Papelera

 Leonardo Sciascia: “Escribir es un sin vivir”.

Nadie se dio cuenta de que habían arrojado un bote de salsa de tomate al Pollock.
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Los habitantes del demo de Alopece, en la Ática, son todos calvos.
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Primero le votamos. Más tarde le tuvimos que botar.
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Quitaron el delito de sedición y reformaron el de malversación para no tener otro referéndum de independencia. Tendrán otro referéndum de independencia y no existirán los delitos de sedición y malversación.
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La nueva vecina de enfrente era tan fea que el mirón pensó que con ésta sí tendría una oportunidad.
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Le dijeron que con esos dibujos no llegaría a nada. Pero persistió. Y un día dibujó a una cerdita llamada Peppa y a su hermano George.
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Jugando tras los cristales estaba mi hijo. Parecía feliz. Me acerqué a la puerta para llamar al timbre, pero no lo hice. Dejé el paquete en la puerta y caminé hacia la parada del bus. Mientras esperaba, comí el medio bocadillo que me quedaba y saqué el papel que me había dado mi compañero de celda.
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–Usted conduce un Audi, ¿no?
–Sí.
–Pues no tiene derecho a la bonificación de veinte céntimos.
–Pero si este trasto tiene más de quince años.
–Quince años o quince días, da igual. Mire la lista. Los Audi están excluidos.
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¡Qué sorpresa! Natalia, la que se burlaba de ella en 3º de BUP. La maquilladora de cadáveres la dejó fea para toda la eternidad.
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Aldonza Lorenzo sabe que, aunque es más fea de lo que la imagina don Quijote, es más guapa de lo que la pinta Cervantes.
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–García-Egap es un golpista.
–Pero si pertenece a nuestro partido.
–Entonces es un bocazas.
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Antes, cuando se pasaba de listo, se metía continuamente en dificultades. Ahora ha descubierto que pasarse de tonto resulta muy divertido.
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Ruiz, que era soltero, cortaba besos; Yuste, cuyo hijo había muerto en el Ebro, quitaba tiros. Las películas les quedaban aburridísimas.
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–¿Terminaste el libro de Cela sobres las putas?
–Dos lápices rojos he gastado.
–Ah. ¿Y me lo dejarías?
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En Villajimena cayó el Gordo. A la única oficina bancaria que todavía seguía abierta allí le tocó la lotería.
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EPITAFIO DE NÚÑEZ FEIJÓO
Pues sí, también derogué mis promesas electorales.
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ÚLTIMA HORA
Los precios en la armería suben. Las pistolas se han disparado.
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Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, vivito y coleando. Rosalba decidió que esa noche triplicaría la dosis de somníferos.
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–¿Y usted duerme bien?
–¿Tengo que responder?
–Pues claro.
–¿Seguro que el Gobierno no me subirá los impuestos si digo que duermo bien?
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EL COLMO
El misántropo necesitaba a la humanidad.
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Se dio  cuenta de que estaba en una relación tóxica. Necesitaba conocer a más gente. Narciso se apuntó a un club de senderismo.
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Arranca una margarita, la contempla, pero, finalmente, decide no deshojarla: Narciso ya sabe la respuesta.
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Para presentar su última novela, fue al programa de Sánchez Dragó, cuya primera pregunta fue:
–¿Qué te parecen mis libros?
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ALMUERZO FRACTAL SOBRE LA HIERBA
La hierba se me pegó al cuerpo, que estaba mojado. Tuve que bañarme.  La hierba se me pegó al cuerpo, que estaba mojado.
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PARRICIDA
Mató a disgustos a su padre.
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EL COLMO
Le gustaban Shakira y los relojes Casio.
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Me dijo que no la hiciera reír: no quería volver a ponerse bótox.
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Ye Huang no llegó a tocar el suelo con la frente. El emperador ordenó que le ayudaran a hacerlo cortándole la cabeza.
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–A Rocco le mató una bala perdida.
–¿Y dónde le dio?
–En medio de la frente.
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Descartes, cuando era bebé, ¿no existía?
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Sabía que, cuando mentía, arrugaba la frente. Pero el último debate electoral no pudo hacer nada: su rival se había inyectado botox.
