Milena Busquets: “El sentimiento de superioridad un poco ridículo los días que logramos escribir algo que no nos parece una birria absoluta”.
–Avanza tu novela.
–Sí. Ya casi tengo pensado el epígrafe.
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Soy tonto, tanto que no sé me da bien pasar por tonto.
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IDEA PARA UNA NOVELA
Un Julien Sorel desvergonzado y patrañero que continuamente relee los tres libros de Pedro Sánchez.
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Mi salud mental ha mejorado. Ahora soy más feliz. ¿Que cómo lo he conseguido? No veo las noticias y así no me tengo forma de enterarme del último disparate que ha parido el Gobierno.
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CRÓNICAS ESIANAS
Óscar, profesor de Sociales, tiene menos de treinta y cinco años y no tiene ningún tatuaje, ni a la vista ni escondido. Pide perdón a sus compañeros de menos de treinta y cinco años, todos tatuados, y se compromete a hacerse un tatuaje,
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CRÓNICAS ESIANAS
Manuel, interino de Biología, pasó un año de monje. Por la mañana, el instituto, con los peores cursos. Por la tarde, academia y empollarse un tema. Los fines de semana, encerrado a cal canto.
Itziar, interina de Francés, dedicaba las tardes a dar largos paseos con su perro. Los fines de semana, Granada, un concierto, la sierra.
Manuel no sacó la plaza. A Itziar se la regalaron.
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–Pero, Pepe, al menos podrás decir algo bueno de este gobierno, ¿no?
–Pues claro. Me he rasgado tantas veces las vestiduras que cada vez coso mejor.
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CRÓNICAS ESIANAS
El secretario se muestra indignado. No entiende por qué los profesores necesitan hacer tantas fotocopias.
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A Alejandro le duelen los pies de tanto caminar. Lleva dos semanas seguidas estudiando con Aristóteles.
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No tiene ninguna cicatriz. No es feliz.
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Tuvo que convertirse en monstruo para protegerse de los monstruos.
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He amado y me han amado. Una pena que la persona a la que amé y la que amó no fueran la misma.
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Terencio Máximo tocaba tan mal la lira que convenció a los todavía incrédulos de que era Nerón.
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Segundo año del reinado de Tito Flavio Vespasiano. Terencio Máximo cogió una lira y empezó a tocarla. Lo hacía tan mal que se convenció a sí mismo que era Nerón.
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Tengo que agradecerle a este Gobierno todo lo que ha hecho por mi salud mental. Con tal de no enterarme del último disparate que ha parido el Consejo de Ministros, no veo las noticias y, ahora, soy más feliz.
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HOMBRE.¬— Entonces, ¿quieres que lo hagamos?
MUJER.¬— Sí.
HOMBRE.¬— ¿Te puedo besar?
MUJER.¬— Adelante.
Comienza a quitarle la ropa.
MUJER.¬— Pero ¿qué haces?
HOMBRE.¬— No me has dicho que quieres hacerlo.
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El amor es muy sacrificado. Por eso, inspector, Juan Carlos debería haber correspondido a mi amor.
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Papá ha dicho que todos tenemos que sacrificarnos.
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–Hay que sacrificarse por la patria –les dijo el Líder Amado.
Luego, cuando regresó a su tren privado, se echó una copa de coñac Hennessy.
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Alonso de Baeza pensaba que sacrificándose un poco se haría rico. Pues no. Ahora los mexicas le van a sacrificar del todo.
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El presidente lleva una vida muy sacrificada, siempre cambiando de opinión y saltando líneas rojas.
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Nadie se da cuenta de que ser presidente es muy sacrificado. Siempre tengo que estar cambiando de opinión y saltando líneas rojas.
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Tras cuarenta y cinco años cotizados por fin pudo jubilarse con la pensión máxima. Cobró tres mensualidades.
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Tras cuarenta cotizados por fin pudo jubilarse con la pensión máxima. Tres meses después estalló la crisis de 2035 y las pensiones bajaron.
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Siempre ha sido desobediente y ya se ha escapado varias veces de casa. A Agamenón no le cuesta sacrificar a Ifigenia.
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Trabajando de doce a catorce horas diarias, por fin consiguió lo que tanto quería: comprarle a su hijo la nueva Nintendo Switch.
