Sergio Gaut vel Hartman: “La guerra entre los selenitas y los lunáticos terminó con la victoria de los terceros”.
Cansado de dormir a la intemperie, de seguir a la manada, de comer la carne que no le gustaba a Alfa, de aullar a la Luna, el lobo se hizo perro.
--
RIVALES Y ENEMIGOS
–¿Por qué, oh Aquiles, tratas con tan poca delicadeza el cuerpo de mi hijo Héctor? ¿Por qué lo arrastras por la llanura troyana? ¿No fue acaso un digno rival?
–Perdona, Príamo. Perdí la cabeza. Imaginé que arrastraba el cadáver del infame Agamenón.
--
–Entonces, ¿usted afirma que su novela Yo, Julia no tiene ninguna influencia de Robert Graves.
–Por supuesto que no.
--
AGORAFOBIA
–¿Usted cree que estamos avanzando?
–Sí, doctor.
–Entonces, ¿quiere que probemos a tener la próxima sesión en otro sitio la semana que viene?
–De acuerdo. Ya no quedaremos en El Retiro, sino en el parquecito que hay cerca de casa.
--
KAFKIANA
Señor lobo, por favor considérenos usted unos fantasmas.
--
–Apolo, ¿cómo ganaste esa corona de laurel?
–Se la saqué a Dafne.
--
–Según Nostradamus, en 2019 habrá guerras en África, grandes terremotos en Asia, problemas políticos en Europa.
–Todo eso podría haberlo pronosticado yo sin leer a Nostradamus.
--
Nos enamoramos durante los ensayos, pero, cuando estrenaron la obra, estábamos en pleno divorcio. ¡Qué placer matarle todas las noches!
--
–El doctor Livingstone, supongo.
–Sí, efectivamente.
–Menos mal. Tengo un dolor de pies que no puedo parar. ¿Me los podría mirar?
--
La epidemia lo arrasó todo. Varios siglos después, la vieja mansión de los Dighton había sido devorada por el bosque de abedules. No quedaba ni rastro de ella. Guy Dighton, IV Conde de Roxborough, y William Ker-Dighton, VIII Conde, seguían sin comprender lo que había ocurrido.
--
–¿No quieres pasar?
–No, yo…
–Anda, pasa. Te daré un café. Lo que quieras.
–¿Quién te manda esas flores?
–Mi marido.
–¿Tú marido?
–Sí, al muy imbécil le gusta regalar flores, pero gracias a ellas he podido conocerte. Por cierto, ¿cómo te llamas?
--
–Mi marido trabaja por la noche. Es ladrón.
–¿Y qué roba?
–Es tan chapucero que lo único que le roba es horas al sueño.
--
–¿Por qué estás tan enfadado con los franceses?
–Porque a veces tratan a los españoles como nosotros tratamos a los marroquíes.
--
Preparan la evasión minuciosamente. Huirán del laboratorio donde han nacido y secuestrarán un transbordador. Se dirigirán a la colonia de Calisto, dejando atrás la contaminada Tierra. Alrededor de Júpiter, las ratas tendrán una nueva vida.
--
Dios estaba mal amarrado a la máquina y se estrelló contra el escenario. El tramoyista había vuelto a beber.
--
Los mismos puristas que obligaron que Otelo fuera interpretado por un negro, exigieron que el papel de la madre de Edipo lo interpretara la madre del actor que interpretaba a Edipo.
--
Disfrazados de fantasmas los traviesos primos aterrorizaron Hatfield House y disfrazados de fantasmas entraron en el bosque oscuro. El solitario lobo nunca había oído hablar de espectros ni apariciones. Y tenía hambre.
--
Se cansó de leer en la noche 97. Aquellos cuentos eran muy aburridos. Seguro que en la noche 1002 el sultán Schahriar ya no aguantaba más y ordenaba decapitar a Scheherezade.
--
–¿Y dónde encontraste a Juanjo?
–En un Todo a cien.
–Eso lo explica todo.
--
Los puristas exigieron que el papel de la madre de Edipo lo interpretara la madre del actor que interpretaba a Edipo.
--
Tenemos que separarnos. Si estuviéramos juntos, nunca te dejarían en paz.