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Pues sí, la casa resulta muy grande para una persona sola, pero temo que, si la vendo, los nuevos propietarios quieran hacer una piscina y encuentren los huesos.
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Ni aún presentado sus pésimas calificaciones en el campo de tiro, consiguió convencer al juez que aquel disparo en la frente del sospechoso había sido un caso de mala suerte.
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–Tú te has hecho algo en Turquía.
–Me he quitado frente.
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–¿Has leído mi libro de poemas escogidos?
–Sí, le he echado un vistazo.
–¿Y qué te parece?
–Que has escogido muy mal.
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Harta de ser la esclava de su hijo y la criada de sus hermanos, decidió darse tiempo para ella. La acusaron, claro, de ser una narcisista.
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No entendían cómo se podía haber casado con aquella narcisista, pero es que era tan tímido.
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El famoso locutor de la mañana le puso en apuros desde el principio. Le preguntó si, como a todo el mundo, le gustaba su programa.
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Si los ladrones hubieran sabido que lo que miraba tan fijamente no era el interior, sino su reflejo en el cristal, aún estaría viva.
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Se hizo adoradora de Shiva, y así pudo disimular aquella fea marca de nacimiento.
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Había llegado a la oveja número 1.245, una oveja enorme, que tenía una mancha negra en la frente, cuando sonó el despertador.
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El Ministerio de Consumo contrató a una reputada cocinera cubana para que asesorara a los autores del libro Cocinar con hierbas.
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RECONCILIACIÓN
Estamos en paz. Sólo he venido para decirte eso. Por mi parte, considero que todo ha terminado. Mi rencor quedó atrás. Te he perdonado. Supongo que me quedará el recuerdo de los grandes momentos que vivimos juntos. Lo espero. Ya casi he olvidado la causa de nuestra disputa. ¿Por qué, por qué tuvimos que pelearnos? Eso sí, sabes bien que soy un hombre de palabra. Te dije que mearía sobre tu tumba y aquí estoy.
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Aquel soldado seguía vivo porque siempre que veía al enemigo le hacía nuca.
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A los ucranianos les resultó fácil encontrar las fosas comunes. Allí donde la hierba crecía más alta.
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Hacía años que no iba por los olivos. Los tenías llenos de jaramagos. Así que le sorprendió que la Unión Europea le diera un premio.
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El presidente nos dijo que teníamos que hacer frente a los sediciosos. Luego, en la cárcel, nos enteramos que había huido a Miami.
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ROUNDUP
Acabó con las malas hierbas. Y encima le pagaron una millonada.
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Fuma hierba. No hace daño a nadie. Sólo a sí mismo.
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Su césped seguía lleno de dientes de león. Le tuvimos que dar un segundo aviso. Dejamos una ardilla muerta en su jardín.
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Donde pisaba el caballo de Atila, no volvía a crecer la hierba, así que, para no quedarnos sin pastos, tuvimos que envenenarle.
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EL COLMO
El mismo año que mi cuñado viajó a Estambul para ponerse pelo, cubrió su jardín de césped artificial.
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EL ATEO
Como Dios exista, me va a oír.
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Madame de Maintenon le pidió al pintor que la retratara fea, que quedara claro que todo lo había conseguido gracias a su inteligencia.
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Pilar tiene los ojos saltones; Carmen, los dientes salidos. Hoy saldré con ellas a tomar una copa. Necesito conocer a un hombre.
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–Fuiste al médico, ¿no?
–Sí.
–¿Y qué te dijo
–Que tengo que cambiar de dieta.
–¿Y vas a cambiar?
–Voy a cambiar de médico.
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Por higiene mental, no voy al psicoanalista.
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Los rojos ganaron la guerra. Y no es una ucronía.
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–Pobre muchacho.
–¿Pobre? Me ha hecho sudar. ¿De dónde decía que era?
–De Picardía, Athos.
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CHEQUE DE DOSCIENTOS EUROS
Ninguna familia española sin un bollo de pan.
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Hombre. 52 años. Vendo virginidad. Precio a convenir.
