Mientras contemplaba cómo llevaban al cadalso al último candidato, se puso a rezar a todos los dioses: a Yavé, a Alá, a Jesucristo, a Inugami, a Trimurti, a Taranis, a Rangi. Estaba concentrado en la oración cuando llegó un mensajero: la ejecución había sido cancelada. Loco de contento, dio las gracias a… ¿A quién dar las gracias?