viernes, 13 de agosto de 2021

Papelera

Arthur Conan Doyle: “No había dejado que el miedo le atenazara ni que el entusiasmo le abandonara”.

El interrogador, que había estudiado latín en la escuela, se pasó de listo. Le dio al prisionero vino.
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–Consulté antiguos textos hindúes.
–¿Y qué conclusión sacaste?
–Ninguna. No sé leer sánscrito.
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–¿Cómo que no quieres ser funcionario? –le preguntó su padre, al tiempo que le arreaba un sopapo que le derribó al suelo.
Fue por eso por lo que, cuando tuvo edad, Adolf Hitler ingresó en el servicio civil austriaco, en el que sirvió hasta 1949, el año de su retiro, después del cual se dedicó a su gran afición: pintar acuarelas.
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Como escritor, era un caso desesperado. Necesitaba a las nueve musas.
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Sabía bien lo que ocurriría. Estaba avisado. Así que no puede poner ninguna excusa: Orfeo asesinó a Eurídice y por tal hecho será juzgado.
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EL COLMO 
El pirata informático fue cogido en la red.
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WELLSIANA
Las autoridades terrícolas declinan cualquier responsabilidad en el caso de que un turista alienígena no esté vacunado.
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Me hice un lío. Yo quería tirar la toalla y arrojé el guante.
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–¿Qué te ha pasado en el brazo?
–Pues ya ves. Lo perdí en un accidente.
–Uh, lo siento.
–Bah, tengo otro.
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Todos los magistrados eméritos han pasado ya por el juicio final.
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Dice que no quiere dormirse nunca más. Uno le da un café bien cargado. Otro le propone leer un libro de Lovecraft. El tercero le dispara, pues así no dormirá más.
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ADULTERIO
Mati, la mujer de Zebul, soñó que se acostaba con el bello Mansés. El juez la condenó a que soñara que era lapidada.
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NATURAL
El tiranosaurio le mató a sangre fría.
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EN CASA DEL HERRERO…
El psicoanalista tomaba somníferos para no soñar.
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Aunque sabía que no se lo concederían, pidió a los milicianos un último deseo: que dejaran de emplear tantas palabrotas.
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Para el déspota, respirar y conspirar son sinónimos.
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Es tan tonto que siempre utiliza el narrador omnisciente.
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Guarda una pistola en el armario, que siempre lleva a todos lados. La gente le mira por la calle cuando le ve con él a cuestas.
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Tengo fe en que la montaña no se moverá.
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Fue expulsado de Compositores Anónimos porque era la nota disonante.
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No fue admitido en Tatuados Anónimos porque sólo tenía quince tatuajes.
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Estaba muriendo lentamente. Impaciente, le tapé la cara con la almohada y apreté, apreté.
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EL COLMO
Aquel cuerpo serrano era de una vegana.
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–¿Estás bien?
–Perfecto.
–¿No estarás incómodo? ¿Es demasiado estrecho?
–No.
–Entonces, quizá te sobre un poco.
–Que no, Procusto, que te he dicho que ni me sobra ni me falta.
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No deje a los niños al alcance de los medicamentos.
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Andreas Altmaier, que era nietzscheano, decidió vivir peligrosamente, así que construyó su casa en un meandro abandonado del Rin.
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ALCALDE
Vale. Conducía el coche que me había dejado un amigo empresario. Ni que me lo hubiera regalado.
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–¿A qué te dedicas?
–Soy cuentista progresivo.
–¿Y eso que es?
–Escribo un cuento poco a poco. Cada mes le añado una o dos palabras.
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En China, claro, la Muerte juega al go.
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Vivía en un piso patera en una ciudad dormitorio.
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Le amo como Herodes amaba a sus hijos.
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MASOQUISTA
Necesita nuevas experiencias: ya no le basta con las pinzas. Pero el látigo no es suficiente. La dómina no se desanima: le raya el Mercedes. Le envía una grabación a su mujer. Le pide cien mil euros. El masoquista necesita más. La dómina le corta un dedo. El masoquista disfruta tanto que le pide que le corte otro.
–No –dice la dómina con una sonrisa.