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Estoy hasta las narices del cuento de Pinocho.
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SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Sintieron que habían perdido injustamente. Habían luchado bien y, cuando la victoria estaba próxima, simplemente alguien arrojó la toalla. Querían otra oportunidad. Y parece que estaban en lo cierto. Ah, no. Volvieron a perder. Pero esta vez de paliza, sin dar lugar a dudas.
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Quedar último en la competición de feos le llenó de alegría.
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VACACIONES
Ahora, a recomponer los trozos.
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–El médico me ha quitado la comida.
–Pero ¿qué tienes?
–No, no tengo nada. Me ha quitado la bolsa con la comida porque la Junta no le paga.
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A Nerón se le daba mal la poesía, así que probó la prosa. Sin embargo, nadie creyó que hubiera escrito aquel libro que tituló Yo, Claudio.
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Me juego doscientos euros a que lleva zapatillas de deporte.
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Le tocó la lotería: 400.000 euros. Decidió tirar la casa por la ventana; arrojó todos los muebles a la calle. La recogida de muebles viejos era tres días después. El ayuntamiento le puso una multa de 400.000 euros.
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–¿Cómo quiere el retrato, de medio cuerpo, de cuerpo entero? –le preguntó el pintor.
–No, no. Basta con que salga el rostro. Quiero saber el aspecto que tengo –dijo el conde.
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–Mira. Ese de allí es Carlos Alfonso. Es tan listo como una mujer.
–¡Uf!
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ÚLTIMA HORA
Olivicultores chinos consiguen que su aceite se mezcle con el agua.
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EL COLMO
Vivió sin pena ni gloria y acabó en el Purgatorio.
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A partir del impresionismo, ¿los pintores se formaron en Escuelas de Feas Artes?
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Aunque cansado después de hacer más de veinte cortes a la película de Ava Gardner, tiene ganas de llegar a casa y acostarse con su mujer.
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Los rumores han resultado ser falsos. Sí, hubo crisis de Gobierno, pero a él no le han nombrado ministro. Y ahora tiene 20.000 tuits menos.
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Tener muchos asesores no le servía de nada al presidente: todos le decían lo que quería escuchar.
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–¿Usted se considera un político honrado?
–Desde que se reformó el delito de malversación, sí.
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El sutil arte de prepararse para salir a la calle sin mirarse en el espejo del baño.
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–En su currículo pone que tiene experiencia con la mafia.
–Así es. Durante años di clases en la ESO.
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–Borges es un poco como Di Stéfano.
–¿Por qué lo dices?
–Uno no ganó el Nobel; el otro, el Mundial.
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EPITAFIO DE PEDRO SÁNCHEZ
Luché contra el cambio climático viajando por todo el mundo en Falcon.
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–Han llamado del Congreso para decir que no podremos hacer la visita del día 20.
–¿Y eso?
–Van a estar liados con una moción de censura o yo qué sé.
–¿Y qué vais a hacer?
–Pues iba a llevarles a la Biblioteca Nacional o al Palacio Real, pero me lo he pensado mejor.
–¿Dónde les llevarás?
–Al Primark.
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Le perdió su gentileza. Les ofreció un poco de chocolate suizo a los inspectores de la Agencia Tributaria.
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Su papá acabó hecho puré cuando terminó de darle la papilla.
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EL COLMO
Consiguió salir de casa sin tener que mirarse al espejo del baño, pero había olvidado el del ascensor.
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ANA ORAMAS
Es decir, vota en contra del pago a ERC por aprobar unos presupuestos que, a cambio del correspondiente pago, también usted apoyó.
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EPITAFIO DE FELIPE GONZÁLEZ
Los que vinieron después no me hicieron bueno, sino mejor que bueno.
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Sherlock Holmes es el Amadís de las novelas de detectives.
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Tranquilos, papis: a Peppa Pig le acabará llegando su San Martín.
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–¿No va a negarme que esa sirena canta como los ángeles? Y mira qué guapa es.
–Sí, sí, todo lo que tú quieras, pero yo no soporto las espinas.
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Sus padres le habían inculcado desde la más tierna infancia la idea de que no era feo, sino distinto. En cualquier caso, siempre llevaba una capucha para que sus compañeros de cole no le vieran los cuernos.
