–¿Estaba rica la pizza?
–Sí, mamá.
–¿Y qué os dio vuestro tío de beber?
–Una Coca–Cola.
–¿Qué película visteis? ¿Os gusto?
Dudé un poco antes de responder.
–Claro que sí –dije por fin.
No me atreví a contarle que Raúl y yo permanecimos toda la película abrazados detrás del sofá mientras el tito Carlos, que puso una cara que daba susto, no paraba de comer palomitas.