martes, 7 de junio de 2016

Aquel día de verano

Aquel día de verano, al capitán Mochitsura Hashimoto, desesperado porque durante meses no había logrado torpedear ningún barco americano, le cambió la suerte. Observó alborozado por el telescopio la silueta de un crucero enemigo. 

Aquel día de verano, al contraalmirante Charles Butler McVay, confiado en que no había submarinos japoneses por aquellas aguas, le sobresaltó una violenta detonación en su camarote. La segunda explosión le lanzó al suelo. 

Aquel día de verano, el marinero Quint comenzó a odiar a los tiburones.