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METAFICCIÓN
El protagonista de su novela empezaba a caerle mal. Decidió que pasara un tiempo en la cárcel.
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Cuando Gregor Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en una monstruosa cucaracha lechera.
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"You are bright."
"It's radioactivity, Pierre."
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–Te gusta la carne sintética.
–No. Prefiero las mujeres no operadas.
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El dormía sin almohada, para que nadie pudiera robársela y saber sus secretos.
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Funcionaba mal. Desconecté al humano.
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–Hijo, no sé por qué quedáis tan tarde. 
–Pero, mamá, si empezáramos a beber a las nueve la noche como hacéis vosotros, a las siete de la mañana estaríamos completamente borrachos.
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FUTURISMO
Un automóvil rugiente es más bello que la Victoria de Samotracia. La Coca-Cola Zero es más sana que el aceite de oliva.
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Iba a escribir unos versos tristes esta noche, pero ya lo ha hecho Neruda.
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El vegano tuvo una pesadilla: soñó que se comía una pierna de cordero.
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Adán y Eva no pudieron convencer a Yavé de que, si estaban vestidos, no era porque sentían vergüenza, sino frío.
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Después de interpretar los sueños de Hitler, Freud huyó a Inglaterra.
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Los hijos son del Estado, que nos los deja para que les demos de comer y los vistamos.
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Conspirar. Expirar.
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Cada vez que me preguntan qué opino del presidente, expreso mi opinión callando.
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Procura dar una buena educación a sus hijos. Por eso, cuando sus abuelos les dan dinero, se queda con la mitad, para que aprendan lo que son los impuestos.
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Vivía en una ciudad tan insignificante que en la Tercera Guerra Mundial sólo arrojaron sobre ella tres bombas atómicas.
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EL COLMO
Tras renunciar al trono, el Rey Católico se refugió en un país musulmán.
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Aquella noche, por fin llegó a su mediodía.
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¿Qué creías que no te iba a traer flores? Pues ya ves que te equivocas. Te seguiré trayendo flores al cementerio hasta que la policía deje de sospechar.
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Es una buena persona, pero no tira la basura a las horas fijadas.
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Lo peor no es que hiciera eso, sino lo olvidara. Lo hizo y lo olvidó. Pero yo no lo olvido; no puedo olvidarlo.
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Que el protagonista de mi cuento me ha dicho que no lucha con un dragón escupefuego.
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David fue descalificado por utilizar un arma antirreglamentaria.
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No existe el futuro pluscuamperfecto.
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EL COLMO
Aquel vegetariano le gustaban las relaciones carnales.
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–Pero, doctor Frankenstein, ¿cuál es el sexo de la criatura?
–Es mejor que decida por sí misma su género, ¿no? 
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–¿Qué le pasa al conde-duque? Va con una cara muy larga. 
–¿No te has enterado? El rey le ha destituido. Ya no vale para nada.
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Cervantes iba a hacer que el protagonista de su novela fuera manco, pero habría sido demasiado evidente.
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Dos destinos para viajar con niños: 
‐ El apartamento en la playa de los abuelos maternos. 
- La casa del pueblo de los abuelos paternos.
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Tiranosaurios, velocirráptores, diplodocus y todos los demás llegaron tarde: Noé ya había partido.
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–¿A qué te dedicas?
–Mato dragones.
–Nunca he visto un dragón.
–Soy bueno, ¿eh?
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Aquel caníbal le comió la oreja.
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–España es un país extraño.
–¿Por qué lo dices? 
–Porque un alcalde se pasea en el Mercedes de lujo de una empresa que tiene contratos con el ayuntamiento, pero el criticado es el tuitero que publica la foto. Porque las cámaras de seguridad que hay en la sede de un partido graban a un desgraciado haciendo grafitis y el partido el que tiene que pagar una multa por no situar las cámaras en el ángulo adecuado.
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El doctor Moreau presentó su última criatura: un perro al que llamó el alado español.
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–¿María Antonieta perdió la cabeza por Fersen?
–Creo que no. Perdió la cabeza por culpa del inepto de su marido.