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–¿Cuál es el dibujo de la selección argentina?
–4-5-2.
–¿4-5-2? No me salen las cuentas.
–Es que Messi jugará de delantero.
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Habla, habla y habla. No para de decir que le gusta escuchar.
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NUEVA DOCTRINA DEL CONSTITUCIONAL
Los jueces deben actuar ante los independentistas como una madre ante su hijo.
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–En nuestro país tenemos una constitución fluida.
–¿Y eso qué quiere decir?
–Pues que es, a veces, la ley de leyes y, en ocasiones, menos que un reglamento autonómico o una ordenanza municipal.
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ASÍ QUE
Abundio era muy muy listo.
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–Entonces, ¿vais a contratar a mi sobrina?
–Sí, claro.
–¿De cajera?
–Ahora no hay vacantes. Trabajará en el almacén.
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Luis Paolo Serratti, el famoso psicoanalista argentino, era un muy lacónico. Su charla sólo duró dos horas y media.
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Está claro que si Rodiónov no hubiera criticado las políticas del presidente, el capitán no le habría elegido para aquella misión suicida.
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Cuando salió del cuarto de baño, se preguntó quién era esa mujer que, desnuda en la cama, le sonreía.
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Nos conocimos en la terraza del Da Vinci. A ella le habían dado plantón. Yo esperaba a una mujer a la que le hubieran dado plantón.
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Pusimos una piscina desmontable en la terraza. Menos mal que el seguro se hizo cargo.
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Doctor, he pensado que, si me quedo todo el día sentado en el sofá, ya no necesitaré el marcapasos, ¿no?
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Escribe microcuentos desde que pusieron aquella nota que prohibía estar sentado en la terraza del café más de media hora.
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–¿Cómo planteó el partido vuestro entrenador?
–Con un 4-3-4.
–¿Y ganasteis?
–Pues claro que no. Nos descalificaron por jugar con doce.
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Después de pasar por el censor eclesiástico, estuvo a punto de no publicar su libro. Se habría arrepentido, porque tuvo mucho éxito entre los lectores infantiles.
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El sexo con su marido, el rey, estaba bien, sobre todo porque la reina cerraba los ojos y pensaba en el conde Fersen.
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CLIENTE.— ¿Me recomienda un libro para pasar el rato?
LIBRERO.— ¿Alguna preferencia?
CLIENTE.— Si tiene ilustraciones, mejor.
LIBRERO.— ¿Para leerlo esta Navidad?
CLIENTE.— No, no. Para leerlo aquí y ahora. Mi novia anda buscando libros para regalárselos a sus sobrinos.
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Tuve suerte. La pareja interesada en el ático lo vio un día que don Agapito estaba con sus nietos y no paseándose desnudo por la terraza.
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Laura, mi compañera en 4º B, se presentó un sábado de madrugada. No me reconoció. Quería preservativos. Le dije que se habían acabado.
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LÍDER POLÍTICO
Yo miento, pero no engaño.
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Perrault le envió una carta al censor eclesiástico, porque, gracias a él, su libro había tenido un inusitado éxito entre el público infantil.
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Nos conocimos en la terraza del Da Vinci. A él le habían dado plantón. Yo estaba allí porque me gustaba aquel arisco camarero del Da Vinci.
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Aquel arroz con coliflor estaba incomible, pasado, caldoso. Pero, desde luego, esta vez no le dije que a mi madre le salía mejor.
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Al príncipe heredero se le cayó el alma al suelo cuando vio a su prometida: era muy fea. A la princesa se le cayó el alma al suelo cuando vio a su prometido, el príncipe heredero.
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Pues claro que no te voy a hacer un cunnilingus. Soy vegano.
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DIABLILLO
Sólo debo comprar una urna nueva y convencer a mi suegra de que el aparador no es lugar para ponerla, sobre todo teniendo un nieto de tres años que llega a todos sitios y que lo coge todo.
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PANDEMIA
La letalidad de aquel virus informático era tal que hubo que poner en cuarentena todos los ordenadores del planeta.