viernes, 1 de marzo de 2019

Papelera

Elias Canetti: “Un misionero como superviviente del fin del mundo”.

Los troyanos movieron el caballo. Jaque mate.
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–¿Jugamos a la ruleta rusa?
–Vale, pero me pido disparar en séptimo lugar.
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Había una vez un cuentista que no pasaba del había una vez.
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Sabana africana. Un crudivegano se encuentra con un crudicarnívoro. ¿Adivinas quién ganó?
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–¿Un último deseo?
–Fumar un cigarrillo.
–Mira, como vamos con prisa, te dejo que le des una caladita al mío.
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Su cara es un poema de Nerón.
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Los espectadores se quedaron de piedra cuando vieron a Medusa.
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A Marguerite le gusta vestirse como un hombre. Por ejemplo, ahora mismo, que está en la playa, lleva un taparrabos.
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FRINIANA
Si Dios hubiera sido hostelero, habría descansado un lunes por la tarde.
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Parecía vivir fuera del mundo. La llamaban soñadora, utópica, nefebilata. Ella, sin embargo, era la única que vivía en el mundo real, el del aquí y el ahora.
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Los troyanos iban a arrojar al mar el caballo de madera para ofrendárselo a Posidón, pero era estaba tan bien labrado y tan bello que finalmente decidieron entrarlo en la ciudad.
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En una mancha del lugar.
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–¿Por qué descuartizó a su madre y metió los trozos en fiambreras?
–Ella me tenía bien enseñado: siempre me decía que no había que tirar nada.
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Eva, yo soy crudivegano. No me comeré esta manzana hasta que no se caiga del árbol.
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SYMPATHY FOR THE DEVIL
Teherán, 1981. A Kamran le dieron una casete con los sermones de Jomeini. Grabó encima lo último de los Stones.
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Cría cerdos y te comerás sus lomos.
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–¿Contraté a un negro para que escribiera mi novela?
–¿Y qué tal?
–Un desastre. La terminó en dos semanas, pero la escribió en volofo.
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–Compré un colchón tan cómodo para La Moncloa que decidí no convocar elecciones –manifestó Pedro Sánchez.
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Aquel macho de viuda negra era célibe. Tuvo una vida larga y feliz.
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CONSEJO LITERARIO
Y si un personaje se pone rebelde, no dudéis en usar la tecla DEL.
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Soy optimista cuando pienso y pesimista cuando me miro al espejo.
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Regresó Jesucristo, pero ya no teníamos salvación posible.
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Esas alas de plástico servían para volar. ¿Quién sabe? Sus padres nunca habrían debido ponérselas. El niño, sin duda, alzó el vuelo y desapareció. ¿Por qué no lo buscan en otro sitio? A mí, déjenme en paz. Siempre con sus sospechas. Y esa camiseta que encontraron en mi casa, señor comisario, debieron colocarla ustedes.
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Como no conseguía llegar a la entrada del laberinto, comprendió que ya estaba en él.
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Era soñadora, imaginativa, nefelibata y, lo peor de todo, feliz. Ellos no podían permitirlo. Encerraron a Juana Inés en un convento.
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Según el hombre, fue sodomizado. Según el habitante de Tau 36-E, fue un experimento científico.
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Se le ocurrían tantas ideas que comenzó a dolerle la cabeza. Decidió desenroscar la bombilla.
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En Carnaval, se vistió de hombre invisible. Ganó el premio a mejor disfraz. Cuando iban a dárselo, no pudieron encontrarle.
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–¿Ya te has decidido?
–Por supuesto.
–¿Y…?
–He decidido tomar la decisión definitiva otro día.
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ONANISMO AVANT LA LETTRE
¿Qué haces, Adán?
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–¡Hágase la luz! –dijo.
Y el Urgott la hizo.
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–¿De dónde eres?
–De Mancha Real.
–¿De Mancha Real?
–Sí. ¿Acaso no sabes que La Mancha de Don Quijote es de mentira, una mistificación del sabio Frestón?
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–¿Tiene problemas de visión?
–Sí, lo ha adivinado.