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Hice todo lo posible para que me dejara, pero fracasé, así que fui yo quien tuve que dejarla a ella.
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Julia me invitó a su piso; me dijo que quería hablar. Me tomé una pastilla de Viagra, lo que fue un error, porque resulta que sólo quería hablar.
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–¿Y cómo te partiste el diente?
–Estaba muy contento.
–¿Muy contento? No lo entiendo.
–Estaba tan sumamente contento que mordí la medalla con demasiado entusiasmo.
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Mahoma inventó un palíndromo.
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–¿Y Bob?
–¿No te has enterado? Tuvo un accidente en un hotel. Se tiró a la piscina desde el balcón.
–Imagino lo que pasó: iba bebido y no cayó en la piscina. 
–Pues, aunque iba bebido, cayó en la piscina, donde otro huésped se estaba dando un baño, el último de su vida.
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Los dioses del Olimpo no existen, gracias a Dios.
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DAMA DE HIERRO
Thatcher era una política sólida.
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En qué laberinto se ha metido Teseo: ahora no sabe cómo librarse de Ariadna.
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¿Le pido mucho a mi suegra cuando le digo que no quiero nada?
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Moisés vio una zarza ardiendo. ¿El cambio climático?
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POBRE
Aquel vagabundo se convirtió en beneficiario de justicia gratuita, pero asistir a su defensa no resultó sencillo: los acusadores se mostraron inclementes y, lo peor, él no movió un dedo para ser absuelto. En todo momento se negó a mi asesoramiento y orientación. Le planteé varias posibilidades. Lo más sencillo, declararse loco. Hoy en día, no resulta difícil; basta con un certificado médico. Pero se negó. Me dijo que él no estaba loco. Por lo tanto, traté de alegar que lo que preconizaba estaba planteado a nivel teórico: por supuesto, no iba a enfrentarse a la autoridad. Tampoco conseguí nada. Estuve a punto de tirar la toalla. Me sorprendió que me pidiera que siguiera; no quería ningún aplazamiento. La verdad, tenía cierta aura. Yo mismo era vulnerable a su elocuencia, que tantos seguidores le había hecho ganar. Por supuesto, fue condenado, que es lo que quería. Pobre Jesús de Nazaret.
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Vale, nosotros nos portamos mal con el planeta, pero su comportamiento tampoco es que sea muy bueno: tifones, erupciones volcánicas, seísmos…
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–¿Te gusta el brutalismo soviético?
–¿Qué? No, no.
–Como te veo con ese libro.
–Es que el color del lomo va bien para mi salón.
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–¿Ya no consultas el oráculo?
–¿Para qué? Ahora siempre dice lo que quiere el arconte epónimo.
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¿De qué nos quejamos? La Constitución establece que el rey es irresponsable.
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No es que sea calvo. Es que le crece pelo en los sitios inadecuados.
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Hay dos clases de personas: las que no se apartan para dejar pasar un carro de bebé y los que están tan pendientes del móvil que no ven que el carro de bebé ha tenido que apartarse.
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Vive dos vidas:
una es la vida auténtica,
soñada la otra.
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El diputado azul le dedica versos magenta a la diputada roja.
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Hubo un ambiente estable en el comedor. ¿Quién podía imaginar que en el dormitorio se produciría una tormenta?
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El presidente decide castigar a los madrileños. Ordena al ministro del Clima que no llueva. Los madrileños instalan paneles solares. El presidente ordena lluvia. Los madrileños llenan los pantanos, que estaban casi vacíos. El presidente envía un huracán. Los aerogeneradores funcionan a pleno rendimiento. El presidente hace nevar. Media España visita Madrid para practicar el esquí.
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Ella adora las tormentas
No quiere entrar en casa. Ahora está diferente, más alegre. Disfruta del cielo azul y de las nubes. Hace tiempo que no va al hospital con un brazo roto o con la cara llena de moratones. Incluso le gusta caminar bajo la lluvia. Cuando va por la calle, saluda a la gente. Se para en la cafetería. Hasta se sienta en las terrazas a tomar una cerveza. Cuánto ha cambiado desde que se quedó viuda. Su marido tuvo aquel accidente: se salió de la carretera un día de tormenta. Él perdió su vida. Ella ganó la suya.