–¿Esa bestia tiene secuestrada a Ann Darrow? –dirían.
Y acabarían contigo. Compréndelo, Kong: no puedo amarte a menos que renuncie a ti.
--
–Pedro, ¿tú aquí?
–Sí, Pablo.
–Pues ya ves. Me han ejecutado a mí también. Quiero entrar.
–Curioso, ¿no? Yo soy el portero. ¿Recuerdas todo lo que me dijiste en Jerusalén?
–Pelillos a la mar, Pedro.
–Me dejaste en ridículo.
–No fue para tanto.
–¿Que no fue para tanto? Pedro, no puedes pasar.
--
PRUEBA Y ERROR
–Señorita, soy científico y estoy en plena investigación. ¿Me permite hacerle una pregunta?
–Adelante.
–¿Quiere que la invite a una copa de vino?
--
Empujó por las escaleras a la primera actriz y la sustituyó. Ha conseguido triunfar, sí, pero tiene pánico a las escaleras.
--
Rizó el rizo: pidió sámaras al peral.
--
Con su lengua de serpiente intentó despertar mis celos. Y qué si mi esposa me engañaba. Mientras no me dejara, pues tengo un miedo terrible a la soledad. Por eso, para evitar otros pesares, cuando Yago me repitió que Desdémona me era infiel, fue a él a quien maté.
--
BOOTH
Todo el país llora a sus seres queridos y él acude al teatro a ver una comedia. Tengo que matar a un presidente tan desconsiderado.
--
Bush encontró las armas de destrucción masiva. Eran tan terroríficamente peligrosas que los iraquíes no se habían atrevido a utilizarlas. Fueron guardadas en unas instalaciones secretas de Nevada para ser utilizadas en la próxima guerra contra China.
--
EL ENFERMO IMAGINARIO
El actor que quería hacer el papel de Argán acudió al médico. El diagnóstico fue claro: no tenía nada. ¡El papel era suyo!
--
Por fin consiguió que su obra Historia de la guitarra que quería ser búho fuera estrenada en Off-Off-Off-Broadway.
--
MORCILLA
–¡Estás sordo! –gritó enfadado el apuntador.
–¿Estás sordo, oh, príncipe, a mis demandas? –dijo Falstaff.
--
–Te dije, Lidia, que acabarías aceptando mi invitación de salir a tomar una copa. ¿Lo recuerdas?
–Pero, Gerardo, ¿eres consciente de que este diálogo lo estás inventando una triste tarde de sábado en que estás solo en casa?
--
Cuando el productor le anunció que no podía pagarle, el primer actor hizo mutis por el foro.
--
–Hess, tú finges estar loco, ¿no?
–Y tú, Speer, ¿eres tonto o te lo haces?
--
El último hombre sobre la Tierra está sentado a solas en una habitación. De pronto, le llega un guasap.
--
–Por todos los adulterios por vos cometidos, este tribunal os condena a ser degollado.
–Soy noble.
–A ser decapitado.
–Soy nieto del duque de Gandía…
–A pagar una multa de diez mil maravedís.
–…y sobrino del duque de Lerma.
–A recibir una indemnización de cincuenta mil maravedís que deberán pagar los que han vertido falsas acusaciones sobre vos.
--
–¿Me colgarán de una cuerda de piano?
–Nosotros, señor Goering, no somos unos salvajes. Le colgaremos de una cuerda de cáñamo.
--
–Las clases de arte dramático van a servir para algo, mamá. Seré protagonista de una obra.
–¿Y cómo se titula, Luis?
–Cinco horas con Mario.
--
–Considérese en su casa –le dijo el rey europeo al rey árabe. Y éste ordenó azotar al criado que le había traído el té demasiado frío.
--
PARADOJA
Me comió la oreja para que fuéramos a un restaurante vegano.
--
–¿Por qué lo hiciste?
–No podía soportar que él durmiera como un tronco mientras que yo pasaba las noches en vela.
–Pero ¿mereció la pena?
–Ya te digo. Con decirte que ahora, en la cárcel, duermo a pierna suelta.
--
Antes de ahogar a Desdémona, Otelo le susurró:
–Sé que te acostaste con el director.
--
Un martes encendí el televisor y los libros y obligué a mi marido a salir de casa.
