sábado, 31 de marzo de 2018

No supieron

La casa vacía comenzó a llenarse de polvo. Nadie volvió a vivir allí. El viento voló algunas tejas. La techumbre acabó hundiéndose. Los matorrales crecieron entre las ruinas. Al cabo de cien años no quedaba ni rastro de ella.

Dos mil trescientos años después, los arqueólogos comenzaron a excavarla. Dibujaron el plano de la casa. Concluyeron que era la típica vivienda de un régulo ibero. Sin embargo, no supieron que Lubbos había sido degollado, ni que Biurtite, su mujer, había sido entregada a los mercenarios númidas, ni que sus hijos habían muerto trabajando en las minas de plata de Cástulo.

Microrrelato finalista del Concurs Setmanal de Microrelats Wonderland