–¿Y sabe, hip, lo que me decía?
–¿Qué le decía, amigo?
–Me decía: Nunca, hip, más.
–Tome otra copa. La paga Tom Grassley. Recuerde.
–Y si le preguntaba, hip, si volvería a ver a mi mujer, hip, me decía: Nunca más, hip.
–Sí, amigo, un cuervo muy cruel, pero recuerde que tiene que votar por Grassley. Grassley.
–Grassley, hip.
–Sí, amigo. Grassley. ¿Otra copa?