muy sencilla.
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Ridículo infinito sintió el astrónomo que había confundido varias motas de polvo con una nueva constelación.
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Chispas saltaron entre nosotros. Tuve que alejarme. Pero no porque le temiera: no quería que se me incendiara la barba.
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¿Te lo puedes creer, tía? Tuve que morder a un perro para salir en las noticias.
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–Tome. Dos óbolos.
–Se equivoca: la tarifa por cruzar el río Aqueronte es un óbolo. 
–Prefiero pagar dos. Y que, a cambio, no me cante las verdades del barquero.
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Aquella actriz es una gigante roja: es una estrella que ha dejado de brillar.
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El recién nacido no para de llorar. Es insoportable. Ha empezado a escribir un nuevo libro y no puede concentrarse. Le dice a la mujer con la que vive que haga algo. Ésta se limita a mover los hombros. Los niños son así. Un día ya no aguanta más. Se levanta temprano y lleva el bebé a la inclusa. Cuando llega a casa, puede escribir tranquilo durante horas. termina el primer capítulo del Emilio, libro en el que expone sus ideas sobre la educación.
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Volaba amarrado a una cuerda. ¿Me habría gustado alcanzar la libertad? Sí, habría sido una delicia… No, miento. Ni en pintura quería emanciparme. Prefería la claridad de la sumisión a la negrura de la independencia. Después de todo, yo era una cometa muy normal. 
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La ceguera y la vejez libraron a Borges de los espejos y la cópula.
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Todos oían los gritos de la mujer. Nadie los escuchaba.
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Si don Quijote, en el capítulo 18, ha perdido ya cuatro muelas, ¿cuánto tardará en perder todos los dientes? Cervantes hace cuentas, pero no le salen. Nunca se le dieron bien los números. Es por eso que está aquí, en la cárcel de Sevilla.
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–¿Cómo es que ya no te preocupa el coronavirus?
–Me lavaron el cerebro a más de 60º.
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ÚLTIMA HORA
El Gobierno anuncia una buena noticia para los futuros pensionistas: aquellos trabajadores que hayan cotizado más de 50 años y se acojan a la jubilación anticipada sólo verán recortada su paga un 10 %.
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Niega a los negacionistas.
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–Eres un inútil. No sabes hacer nada.
–Te equivocas. Se me da bien no escribir obras maestras.
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Abrieron los colegios. Nadie entró.
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Dos cañas, tres euros.
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ALLEGRO MA NON TROPPO
Aceptó mi invitación, pero sólo a tomar café.
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IBA CON EL CARGO
A los dos meses, le dijeron si quería publicar un libro. La verdad, nunca se lo había planteado. No, no quería publicar un libro. Pero insistieron. No era necesario que lo escribiera. Bastaba que encargara a alguien que recopilara textos. Podía encargarse únicamente de escribir el prólogo. Un mes después el libro estaba en venta. Pero no acabó así. Le pidieron otro. Una carta, entrevistas, cualquier cosa. Seis meses después de publicar el primero, estaba en las librerías el segundo. Le preguntaron cuál sería el siguiente. Estaba agotado. Tenía que levantarse a las seis de la mañana para que le diera tiempo. En ocasiones, eran las dos de la mañana y seguía corrigiendo pruebas. Estaba agotado. Se plantaría: diría que no publicaría más libros. Imposible. Había gente que esperaba la siguiente publicación del Papa. 
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El Titanic comprendió que si no se hundía en la primera travesía no pasaría a la historia.
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–Como no pudieron arrancarle la confesión, lo mataron a puntapiés.
–¿A puntapiés? ¡Qué brutos! ¿Y por qué no utilizaron la picana eléctrica?
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–Hola. Mire. Un cliente mío tiene un piso en la calle Mercedes Sanz-Bachiller. Creo que ahora la calle se llama Infanta Cristina, ¿no?
–…
–Claro, claro. Ya decía yo. Me dio una factura de agua y vi que en la dirección ponía calle Clara Campoamor. 
–…
–Vaya por Dios. Han vuelto a cambiar el nombre de la calle.
–…
–¿Me pude deletrear el apellido?
–Te, hache, u, ene, be, erre, ge. Thunberg. Calle Greta Thunberg. ¿Es correcto?
–…
–Bien. Gracias.