jueves, 11 de agosto de 2016

Zapatos negros de tacón

En junio de 1939, Andrzej Krzyżanowski regaló a su mujer Helena unos hermosos zapatos negros de tacón. No tuvo mucha ocasión de lucirlos: la guerra estalló apenas un par de meses después. Sin embargo, Helena Krzyżanowska (nacida Reichstein) los llevaba puestos el día que, junto a su hija Karolina, fue llevada a un lugar llamado Treblinka. 

En septiembre de 1942, el Untersturmführer Hans Koller visitó a su mujer en Berlín y le llevó varios regalos, entre ellos unos hermosos zapatos negros de tacón prácticamente nuevos. Brunhilde Koller sólo se los puso la noche en que su marido la invitó a un famoso restaurante berlinés. Lástima que un bombardeo británico no les permitiera acabar la cena.

En mayo de 1945, la señora Koller tuvo que permitir que varios soldados soviéticos durmieran en su piso de la Thümmelstrasse. Los Ivanes le robaron relojes, muebles, piezas de cerámica y también los zapatos negros que le había regalado su difunto marido.

En diciembre de 1945, el soldado Anatoli Yolkin regresó por fin a casa. Le regaló a su novia unos zapatos negros de tacón. Zinaida no se los pudo poner porque le estaban demasiado pequeños.

Microrrelato publicado en RELATOS EN CINCUENTA PALABRAS Y OTRAS MICROFICCIONES