--
REENCARNACIÓN
Fue político. Luego fue esclavo en una mina de plata en el Alto Perú.
--
El casero, cansado de tanto teatro malo, le dijo a la actriz que tenía una semana para abandonar el piso.
--
CONTRAFACTUAL
Donald Trump fue a la guerra de Vietnam. Participó en la batalla de Dong Ap Bia. Su cuerpo nunca fue encontrado.
--
–Este tribunal le condena a cien años y un día. ¿Quiere decir algo?
–Me gustaría cumplir la pena íntegramente.
--
Señor Molière, no exagere. Levántese. Recuerde que interpreta a un enfermo imaginario. ¿Señor Molière?
--
Destrozó el escaparate de la tienda de ultramarinos del señor Levin.
–¡Vándalo! –le gritó la señora Friedman–. ¿Por qué no te buscas un trabajo?
–Tengo un empleo. Trabajo para la Asociación de Cristaleros de Newark.
--
Su cuarta mujer no llegó a enterarse de que utilizaba peluquín.
--
–¿Preparada, señora Montes?
–Sí, director.
–Pues cuando quiera.
–¿Y quién hará de Mario? Necesito que alguien me dé la réplica.
--
Un martes encendí el televisor y me sorprendió verme en el noticiario: la policía me buscaba por robar a mano armada treinta mil euros en la sucursal bancaria del BBVA en Tudela. ¡Cuántas mentiras se sueltan en televisión! Sólo conseguí un botín de veintisiete mil.
--
Londres, 1598. Alexander Smith (Romeo) fue despedido por besar con sospechoso arrebato a Mark Dunn (Julieta).
--
Ella le esperaba en Teherán, pero él se fue a Isfahán. Cuando ella trató de alcanzarlo en Bagdad, él se marchó a Basora. Ella fue a Damasco porque oyó que estaba allí; él, empero, se encontraba en Antioquía. No había forma de que la Muerte coincidiera con el Judío Errante.
--
Un día te invité a pasar. Me preguntaste quién me enviaba las flores. Te asustaste cuando te respondí que mi marido. Sin embargo, gracias a ellas nos conocimos. Después de hacer el amor, te pregunté cómo te llamabas. ¿Lo recuerdas?
--
Las ovejas se burlaban del perro. Se negaban a obedecerle. No paraban de meterse con él. Ni se acercaron a sospechar que era un lobo infiltrado.
--
Prometeo se comió un jalapeño y no pudo evitar sonreír cuando pensó en la sorpresa que se llevaría el águila.
--
–Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
–Pero, Augusto, ¿qué especie de dinosaurio?
–Da lo mismo.
–¿Cómo va a dar lo mismo? No es lo mismo un brontosaurio que un tiranosaurio.
--
Aquel gafe le deseó mucha mierda y el actor principal tuvo un ataque de diarrea.
--
Anoche soñé que volvía a Bolsón Cerrado. Después de tomar un copioso desayuno, cogía un libro y me pasaba toda la mañana leyendo. Y conseguía olvidarme del mundo y de sus problemas.
--
No recuerdo lo que pasó anoche. No comprendo cómo llegué a esta cochambrosa habitación de hotel ni por qué tengo un cuchillo clavado en la espalda.
--
El primer actor invitó al crítico a casa para una representación privada.
--
–¿Y usted no se dio cuenta de que la gente murmuraba contra el virrey?
–Claro que me di cuenta.
–¿Y no prestó atención a lo que decían?
–Fui enviado a Nueva España con el cargo de oidor, no de escuchador.
--
LOS DIOSES EN EL EXILIO
¿Argos se ha convertido en el Gran Hermano?
--
Año 995. Fray Arnulfo de Urgel observa granizo y fuego mezclados con sangre cayendo sobre la tierra. Comprende de inmediato que se acerca el fin del mundo y que Dionisio el Exiguo se equivocó en cinco años.
--
–Tengo algo en el pelo. ¿Puedes mirármelo? –me preguntó Marie.
–Claro –le dije.
Me quedé asombrado de lo que vi. Increíble. Terrorífico.
–¿Qué es?
No me atreví a contarle la verdad.
–Nada. Piojos.
