Le gusta tanto leer que lo que más disfruta en el cine son los créditos finales.
--
LO DE SANSÓN
El arquitecto y el peluquero se echan las culpas mutuamente.
--
–Fueron felices y comieron perdices.
–Pero ¿todos los días o sólo de vez en cuando?
--
–Pasa, Paco.
–Danke dir.
–¿Qué quieres, que te expatríen a Alemania?
–Ojalá.
--
–Puedo prometer y prometo que cambiaré el país.
–Pero ¿a mejor o a peor?
--
Eres un procrastinador.
–¿Un procrastinador? ¿Qué es eso?
–Búscalo en el diccionario.
–Mañana lo haré sin falta.
--
La frutera me dio calabazas.
--
ACCIDENTE DE CAZA
El pobre tigre murió porque se le atravesó en la garganta la hebilla del cinturón.
--
Mi psicoanalista, con sus síndromes y sus complejos, me está volviendo loco.
--
–¿Quiere el acusado añadir algo más?
–¿Algo más? ¿No le parecen suficientes el robo, el secuestro y el asesinato?
--
Aristóteles quedó muy turbado cuando Alejandro le confesó que estaba enamorado platónicamente de él.
--
El paranoico tuvo que dejar Twitter: le seguían muchos desconocidos.
--
–¿Por qué me ha dado un golpe en la oreja?
–Quería comprobar si era cierto que usted era duro de oído.
--
–Vengo a hacerle una inspección de Hacienda.
–¿Y no puedo cambiarla por dos colonoscopias?
--
–Te amo.
–Pues lo siento, pero yo no quiero ser tu objeto directo.
--
–Mira. Por allí viene el príncipe. Distraído, como siempre. ¿Qué es lo que dice?
–Ser o no ser.
–Va de cráneo.
--
Quería suicidarme. Fui a una tienda de armas, pero no quisieron venderme una pistola. En la ferretería me dijeron que no había cuerdas. La farmacéutica me miró raro cuando le pedí una píldora de cianuro. Los sábados no hay trenes. Cansado, lo dejé para otro día.
--
–¿Cómo prefiere morir el acusado?
–¿Qué opciones hay?
–Ahorcado, descoyuntado o desmembrado.
–Pues no sé. Voy a pedir el comodín del público.
--
Magallanes quería llegar a las islas de las Especias. Todo le importaba un comino.
--
CURRICULUN VITAE
Dejó de leer.
--
Durante la guerra, los expertos camuflaron la ciudad para que no fuera bombardeada. Lo hicieron tan bien que ahora no sabemos dónde está.
--
Estaba cansado de que discutieran. Me bebí medio vaso de agua y zanjé la cuestión.
--
–El león comía de mi mano.
–¿Por eso eres manco?
--
–Ábrete, Sésamo –dijo.
La piedra siguió en su sitio.
–Sésamo, ábrete –probó.
Ni un solo movimiento.
–Ábrete.
Nada.
Reflexionó durante un instante y por fin dijo:
–Uno, dos, tres, cuatro.
Muy, muy lentamente, la piedra que tapaba la entrada de la cueva comenzó a desplazarse.
--
Me casé con una mujer tan inteligente que no sabe planchar.
--
OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
La rebelión de los robots acabó bruscamente tres años después de haberse iniciado.
--
Le duele la cara de ser tan guapo. Se la partí.
--
Colesterol, trombosis, leucemia, VIH, talasemia, hemocromatosis, hemofilia, anemia… Y luego se extrañan de que los vampiros nos estemos extinguiendo.
--
LEY DE STURGEON
Me deshice del 90 % de los libros que mi tío me legó en su testamento.
--
Los alienígenas vinieron en son de paz, y todo fue bien hasta que alguien descubrió que cocidos en su salsa eran boccato di cardinale.
--
Mi marido me pidió que le incinerara, pero en ningún momento, señoría, me especificó que cuando se muriera.
--
Desperté. Tenía una estaca clavada en el pecho. ¡Maldito Van Helsing! ¡No se entera! Me ha vuelto a estropear una buena camisa.
--
Sospecho que mi paranoia no mejora. Esta mañana vi una nube que se parecía a mi psiquiatra.
--
MONOPOLIO DE OFERTA
Caronte les dijo que, si un óbolo les parecía demasiado caro, buscasen otro barco que les llevase de un lado al otro del Aqueronte.
--
Los aqueos estaban tan concentrados construyendo un caballo de madera –a saber para qué lo querían– que el ataque de las tropas de Príamo les pilló por sorpresa. La victoria de los troyanos fue total.
--
Abrumado por los nervios del estreno, el autor que interpretaba a Godot no se presentó. Asombrosamente, la obra recibió excelentes críticas.
--
A mi novela le cuesta arrancar. Voy a tener que llevarla a un taller literario.
--
Cuando viajaba en coche eléctrico entre Madrid y La Coruña, sintió lo mismo que los que atraviesan el desierto con sólo una botellita de agua.
--
Jacob y Wilhelm Grimm fueron acusados de cacería de brujas.
--
–Quiero poner una reclamación contra la compañía aérea.
–¿Le han extraviado las maletas?
–Me han extraviado a mí.
--
Orazio, su padre, le dijo que ninguna mujer podría pintar como un hombre, que las mujeres sólo servían para ocuparse de las labores del hogar. Añadió que ninguna mujer había hecho jamás nada destacable. Artemisia pintó entonces Judit decapitando a Holofernes.
--
Algunos construyen muros para disuadir a los que quieren entrar; otros, para impedir que sus ciudadanos escapen. Los chinos son los únicos que han construido un muro como atracción turística.
--
Me he lastimado una mano como Cervantes y Valle-Inclán. Me que he quedado ciego como Milton y Borges. Me he endeudado como Balzac y Dostoievski. Bebo como Omar Jayam y Hemingway. Pero no consigo escribir.
--
Cuando Hernán Cortés llegó a Tenochtitlán, le recibió el eunuco Yue Xiang, virrey del excelso emperador Jiajing.
--
–¿Por qué hay que usar mascarilla?
–Mira, mira lo que les pasó a los marcianitos de Wells.
--
–¿Le amas?
–Le amo como Agripina amaba a Claudio.
--
–Dicen que han visto el fantasma de Kant en la Universidad de Kaliningrado.
–¿Cómo saben que es el fantasma de Kant?
–Porque todas las noches aparece exactamente a la misma hora.
--
Es el fantasma el que tiene un trastorno obsesivo-compulsivo: se pasa toda la noche abriendo y cerrando puertas. No entiendo por qué soy yo quien tiene que acudir al psiquiatra.