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Todos aplauden a Ababu Awalo, que acaba de batir el récord mundial de los 1.500. Nadie se acuerda de Ezekiel Kisanana, la liebre.
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Hay que hacer más sacrificios. La victoria es incierta. Quedan pocas esperanzas. Llevan diez niños a la pirámide de Huitzilopochtli.
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Ejemplo de oxímoron: terrorismo bueno.
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Para que no se dijera, el presidente decidió hacer un sacrificio. Ya no iría más al aeropuerto en helicóptero.
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Zhúkov se lo dejó claro, pero Stalin decidió aceptar el sacrifico. Berlín bien valía la vida de cien mil soldados soviéticos.
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Yavé sabía que sus descendientes darían muchos problemas, así que permitió que Abraham sacrificara a Isaac. Quedaba Ismael.
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–¿Y no tienes secretos en tu armario?
–Ah, no. Todo lo que ocupa sitio lo vendo por Wallapop.
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–Yo es que tengo muchos secretos guardados en el armario.
–¿Y no has pensado en venderlos en Wallapop?
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CADUCO
Tan a la moda escribía aquel escritor lento que le acusaban de ser anacrónico.
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Los antiguos persas eran más bien raritos. En la Historia, fueron los únicos que, pudiendo hacerlo, no masacraron al pueblo judío.
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LA LARGA MARCHA
Pero ¿en China hay dieciocho cordilleras?
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–¿Y tú por qué estás en la cárcel?
–Quemé un ninot con la imagen del presidente del Gobierno.
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–¿Y Fermín?
–Ahora le ha dado por imitar a Basho.
–¿Escribe haikus?
–No, qué va. Se pasa el tiempo vagabundeando.
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EXPOSICIÓN A LOS MEDIOS
El presidente del Gobierno rechazó la invitación a Pasapalabra cuando le dijeron que ningún asesor podría asesorarle.
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No hay más verdad que la realidad, pero la realidad es una mentirosa.
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Escribir pequeño para no sentirme tan diminuto.
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Le aplaudían cada vez que salía a la calle. Pero no estaba contenta. Envidiaba los abucheos que recibía el presidente.
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El día de su retirada quería revivir tantos abucheos recibidos allí, en el Bernabéu, así que hizo un gol en propia puerta.
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Antonio Munuera trabajó en el Valle de los Caídos por abuchear a Franco. Carlos Prado está enterrado allí por abuchear a Largo Caballero.
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Después de tres fracasos, decidió escribir una comedia a la moda. En el estreno, el público le obligó a salir tres veces a saludar. ¡Qué decepción!
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El verdugo cortó la cabeza de Gilles de Rais de un rápido tajo. Decepcionados, los espectadores le abuchearon.
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Tan a la moda escribía aquel escritor lento que nunca escribía a la moda.
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Tan a la moda trataba de vestir que nunca salía de casa.
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Tan a la moda iba todos los días al trabajo
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Un año después de dejar la presidencia, se atrevió por fin a salir a la calle. Y nadie le abucheó. Se sintió completamente vacío.
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Después de doce años, el diputado por Jaén se sentía amenazado: aquel jovencillo, diputado por Cáceres, abucheaba mejor.
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–¿Algo más?
–Que el Barça, cuando empiece la Liga, tenga nueve puntos.
–¿Al empezar la Liga?
–Sí, nueve puntos. Parece justo. Y que el resto de equipos catalanes empiecen con cinco.
–¿Con cinco? Bien.
–Bueno, el Español, no. El Español debe empezar con cero puntos, como el resto.
–De acuerdo.
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Escribió una historia de los emperadores y emperatrices de Roma. A sus colegas les dio un ataque de risa.
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Cuando murió, le elogiaron.
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Releyó lo que había escrito el día anterior. Se abucheó. ¡Qué desastre!
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Aquello era insostenible, así que ilegalizaron a Junts, porque no tenía un nombre inclusivo.
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El presidente evita los abucheos no saliendo a la calle, pero ni una ración triple de valeriana le impide soñar con ellos.
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Finalmente decidieron no reescribir la Constitución utilizando el lenguaje inclusive. ¿Para qué? Era papel mojado.
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Rompí con ella cuando me dijo que quería tener hijes.
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PEDRO SÁNCHEZ
Un político sin principios y sin final.