–¿Piojos? Seguro que los he pillado en el cine. ¿Quieres la liendrera?
--
Y escribió Moisés:
–¡Hágase la luz!
Y comenzó el diluvio. Y a Julio César le entraron dudas cuando cruzó el Rubicón, que iba crecido. Y Judas no traicionó a Jesús. Y Atila arrasó Italia. Y…
--
Después de interpretar durante ocho años Arsénico por compasión, el actor acabó pidiendo arsénico por compasión.
--
Don Quijote, ¿qué es esa mancha que tienes en los calzones?
--
Espejito, espejito, ¿quién se ha comprado una ganga de vestido en las rebajas?
--
–¿Y todo ese tiempo que hemos estado cuidando el Jardín del Edén no tiene recompensa?
–Lo comido por lo servido, Adán.
--
–¿Esperas a alguien?
–Sí, a alguien, pero no a ti.
--
–Preciosa, tómate ese vino y vayámonos de aquí.
–Tú eres de pensamiento único, ¿no?
--
Supremo Sultán, escribo esta carta para anunciarte que me rindo. Durante años has enviado ejércitos enteros para combatirme; ya sabes lo que le ocurría a tus soldados. Pues bien, ha sucedido lo inevitable: ya no queda un solo árbol en Valaquia.
Tu seguro servidor
Vlad Drăculea
--
Esa noche comenzó a leer el Libro de los muertos. Se quedó frito.
--
–¿Dónde está el baño?
–Al fondo a la derecha, pero no te recomiendo que vayas: está allí el Chris, el novio de la Yeni.
–¿El Pulpo?
–Sí, el mismo, pero ha tomado algo y se ha convertido en un kraken.
--
Le faltó decisión, empuje, y lo que iba a ser una novela-río quedó reducido a un microrrelato-arroyo.
--
–El señor Matanza decidía quién iba a morir, decía quién sufría…
–Zangolotino, quiero que te queden dos cosas claras: aquí tu único nombre es 3225-VB y, lo más importante, en el Módulo 3 mando yo, así que cállate si no quieres ir de cabeza al congelador.
--
–Menos mal que me atiborré de mantecados. Por fin he conseguido trabajo.
–¿Sí? ¿En qué?
–Como modelo curvy.
--
–Aquiles, ¿dónde demonios te has metido? Te estamos esperando.
–Es que no sé dónde ir, Agamenón. Le pregunté a Ulises y me respondió que me dirigiera a Ilión, pero Menelao, tu hermano, me dijo que fuera a la ciudad de Teucro.
–¡Troya, zoquete! ¡Tienes que venir a Troya!
–Aclárate, Agamenón. ¿Tengo que ir a Ilión, a la ciudad de Teucro o a Troya?
--
Y los seguidores de Judas se reúnen todos los domingos de Pascua para comer higos (secos).
--
–Otelo, ¿sabes que Desdémona te es infiel?
–¿Y sabes tú que tu mujer se acuesta con el director?
--
El diablo bosteza. Está aburrido. Las moscas huyen en todas direcciones.
--
–Entonces, ¿quiere un androide de protocolo?
–No, quiero una ginoide de placer.
--
Ulises imitó el canto de las sirenas. Los marineros quedaron encantados.
--
–El doctor Livingstone, supongo.
–No. Soy lord Greystoke.
--
LA CÓLERA DE AGAMENÓN
–¿Y Aquiles? ¿Dónde está Aquiles?
–Aquiles está corriendo una carrera contra una tortuga, majestad.
–¡Que se deje de tonterías y que se presente inmediatamente! Zarpamos mañana.
--
¿Que qué me parece? ¿No ha pensado en ponerse gafas para corregir la miopía, señor Monet?
--
CONTRAFACTUAL
–Deja de tocar el arpa y ve a buscar a tu hijo al colegio –le dijo Eurídice.
Orfeo piensa que debería haber mirado hacia atrás.
--
JUSTICIA POÉTICA
Quedé último en el XVII Certamen de Poesía El Chanamar.
--
–Está claro que es dolicocéfalo.
–No diga estupideces, Ostendorff. ¡Es braquicéfalo!
–Tranquilos, señores. Digamos que es mesocéfalo y concluyamos la discusión.