Estoy harto de la del quinto. Por las noches se escuchan en su piso voces, gemidos y toda clase de ruidos diabólicos. De su tendedero siempre cuelgan trajes de látex y algún látigo.
A mi hijo he tenido que engañarle: cuando me pregunta, le digo que nuestra vecina es Catwoman.
Microrrelato publicado en Cincuentapalabras.com