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–¿Y cómo te partiste el diente?
–Estaba muy contento.
–¿Muy contento? No lo entiendo.
–Estaba tan sumamente contento que mordí la medalla con demasiado entusiasmo.
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–Tú serás Jueves.
–Ya sé que un recién llegado como yo no puede ser Domingo, pero ¿no podría ser Sábado? Tampoco me importaría ser Viernes.
–Como digas una palabra más serás Lunes.
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¿Qué pensará su asesor fiscal cuando Warren Buffet se jacta de que paga menos impuestos que su secretaria?
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Cae el telón. Durante unos instantes, los espectadores se quedan en silencio; no pueden creer que haya acabado la pesadilla. De pronto, alguien aplaude. Claro, hay que aplaudir. Estallan los aplausos. Alguien grita: ¡Bravo! Detrás del telón, la hija del presidente se prepara para saludar al enfervorizado público, que tanto la quiere.
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Antes de comprar el espejo, lo pruebo. No me gusta lo que veo, así que no me lo llevo. Tendré que seguir afeitándome al tacto.
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EL COLMO
Bella abrió los ojos. Bajo la luz de una antorcha contempló el fatigado rostro del príncipe.
–¿Qué hora es? –le preguntó.
–Estaba tan impaciente por besaros. Pero llegar aquí no me resultó fácil. Me perdí en el bosque y no encontraba vuestro aposento. 
–Pero ¿qué hora es?
–Las dos de la mañana.
–Pues voy a seguir durmiendo hasta que se haga de día. No me molestéis.
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–No me gusta Pero Sánchez.
–¿Querrás decir Pedro Sánchez?
–No, no. Pero Sánchez, el que dijo: No pactaría con Podemos ni Bildu, pero…
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–Vuestro país, majestad, es muy pobre.
–¿Cómo lo sabes?
–Vais descalzo.
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OJALÁ
–Pero ¿por qué le gritabas a Joaquín?
–Porque es un cenizo.
–Ya sé que es un cenizo, pero no entiendo por qué te has puesto así con él.
–Porque me ha deseado que me toque la lotería, que me case con una mujer guapa, que tenga muchos hijos y que viva muchos años.
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LOCA
Sólo ella le quiso. Es la verdad. Las demás le amaron por interés. O por miedo. No le amaron. Pero ella le amaba realmente. Se lo demostró continuamente. No le importó que la mandara azotar, ni que la hiciera trabajar en las cocinas, ni que la desterrara. Le seguía amando. Cada vez que le veía, era un momento de felicidad. Estaba enamorada de él. Claro, Calígula comprendió que estaba loca. ¿Cómo si no podía alguien amarle de esa manera?
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–¿Te gusta el brutalismo soviético?
–¿Qué? No, no.
–Como te veo con ese libro.
–Es que el color del lomo va bien para mi salón.
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ESTA NOCHE
Buscaré a un notario, con el que viviré una vida aburrida, o un empresario, que me lleve de vacaciones a Dubái. Buscaré a un médico que me compré un Audi. Buscaré a un funcionario que tenga un apartamento en la playa. Buscaré a un profesor de universidad. Buscaré a alguien que me dé seguridad. Pero no todavía. Esta noche sólo busco a un chico guapo que me abrace, que me bese, que me haga sentir mujer.
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ESPECIALIZACIÓN
–¿En qué piensas especializarte?
–En literatura de posguerra.
–¿En algún autor en concreto?
–Pues no lo sé.
–Deberías especializarte en un autor.
–Aldecoa. Supongo que Aldecoa.
–Pero Aldecoa escribía cuentos, novelas…
–Me centraré en los cuentos.
–Tiene cientos de cuentos…
–En los cuentos que escribió en su juventud.
–Aún así siguen siendo muchos.
–Los escritos en algún año en concreto. No sé. 1950 o 1951.
–Creo que siguen siendo muchos. Por entonces, para afinar su estilo, se pasaba el tiempo escribiendo cuentos.
–Me especializaré en los cuentos escritos en la primavera de 1950.
–¿En marzo, abril o mayo?