José Luis Zárate. “Cuando despertó, seguían escribiendo sobre el dinosaurio”.
–Levántate y anda… Te he dicho que te levantes y andes.
–Rabí, no insistas: el pobre es sordo.
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Fue un taxista imprudente quien le llevó al cementerio.
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La tormenta le sorprendió en plena cacería. Quedó enterrada en la nieve. Algún tiempo después (diez años o diez mil), la temperatura se elevó abruptamente y la criatura fue liberada. Tenía un hambre atroz.
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Cuando el coronel le pidió que le mostrara su voto, el alférez provisional se vio en Sidi Ifni.
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El biólogo pensó en tigres y avispas y comprendió que entrar en aquel vehículo sería peligroso, así que utilizó un VTC.
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La Asociación Española de Cuentacuentos denunció a la Asociación Estatal de Periodistas por intrusismo profesional.
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–Hay algo que me intriga, Holmes.
–¿Qué?
–Cuando Miss Thorpe estaba en casa de Monsieur Berger, percibió un aroma a pradera y a flores, a pasas. ¿Qué era ese olor?
–El emmental, querido Watson.
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Cuando en plena campaña Manuela Pérez decidió convertirse en Álex Pérez, la lista cremallera reventó.
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–Veo, querido esposo, que me echabas de menos.
Y Zeus no quiso confesarle a Hera que acababa de ver a Tetis.
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Murió atragantado el cuervo que había sido criado por el hombre que tenía un ojo de cristal.
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Murió atragantado el cuervo al que crió el hombre que tenía un ojo de cristal.
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El ministro del Interior anunció satisfecho que su grupo político, el Partido de la Abstención, había obtenido el 60 % de los escaños.
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Cuando el psicoanalista se bajó del taxi, le cobró al conductor cincuenta euros por la sesión.
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Llevo cinco años sin hablarle, sin darle los buenos días, sin mirarle. Estoy segura de que falta poco para que acabe cayendo rendido a mis pies.
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VOTO ROGADO
Siempre le faltaba un impreso. Ya no sabía qué hacer. Se acabó arrodillando delante del cónsul y le pidió que le dejara votar.
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–No podrás comer el fruto del árbol del bien y del mal.
–Bien.
–Ni arrancar ninguna planta.
–Vale.
–Ni molestar a los animales.
–De acuerdo.
–Ni besar a Eva en público.
–Por supuesto.
–Contigo no hay manera, Adán. ¡Te expulso del Jardín del Edén!
–Bueno.
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Para confundir a sus rivales en el debate, corrió antes diez kilómetros y acudió sin ducharse ni echarse desodorante.
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ESTRATEGIA ELECTORAL
Compañeros, tenemos que ser pacientes. Esperaremos a que Sanz lleve el país al desastre. Un año, cinco, los que hagan falta. Entonces, sin duda, los electores estarán dispuestos a que les demos el abrazo del oso.
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Era tan guapa que no le votó nadie.
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EN CASA DEL HERRERO
–¿Que las casadas sean sumisas a sus maridos? ¿De verdad, Pablo?
–Cari, no te pongas así. Me refería a otras mujeres, no a ti.
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La noche electoral, en que el partido había obtenido un magro 5 %, el líder habló a los militantes.
–No cejaremos hasta acabar con esa constitución franquista que nos margina.
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Soy un perezoso: nunca me he comprado un colchón.
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–¿Y tú pareja? –le preguntó Noé.
–Al cuarto día de travesía le entró un calentón y… puedes imaginar lo que ocurrió –respondió la viuda negra.
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Después de lo ocurrido con su tesis, a nadie extrañó que el programa electoral fuera también un corta y pega.
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¿Venezuela tiene una constitución muy chiquitita?
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Cuando el interventor de su partido le contó lo que alguien había escrito en aquel voto nulo, adivinó que había sido su cuñado.
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–¿Usted es Petiso Bertotti?
–El mismo.
–Pues no me sirve. Creí que lo de Petiso era una antífrasis.
