Después del último fracaso, se juramentó para vencer en la siguiente edición del certamen. Decidió prepararse para ganar. Se entrenaría durante todo un año. Metódicamente. Sin descanso.
Se ejercitó mañanas y tardes. Entrenó hasta caer exhausto. Cuanto más se iba acercando la fecha más inquietud sentía. Se preguntaba si estaría lo suficientemente preparado. Perseverante, aumentó las horas de entrenamiento. Entrenó mientras comía. Si hubiera podido, habría entrenado durmiendo.
Por fin llegó el día. Estaba tan concentrado que ni siquiera prestó atención a sus competidores. Cuando pronunciaron su nombre, subió sin vacilar. Pronto, se sintió tan seguro que se permitió dar una voltereta en el aire. Escuchó los aplausos del público. No pudo reprimir una sonrisa. Siguió saltando. Cada vez más alto. Más alto.
Habría sido el vencedor del IV Certamen de Cama Elástica si un salto no le hubiera hecho perderse entre las nubes.
Microrrelato que recibió una mención especial del jurado en el II Concurso Internacional de Microrrelato "Valle de Cayón"