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Entre todo lo que encontró en la tienda del miramamolín, a Sancho de Navarra lo que más le gustó fue la almohada.
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Rompimos, claro. Yo quería tener hijos; ella, hijes.
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La ministra de Defensa tuvo que pedir perdón porque, cuando informaba del ataque a los piratas, no había utilizado el lenguaje inclusivo.
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En la comida de Navidad, Raúl, el profe podemita, dejó de hablar utilizando el lenguaje inclusivo cuando llevaba seis cervezas.
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La cena de Navidad, cuando su cuñado, el podemita, llevaba ya cinco cervezas, dejó de hablar utilizando el lenguaje inclusivo.
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El político se negó a responder al juez que le estaba interrogando porque éste no utilizaba el lenguaje inclusivo.
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Stockhausen incluyó dos minutos de abucheos al final del tercer movimiento de su concierto para orquesta y motosierra.
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Como el juez no utilizaba lenguaje inclusivo, la política que estaba siendo investigada por corrupción se negó a responderle.
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Recién nombrado director general de Lenguaje Inclusivo, nombró a un ayudante, dos secretarios y un jefe de prensa.
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Para su comunión, su tía zurda le compró una Biblia en lenguaje inclusivo.
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Sorprendentemente, la Biblia en lenguaje inclusivo tuvo pocas ventas.
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El mismo día en que se anunciaba que el PIB seguía siendo negativo, sus señorías votaron que el parlamento se llamara Congreso de Diputados y Diputadas.
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El paro seguía subiendo, pero otra era la noticia: sus señorías había votado que el parlamento se llamara Congreso de Diputados y Diputadas.
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–Te veo hecho una mierda.
–Es que llevo tres días sin cagar.
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Paciencia. Es cuestión de tiempo que ya no estemos juntos. Hay probabilidades, aunque sean pequeñas, de que a mí me caiga un meteorito en la cabeza. Es posible que él coma una paella sazonada con arsénico.
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CRÓNICAS ESIANAS
–Si tuvieras paciencia para tratar con los inspectores, no tendrías que dar clase en la ESO.
–Si tuvieras paciencia para dar clase en la ESO, no tendrías que tratar con los inspectores.
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Durante una hora no paró de gritarme. Por fin, se calmó un poco y me dijo:
–No podemos seguir así. Ha llegado el momento de romper.
–De acuerdo –le dije.
Por lo que salimos a la calle y empezamos a romper todo lo que se cruzaba en nuestro camino.
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¿Escribo lo que soy o soy lo que me gustaría escribir?
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IDEA PARA UNA NOVELA DE CF
Gracias al Tov Meod, los israelíes –que después de todo son el pueblo elegido– han conseguido dominar el mundo. Shlomo Eizenkot, procónsul judío (rosh) en China, descubre que está en marcha una conjura contra Israel. Los conspiradores tratan de secuestrarle.
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Que se viva bien en los pueblos es una leyenda urbana.
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“En los tiempos difíciles, el hombre discreto acepta el mundo como es y pacta con el triunfador”.
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PERIODISTA AÚLICO.¬— Muchos dicen que usted es malo.
PRESIDENTE DEL GOBIERNO.— Exageraciones, exageraciones. (Se queda pensando.) Ya sabes lo que dicen, Antonio: no soy peor que un cáncer.
PERIODISTA AÚLICO.— (Susurrando.) Aún.
PRESIDENTE DEL GOBIERNO.— ¿Qué?
PERIODISTA ÁULICO.— No, nada.
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LA DESCARBONIZACIÓN
–Pues ya no podemos seguir regalando carbón –dijo Melchor.
–¿Y qué vamos a regalar? –preguntó Gaspar.
–¿Por qué no un libro de Muñoz Molina? –propuso Baltasar.
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Tiene que llegar la Navidad –la primera en el centro de menores– para comprenderlo: está allí porque los Reyes nunca le han echado carbón.
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Vio salir del banco de alimentos a Izan, el alumno que le abucheaba en 2º de ESO, con una bolsa en la mano.
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La primera Navidad en el centro de menores fue muy triste. Echó de menos su casa. Ojalá los Reyes le hubieran traído más carbón.
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Dijo a sus padres que, como a los Reyes se les ocurriera traerle carbón, quemaría la casa. El día 6 desembaló una Nintendo Switch.