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Después de trabajar toda la noche en un VTC, se le olvidó quitarse la corbata. Sus compañeros taxistas estuvieron a punto de lincharle.
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Quería votar contra su cuñado, pero había tantas papeletas diferentes que acabó metiendo en la urna un voto nulo.
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PREGUNTA TRAMPA
Espejito, espejito, ¿quién no es la más guapa del reino?
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Las encuestas del CIS pronosticaban una victoria tan abultada que el presidente anunció que, para ahorrar, no habría elecciones.
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–Tuve que aplazar un examen dos semanas hasta encontrar un hueco en el salón de actos…
–Sí.
–Y ahora la ocupáis para una charla.
–Esa actividad estaba preparada desde hace meses.
–¿Y por qué no la reservasteis?
–El ayuntamiento nos lo hizo saber de un día para otro.
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Decía que necesitaba mimos y cariño porque era sietemesino.
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–Señor, acaba de llegar el informe de Adalberto de Lieja. Al oeste de Etiopía no encontró dragones.
–Está bien, Remigio. Habrá que actualizar el mapa. ¿Qué había escrito en esa zona?
–Hic sunt dracones.
–A ver, ponga: Hic erat Georgius.
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Cuando el reloj de sol se detuvo, comprendió que era el final.
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El 14 de febrero me vestí con mi mejor sonrisa y le preparé una cena salada que rematé con fresas y chocolate. No hubo, sin embargo, forma de que él disfrutara. Le acabé lanzando una flecha de Cupido. El muy ingrato me dejó el salón perdido de sangre.
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HÉGIRA
Mahoma huyó a Rub al-Jali. Nunca nadie volvió a oír hablar de él.
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Era tan tacaño que siempre rompía con sus novias poco antes de San Valentín: así no tenía que comprarles nada.
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Cuando Hitler comenzó a perder la guerra, le dio por pensar que, después de todo, a su abuela paterna le había dejado embarazada un judío.
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La vieja señora quería ir a la calle Héroes del Alcázar. El taxista, que era de Podemos, la llevó a la calle Juan Negrín y le cobró doble.
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–Parece que estás lleno de euforia. ¿Te ha pasado algo?
–Hoy he conseguido escribir dos líneas.
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KAFKIANO
–Hola, soy K, el agrimensor. He venido al castillo porque oí que necesitaban uno.
–¿Un agrimensor? Lo que necesitamos es un pintor. Un pintor. Hace años que el castillo no se pinta. Mire, mire que desconchones. ¿Para qué íbamos nosotros a necesitar un agrimensor?
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UNA EXPLICACIÓN
Después de matar a la quinta víctima, Jack el Destripador descubrió que no tenía estómago para ser un asesino en serie.
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Jugando con la carabina, le partí el corazón a una golondrina de un perdigonazo. Mi padre me regañó por haberle quitado la vida a aquel inocente pájaro. Su reproche me llegó al alma.
–¿Dispararías a una flor o a un libro? –me preguntó.
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–Exterminadores de Insectos S. A. Diga.
–Hola, tenemos un caso urgente, de máximo riesgo, angustioso.
–Tranquilícese, señorita. ¿Qué problema tienen? ¿Termitas? ¿Hormigas?
–Una cucaracha.
–Ah, cucarachas.
–No, no, sólo una, pero muy grande, gigantesca. ¿Cuándo pueden venir?
–A ver… Ahora mismo, señorita. ¿Podría indicarme su dirección?
–Calle Otakar II, 45, 1º derecha.
–Y su nombre es…
–Grete, Grete Samsa.
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El demonio lanzó una fatua contra Salman Rushdie: esos versos satánicos eran una burda mistificación.
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Le echaron la culpa al flautista de Hamelín de que el sistema de pensiones no fuera sostenible.
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Consiguió atravesar el espejo, pero se estampó contra la pared que había detrás.
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¿Kryptonita? No. Lo que acabó con Superman es que ya no hay cabinas telefónicas.