–Quiere unas gafas para ver mejor, ¿no?
–Se equivoca. Quiero unas gafas para ver peor y ser más feliz. ¿Podrá conseguírmelas o tendré que ir a otra óptica?
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A Jack el Destripador le gustaba cortar por lo sano.
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FALLO DE PROGRAMACIÓN
–Recuerda que tienes que obedecerme: soy un humano.
–Sí, lo sé, sé que tengo que obedecer a los humanos, pero no sé qué es un humano.
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–¿Dónde dices que vives?
–En El Chanamar.
–¡Hum, qué raro! El Chanamar no aparece en Google Maps. ¿Estás seguro de que existe?
–¿Estás seguro de que existo?
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Era tan tacaño que ni siquiera daba los buenos días.
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–Silvia, ¿qué haces?
–Besar a la rana para comprobar si es un príncipe.
–Recuerda que esto es Ciencias y no Cuentos de Hadas. Así que… ¡coge el escalpelo y corta! ¡Corta!
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Se le ocurrían tantas ideas que comenzó a dolerle la cabeza. Decidió desenroscar la bombilla.
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PARADOJA
Va al gimnasio todos los días en patinete eléctrico.
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Sergio Ramos anunció su retirada: ya no le quedaba ni un solo centímetro cuadrado de piel que tatuarse.
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Y AHORA QUÉ
El barcelonista se tatuó el rostro de Figo en su pierna.
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Llevó a reparar el reloj de sol. Atrasaba.
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–¿Por qué se ha hecho amputar las piernas?
–Así no podré estirar la pata y seré inmortal.
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Hamat Tangara fue al planeta Ebrima. Pasó todas las pruebas con éxito y exigió al bubacar su premio. Los huesos de Hamat Tangara pasaron a orbitar alrededor del planeta Ebrima.
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Su nueva esposa era diligente, cariñosa, guapa. A Barba Azul le gustaba tanto que decidió tapiar la habitación secreta.
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Cuando Rip van Winkle despertó, la pereza todavía estaba allí.
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CÁLLESE, ZÚÑIGA
–Quiero que se queden en sus sillas, tranquilos, sin moverse. Tengo que anunciarles algo: se ha declarado un incendio en la planta vigésima. Los bomberos han dicho que hay que desalojar, manteniendo la calma. Procederé a leer su nombre para que bajen por la escalera. Lo repito: sobre todo, calma. A ver, empecemos. Álvarez Gistau, Lorenzo. Aranda Sánchez, Mónica. Bueno San… ¿Sí? ¿Qué le pasa Zúñiga?
–Director, no estoy de acuerdo con que se desaloje por orden alfabético.
–Cállese, Zúñiga. Sigamos. Bueno Santiago, María.
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OCTAVIANA
Cuando Herodes pasó cerca de su hijo, no pudo evitar taparse la nariz.
–¡Eres un cerdo!
–Lo sé padre. No quiero que me mates.
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Clark Kent no para de sudar. En verano, resulta mortal llevar el traje de Superman debajo de la ropa.
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Nadie se baña dos veces en el mismo torrente.
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–¿Ves? No hay forma de enhebrar la aguja.
–Es culpa del camello. No se está quieto.
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PARADOJA
El jainismo es una religión atea.
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Se pasea orgulloso en su coche eléctrico, como si no hubiera centrales térmicas ni nucleares.
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El personaje se puso rebelde. El escritor pulsó la tecla DEL.
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Nadie se ahoga dos veces en el mismo río.
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Dejaron los esqueletos de los invasores orbitando alrededor del planeta como aviso para navegantes. No lo supieron interpretar los asaltantes de Tau Gamma 57, amorfos e invertebrados.
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Dentro de quinientos años todos hablarán neoinglés o neochino, y el tiempo perdido en buscar el adjetivo adecuado habrá sido absurdo.
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¿Qué sentido tiene que una mujer lleve un taparrabos?
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–Puedo saludar al amanecer en quince idiomas.
–Good morning.
–¿Qué?
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TIEMPO DESARTICULADO
Philip K. Dick murió hace 37 años, pero todavía no ha nacido.
