viernes, 22 de abril de 2016

¡No te lo perdonaré jamás!

Don Quijote derrota al Caballero de la Blanca Luna. Sus aventuras continúan. Tracia, Trapisonda, Corasmia. Por fin, después de muchos años, regresa cubierto de gloria a La Mancha. Dulcinea le ha esperado pacientemente. Se casan. Llega la noche de bodas. El caballero manchego ha soñado con este momento toda su vida. Se acuestan. Don Quijote acaricia la suave piel de Dulcinea. Va a besarla, pero no puede. Su amada se convierte repentinamente en humo. Don Quijote está asombrado. Exclama: 

–¡Maldito seas, Frestón! ¡No te lo perdonaré jamás!

Microrrelato publicado en Elbicnaranja.wordpress.com