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–No se te ve tan mal, después de todo. Yo acabo de pasar un resfriado horroroso. ¿Quieres otro café?
–No, no. Ahora tengo radioterapia.
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Cuando Atlas leyó a Copérnico, exclamó:
–¿Y qué demonios he estado yo sosteniendo todos estos años?
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La restauradora del Ecce Homo de Borja se comprometió a arreglar el retrato de Dorian Gray.
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–No olvides el látigo cuando trates con una mujer –dijo Friedrich Nietzsche.
–Totalmente de acuerdo –indicó Christian Grey.
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Cuando Cope despertó, Marsh todavía estaba allí.
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REALPOLITIK
–Estados Unidos cometió un error garrafal en Vietnam.
–¿Cuál?
–Preocuparse de la suerte de un país sin petróleo.
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FRINIANA
Si Dios fuera profesor universitario, sólo trabajaría lunes, martes y miércoles.
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Policía, detenga a ese hombre: acaba de robarme un minuto.
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–Ya está bien de mirarse el ombligo.
–Pero, Eva, si no tengo.
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El astrónomo tenía un agujero negro en el jardín de su casa de campo.
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–Óbolo a óbolo, señor Caronte, usted debe ser muy rico.
–No crea. Tengo que darle una parte a Hades. Luego están los seguros sociales y médicos, la cuota sindical, el IRPF, lo que me cuesta mantener la barca... Al final, no me queda casi nada.
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Huston, tenemos un problema. Bogart ha vuelto a venir borracho al rodaje.
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FRINIANA
Si Dios hubiera sido funcionario, habría creado al hombre al día siguiente.
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–Lléveme al hospital.
El taxista le echó un vistazo y le dijo:
–Págueme antes
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Resulta irónico que a mi anterior marido no le gustase el jardín porque ahora está abonándolo.
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–¿Qué te pasó, Edipo? ¿Criaste cuervos?
–Peor, mucho peor.
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FRINIANA
Si Dios fuese mujer, ¿tendría ombligo Eva?
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Los gases de la vacas están acabando con el planeta. Mientras ultiman los detalles de la invasión, los extraterrestres han decidido acabar con las vacas.
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Le dolía la cabeza. Antes de acostarse, tomó la resolución de ir, apenas se levantara, al médico. Sin embargo, al día siguiente, Gregorio Samsa acabó yendo al veterinario.
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Miré lo que querías que mirase: tu escote.
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Watson trabajaba para Moriarty.
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Al pasar la barca, le dijo Caronte:
–Las niñas bonitas pagan un óbolo, como todo el mundo.
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Los griegos movieron el caballo. Jaque mate.
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Quedó confirmado que Yukio Mishima era mejor con la pluma que con la espada.
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R. dice que será un dique contra el fascismo. ¿Acaso no piensa salir a la calle?
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Mahoma predicaba una religión de paz. Los musulmanes eran pacíficos. Sabiéndolo, les resultó fácil a los oligarcas de La Meca acabar con los seguidores de Mahoma y con el propio profeta. Veinte años después de la muerte de Mahoma, ya no había musulmanes en La Meca.
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Los marcianos que conquistaron la Tierra estuvieron a punto de sucumbir a causa de la acción de las bacterias. Antes de regresar a Marte, tuvieron que ponerse en cuarentena. Así siguen (seguimos), desde hace cinco millones de años.
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Cuando nadie le ve, Caronte arroja un óbolo al Aqueronte y pide tener una vida común.
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Como no se le ocurría ninguna idea, dejó la escritura y se hizo taxista. Un año después publicaba un libro de cuentos y una novela.
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La voz dijo:
–Todos nuestros operadores están ocupados en estos momentos. Por favor, llame dentro de unos minutos.
Colgó enfadado. Comenzaba a pensar que nadie atendía la Línea para Suicidas. Otra vez decidió dejarlo para el día siguiente.
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Absolvieron al cartero por no repartir la correspondencia, pero le condenaron por no tirar las cartas al contenedor azul.