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Como Jesús no sabía qué hacer con la mirra, la cambió por carbón.
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Pidió muchas cosas a los Reyes Magos, entre otras, que le echaran mucho carbón a Papá Noel.
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Pidió muchas cosas a los Reyes Magos, aunque dijo que se conformaría con la mitad si le echaban carbón a Papá Noel.
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Los Reyes Magos tuvieron que adaptarse a los tiempos. Uno de ellos era mujer; otro, un no binario. Y, por supuesto, nada de carbón.
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EL ELLO DEL PRESIDENTE
–Pero, presidente, en 2014 dijo que todas las protestas eran legítimas.
–¡Bah!, eso se le escapó a mi superyó.
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Los ecologistas denunciaron a los Reyes Magos por regalar carbón.
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Estamos en una época en la que te obligan a elegir entre los palestinos y los judíos, entre Putin y los banderistas, entre Trump y Ocasio-Cortez, entre Cristiano y Messi, entre Edison y Tesla, entre Vargas Llosa y García Márquez, entre Borges y Galeano.
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CRÓNICAS ESIANAS
El claustro era tan aburrido que propusieron al director hacer un kahoot.
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CRÓNICAS ESIANAS
El director se dio cuenta de que el claustro les estaba resultando tan aburrido que les prometió que al final harían un kahoot.
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CRÓNICAS ESIANAS
Como advirtió que los profesores se estaban aburriendo, el director prometió que al final de claustro harían un kahoot.
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–Señoría, usted como mujer me entenderá: mi marido es muy aburrido. Yo necesito más vida. –Taquígrafo, anote: diferencias irreconciliables.
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–Pero ¿dónde están tus escrúpulos?
–A saber.
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–¿Cómo llegaste a pensar que siempre te ibas a salir con la tuya?
–Creí que los electores eran pasivos, pero no, eran pasivo-agresivos.
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Kaduna es un país rico en carbón y mercurio y, por lo tanto, sus habitantes se ven obligados a emigrar a Europa.
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EL DICTADOR
Ya que nadie se cree la patraña de que las elecciones hayan sido libres, piensa que mejor no volver a celebrarlas.
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No le importaba cobrar menos, lo único importante era que su nuevo amo, el señor Fogg, llevaba una vida sedentaria y aburrida.
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LAS RAZONES DE JUDAS
Nos invitó a cenar y, como sólo tenía pan y vino, se inventó una cosa rarísima.
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EL POLÍTICO
Ha llegado a un punto en que miente cuando dice la verdad.
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–Hoy me han atracado.
–¿Quién fue?
–Un taxista.
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No sería para tanto, pensó, así que Franz, aburrido de votar a los cristianodemócratas, en esas elecciones escogió la papeleta de Hitler.
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PARADOJA DEL BARCO DE TESEO
Si el PSOE ya no defiende la igualdad entre los españoles, ¿sigue siendo el PSOE?
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Diferentes planes de huida a París fueron cancelados cuando, buscando en páginas de inmobiliarias, vio los precios del alquiler. Así que se decidió por la Bretaña. Ahora tenía que pensar lo que le diría a Lola.
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CRÓNICAS ESIANAS
Vendió su alma al diablo por una hora menos de guardia y ahora, que quiere otra hora menos de guardia, ya no sabe qué vender.
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Mientras le vendaba los ojos, el verdugo tarareaba un reguetón. Entonces supo que su muerte sería completamente en vano.
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LA SUCIEDAD
–¡Sucios judíos! ¡Rápido! ¡Rápido! –les gritaba el Scharführer Meyer a los que bajaban del tren.
Los presos, con las extremidades agarrotadas, trataban de darse prisa.
Meyer solía taparse la nariz y hacer un gesto de asco cuando pasaba junto a los judíos que, quizá, habían estado encerrados en un vagón cuatro o cinco días. Una vez disparó sin más a uno que olía peor que los demás.
Más tarde, cuando acababa su turno, antes de irse a descansar, iba a los servicios y, para lavarse las manos y la cara, utilizaba el jabón fabricado con la grasa de los judíos.
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DECÁLOGO
1. No juzgues.
2. No compares.
3. No le regales juguetes, regálale tiempo.
4. Hay muchas cosas que no podrás darle, pero dale lo que sí puedas darle..
5. No digas que vas a hacerlo, hazlo.