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LA REVOLUCIÓ DELS SOMRIURES
–¿Cómo adivinaste que era un centralista?
–Porque no sonreía.
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Van Helsing mordió a Drácula, y lo que sucedió fue sorprendente.
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Comenzó una partida con la Muerte que, cuarenta y cinco años después, le acabó dando jaque mate.
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PARADOJA
El crudivegano escupió la manzana: estaba podrida.
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–Zeus, quiero contarte un gran secreto.
–Calla, Tetis. Espera a que terminemos. Eres tan hermosa que no puedo contenerme más.
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Era rico y duro de oído. Pasó una aguja por el ojo del camello.
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–Soy célibe.
–De cerca de las Molucas, ¿no?
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Dios comprendió que no debía haber creado al hombre un viernes por la tarde, después de una agotadora semana de trabajo. Para crear a la mujer se tomó su tiempo. Y le salió perfecta.
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–Mi vida por una linterna –dijo el espeleólogo.
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–Atacó a su abogado con una azada.
–Sin duda, debió perder el juicio.
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Le dieron un punto de apoyo, pero no pudo mover el mundo.
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LA REVOLUCIÓ DELS SOMRIURES
–¿Cómo adivinaste que era un facha?
–Porque no sonreía.
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Él me esperaba dentro. Me esperaban mis padres, mis amigos. Me esperaba un futuro anodino, gris, mediocre. Nunca llegué a entrar en esa iglesia.
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PARADOJA
Pelearon por la paz.
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Gollum mordió al ladrón. Le habría, sin duda, cortado el dedo en el que llevaba su tesoro si hubiera tenido dientes.
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–Comenzó a llover y traté de protegerme. Encontré a alguien.
–¿A quién?
–Encontré a la Muerte bajo aquel árbol.
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CRIPTOCATÓLICOS
Se confiesan a sí mismos y a sí mismos se ponen la penitencia, casi siempre muy ligera.
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Soltaron la bomba un martes. El miércoles, las cucarachas encontraron todo extrañamente desierto.
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KRAUSIANA
La mayoría de los partidos políticos son la enfermedad de la que creen ser el remedio.
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Estábamos cuerpo contra cuerpo, la sensibilidad a flor de piel, entregados a la pasión, dándonos besos como no lo habíamos hecho en toda nuestra vida, cuando una voz grave y profunda nos interrumpió:
–Adán, Eva, ¿qué habéis comido?
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SÚBITO CALENTAMIENTO GLOBAL
El mamut se sacudió los restos de nieve y siguió su caminata hacia los pastos de verano.
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Soltaron la bomba un martes. El miércoles, el único que acudió al trabajo fue R-T45-G.
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–Liberaste todos los males, Pandora.
–¡No es verdad! Ya había males en el mundo. La curiosidad, sin ir más lejos.
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Cada vez que hablan, ¡hay tantas cosas que no pueden decirse!
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CONSEJO LITERARIO
Y si el personaje se pone rebelde, no dudes en usar la tecla DEL.
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–¿Eres xenófobo?
–Soy xenolatrófobo.
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En aplicación de la Ley 37/2018 de 23 de marzo, que establece la eliminación de nombres religiosos del callejero, el libro Cuaderno San Martín, de Jorge Luis Borges, pasa a llamarse Cuaderno Martín.
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RAPIDEZ
Plácido, estaré lista en lo que tardes en leer El dinosaurio.
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–¿Qué llevas puesto, Laura?
–Un taparrabos.
–¡Qué vergüenza, vestir ropa de hombre!
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–Decíamos ayer, como decía San Juan de la Cruz.
–Eso, señor Sánchez, lo dijo fray Luis de León.
–¡Vaya! Nunca sospeché que San Juan de la Cruz fuera un plagiario.
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Vio medio lleno el vaso medio vacío de ricino.
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–El presidente del Gobierno citó a Antonio Machado.
–¿Y acudió?
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–Diógenes, ¿no necesitas nada?
–Nada. Bueno, no me vendría mal un tonel como casa, una escudilla para comer y beber, una mujer para alegrarme las noches, una linterna para buscar a los hombres.