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La vieja señora quería ir a la calle Héroes del Alcázar. El taxista, que era de Vox, la llevó a la calle Pablo Iglesias y no le cobró nada.
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La fuerza hace la unión.
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Cada vez que se subía a un taxi, el ex presidente de la Comunidad de Madrid se ponía sombrero y gafas de sol.
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Y los soldados de plomo se convertirán en balas.
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–¿Qué tal?
–Me queda perfecto.
–Yo diría que te aprieta.
–No, no, mire.
La mujer dio unos pasos seguros por el pasillo.
–Definitivamente, eres tú –dijo el heraldo.
Anastasia, la hermana de Cenicienta, sonrió. Todo, la corona y el reino, eran de ella.
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Le advierto, conde, que tengo muy mala sangre.
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Cansado del viaje, subí a un taxi en la T4. Tomó la M-40. Pasamos por Pozuelo. Por fin, al cabo de una hora, llegamos a Hortaleza.
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–No hay mal que por bien no venga –exclamó la viuda de Carrero Blanco cuando le informaron de la muerte de Franco.
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La nota del suicida empezaba: Señor juez…
La señora jueza se negó a leerla.
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–No siento las piernas –dijo el delfín.
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Cortés fue denunciado por violar la Convención de Ginebra: en su lucha contra el Imperio azteca, recurrió a la guerra bacteriológica.
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–¿Y tú por qué estás en la cárcel?
–Por una distracción.
–¿Del abogado? ¿Del juez?
–No, no, mía. Distraje cinco millones de las arcas municipales.
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Asistí a una conferencia sobre dinosaurios. Me llevé un chasco: no la impartía un microcuentista, sino un paleontólogo.
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En Alemania, Hitler convenció a muchos ciudadanos, a la mayoría de los militares, pero a ningún físico nuclear.
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Los terrícolas que invadieron Marte se vieron atacados por un terrible virus, el de la nostalgia.
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Caín, furioso, golpeó a Dios con una quijada y lo mató. Para tratar de borrar su crimen, mato también a su hermano. Luego, huyó al extranjero.
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–Te va de cine, ¿no?
–Sí, mi vida es una película de Wes Craven.
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El caballero, que había aprendido a jugar al ajedrez en Tierra Santa, no tuvo dificultades en ganar a la Muerte.
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PARADOJA
El avaro, con tal de que sus hijos no le pidieran dinero, se dejaba chupar la sangre.
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Tenía la radio quitada. Todas las emisoras apoyaban a los VTC.
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La Guardia Civil incautó la navaja de Occam.
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–Pero ¿por qué no quieres tener hijos, Adolf?
–Corren malos tiempos, Eva. Tenemos unos gobernantes muy malos.
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BLOQUEO LITERARIO
Domingo por la mañana. Todas las tiendas están cerradas y a Balzac se le ha acabado el café.
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25 de diciembre. Nace Jesús.
28 de diciembre. Se cumple la orden de Herodes: todos los niños de Belén son asesinados.
6 de enero. Los Reyes Magos, después de extraviarse varias veces, llegan a Belén. Descubren consternados que Jesús fue asesinado hace ocho días.
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Vísteme de prisa que tengo todo el tiempo del mundo.
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–Seguro que a tu amante también le has regalado alguna joya.
–No te equivoques. A ella sólo le regaló bisutería.
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Las autoridades sanitarias recomiendan a la ciudadanía que se vacune contra la gripe. Recuerden lo que les ocurrió a los marcianos de Wells.
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Mi hijo quiere un iPod, un iPhone, un iPod, un iWatch. ¡Ay mi bolsillo!
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Su cliente todavía no estaba allí. Cuando llegó, se sorprendió al descubrir que era el taxista que la había llevado al hotel.
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–Odiseo, ¿te has enterado? A Ayante le enfadó tanto que te llevaras la armadura de Aquiles que se ha suicidado.
–Pues resulta que iba a dársela: me queda pequeña.