domingo, 3 de febrero de 2019

Rey ahogado

–Mi rey está ahogado. No puedo hacer ningún movimiento. Esto supone…
–Sí. Tablas.
–¿Qué hacemos? ¿Jugamos otra partida?
–Nada de otra partida. Las reglas del ajedrez de la muerte son claras.
–Entonces, ¿puedo vivir?
–¿Vivir? ¡Claro que no!
–Pero ¿no me has ganado?
–He ahogado a tu rey.
–¿Vas a ahogarme acaso?
–No soy una salvaje. No. Haremos lo correcto.
–¿Qué?
–A partir de este momento no estarás ni vivo ni muerto. Caerás en coma.