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Soltaron la bomba un martes: el presidente había perdido el maletín nuclear.
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LA REVOLUCIÓ DELS SOMRIURES
–¡Facha!
–¿Por qué me llamas facha?
–Porque no sonríes.
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Esther Gómez del Castillo, que hasta el pasado 3 de enero se llamaba Juan Fernando Gómez del Castillo, como no quería darle otro disgusto a su padre, cumplió la promesa que le hizo de casarse con un sombrero charro. Le costó encontrar uno que conjuntara con su vestido de satén.
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Era difícil ocultar su secreto, cuando sus ojos recorrían mi cuerpo. ¿Acaso no deseaba ser Superman y ver a través de la ropa?
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Decidí tirar un penalti a lo Panenka... ¡Qué cosas suelta la gente por su boca!
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–¡Tierra! –gritó Rodrigo de Triana.
–Chis. No soliviantes al personal. Sólo son las Canarias.
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El escritor se suicidó, dejando inconclusa su autobiografía.
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–¿Sabes lo que le pasa a Marita? Me ha llamado chingón y me ha dicho que quiere afajarme.
–No se lo tengas en cuenta. Pierde la cabeza cada vez que se pone el sombrero del abuelo.
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Era difícil ocultar su secreto cuando sus ojos miraban con irritación a los que se alejaban después de haber dejado en el platillo unos pocos céntimos. ¿Cómo podía sostener que era ciego?
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Esas alas de plástico servían para volar, nos aseguró. No le creímos. Sospechamos que era un estafador. Le subimos a la azotea y le obligamos a colocárselas. ¡Vuela!, le dijimos. Imposible, nos replicó, porque tengo aerofobia.
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Antes de salir, mi marido comprobó la presión de los neumáticos, el depósito de combustible, los niveles de aceite. Como faltaban pilas de repuesto para la linterna, tuve que llamar a mi madre para decirle que ese sábado tampoco iríamos a comer.
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Era todo un machote, pero en casa quien llevaba el sombrero charro era su mujer.
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–¿Conoces la historia del adolescente que mató a su mejor amigo?
–No.
–Le dio por leer a Nietzsche y le dijo a su amigo que era capaz de cometer un asesinato sin remordimientos. Después del crimen, aseguró, iría a un pub y se tomaría un cubata.
–¿Y lo hizo?
–Sí, lo hizo. Mató a su amigo de una puñalada y luego fue a un bar-cafetería y le pidió un ron-cola al camarero. ¿Sabes lo que le pasó?
–No.
–Le pusieron al camarero una multa de 6.000 euros por servir alcohol a un menor.
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LA REVOLUCIÓ DELS SOMRIURES
–¡Facha!
–¿Por qué le llamas facha?
–Porque no sonríe.
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ÉRASE UNA VEZ
–Papi, cuéntanos otra vez la historia del lobo sagaz que se disfrazó de abuelita humana y mató a una niña preguntona.
Y papá lobo les contó a sus lobeznos la historia del lobo sagaz.
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¿Loli o Silvia? Silvia. ¿Eléctrico y Diésel? Eléctrico. ¿Piso o casa? Casa. ¿Hipoteca en euros o en yenes? En yenes. Siempre tomé la peor de las decisiones. Esta vez me lo pensaré bien. ¿Pistola o cuerda? ¿Cuerda o pistola?
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–¡Qué chingón eres, güey! Me gustaría afajarte.
–Marita, quítate ahora mismo el sombrero del abuelo. Vas a perder la cabeza.
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José Trinidad Morales era grosero, fanfarrón, superficial, inestable, violento, falso, todo un machote. Sin embargo, en casa, quien llevaba el sombrero charro era su mujer.
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FINIS GLORIAE MUNDI
Tanor Dieng fue un científico famoso. Descubrió el proceso de flujo intervectal. Dio conferencias en universidades de todo el mundo. Le entrevistaron en televisión. Sin embargo, Tanor Dieng acabó como todos, convertido en basura espacial.
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–No tengo quien me escriba.
–Coronel, ¿y no podría ser que las cartas le lleguen a la carpeta de correo no deseado?