lunes, 2 de abril de 2018

Papelera

Guillermo Tell resopló aliviado. Era la primera vez que acertaba.
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–¿Qué tengo en el bolsillo? –preguntó Bilbo.
Gollum se sorprendió de que el saquehobbit le hiciera una pregunta tan fácil.
–¿Que qué tienes en el bolsillo? ¿Qué vas a tener? ¡La mano!
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Freud interpretó el sueño del faraón.
–Majestad, su sueño es un intento de su inconsciente de resolver un conflicto. Es una consecuencia del ajetreo anímico de la vigilia. Le recomiendo que…
El faraón no le dejó terminar. Hizo llamar a José.
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–Capitán Mzimba, todos nuestros cañones han sido silenciados. No podemos responder al fuego enemigo. ¿Iniciamos la evacuación?
–Sí, dé la orden. Pero yo prefiero hundirme con mi nave.
–¿Hundirse, capitán Mzimba? Le recuerdo que estamos en medio del cinturón de asteroides de Boogaard.
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VARIACIONES SOBRE UN TEMA DE MONTERROSO
Hoy me siento bien, un Stephen King; estoy terminando mi segunda novela del día.
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–Pínteme fea. Que crean que todo se debe a mi inteligencia –le decía Madame de Maintenon al retratista Mignard.
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AÑO 2038
Llegada la edad legal de retiro, le dieron a elegir: o seguir trabajando o cobrar quinientos yuanes de jubilación o un viaje a Benidorm de una semana de duración sin retorno.
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Después del aplaudido poema sobre el saqueo e incendio de Troya, Nerón empezó a preparar un canto épico sobre la caída del Imperio de Darío III. Anunció a sus cortesanos que necesitaba inspiración. Tenía que ver cómo caía un Imperio.
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Les explicó cómo había creado el mundo y les pidió que le escribieran un trabajo. Moisés, que no lo había comprendido muy bien, le presentó una curiosa fábula titulada Génesis. Stephen Hawking, que era el más aplicado de sus discípulos, le entregó la Historia del tiempo.
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TEORÍA DEL CAOS
Una mariposa aletea en China. El filósofo Chuang Tzu, que está de visita en Chile, duerme.
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DIOS CALVINISTA
Crearé el mundo en seis días, expulsaré a Adán y Eva del jardín de Edén, castigaré a Caín, frenaré la mano de Abraham en el último momento, provocaré un diluvio, ayudaré a Moisés a huir de Egipto, daré fuerza a Sansón para que destruya el templo de los filisteos, haré a David rey, permitiré que los asirios destruyan Israel, dejaré que los judíos regresen del exilio… ¡Qué aburrido!
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Gregor Samsa soñó que era un monstruoso insecto. Al despertar ignoraba si era una cucaracha que había soñado que era un escarabajo o si era un escarabajo y estaba soñando que era una cucaracha.
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Puigdemont, que desapareció de Finlandia el viernes, detenido el domingo en Alemania.
–¡Con estas noticias no hay quien pueda! –exclamó el escritor de novela negra.
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Ese martes el puente fue inaugurado. El río que separaba la ciudad empezó a imaginar la venganza.
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El gordinflón gritaba con tanto convencimiento que eran molinos que decidieron perdonar al larguirucho.
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A los alienígenas les sorprende el grado de progreso que han alcanzado los terrícolas. Tienen esclavos que se ocupan de ellos: limpian las casas donde viven, les dan de comer, les llevan a unos médicos que llaman veterinarios, les recogen los popós.
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–Maldita seas, Pandora. Liberaste todos los vicios.
–No es cierto. El vicio de la curiosidad ya estaba fuera.
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DEFENESTRACIÓN DE PRAGA
Sólo les pusieron una condición a los representantes checos para celebrar otra reunión: tenía que realizarse en una habitación sin ventanas.
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El Dios calvinista no pudo evitar que se le escapara una risilla cuando le presentó a Eva.
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No se veía nada. Y no había nada. Estaba harto.
–Hágase la luz –dijo.
Y la luz se hizo
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NATIVO DIGITAL
El adolescente está orgulloso: gracias a su teléfono inteligente, sabe tanto como alguien de cuarenta años. Según el oculista, tiene la vista de alguien de cincuenta.
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¿Seis días? Ahora comprendo esta chapuza. Yo tardé 4.571 millones de años.
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Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, así que decidió seguir durmiendo otros veinte millones de años, hasta que apareciera el hombre.
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El director le indicó a Fay Wray que, cuando mirara a King Kong, imaginara que estaba viendo al productor de la película.
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El octavo día, después de un reparador descanso, creó su obra maestra: todas las especies que habitarían las islas Galápagos.
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–¿Sois hermanas?
–Ah, no. Vamos a la misma clínica de estética.
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–Si yo escribiera todo lo que me ha hecho pasar –dijo la musa.
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George Lucas fue condenado en el infierno a ver una y otra vez Star Wars 8.
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–¿Quién te ha hecho esto? –le preguntó Poseidón.
–Un sucio marinero griego –dijo el cíclope.
–Ya te dije que tuvieras los ojos abiertos.
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–Capitán, el enemigo ha arriado la bandera.
–¡Maldición! Otra oportunidad perdida de hundirme con mi barco.
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Nunca le acompañó la suerte. Trató de suicidarse y se mató.
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DESCUBRIMIENTO
Hoy han llegado a la playa de levante unos hombres muy extraños. Venían en grandes canoas. Iban completamente vestidos. Apestaban.
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Mostrándoles la copa, dijo:
–Tomad esto y repartidlo entre vosotros.
–Yo no quiero. A mí no me gusta el vino.
–¡Silencio!
También tomó el pan, lo partió y les dio, diciendo:
–Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado.
–Yo soy crudivegano.
–Judas, ¿te vas a callar de una vez?
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Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Si salía de esa, le pondría una reclamación a Safari en el Tiempo S.A.
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–De verdad. Me dijo: Pandora, toma esta caja. Te pido que la abras. Te ordeno que la abras. Tienes que abrirla. Ábrela.
–¿Utilizó esas palabras?
–Bueno, quizá no empleó exactamente esas palabras. Pero estoy segura de que él esperaba que abriera la caja.
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La serpiente convenció a la mujer de que se comiera la manzana. Y así fue como se vengó del gusano.
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Ese martes el puente comenzó a temblar. Y también el ingeniero que lo había diseñado.
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–Soy el flautista de Hamelín.
–No le necesitamos: no tenemos ratas aquí.
–No, no, ya no cazo ratas. Ahora regalo niños. ¿No les interesarían?
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VARIACIONES SOBRE UN TEMA DE LUIS J. GORÓSTEGUI
Fue condenado a muerte y se le permitió elegir el modo de morir.
–Quiero que me arrojen al Gran Pozo de Carkoon –pidió.
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Fue condenado a muerte y se le permitió elegir el modo de morir.
–Quiero morir de un atracón de comida –pidió.
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Fue condenado a muerte y se le permitió elegir el modo de morir.
–Quiero que me ejecute José Luis Rodríguez –pidió.
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Fue condenado a muerte y se le permitió elegir el modo de morir.
–Quiero morir de agotamiento en una mina de plata de Cástulo –pidió.
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Fue condenado a muerte y se le permitió elegir el modo de morir.
–Quiero que me arrojen a los leones –pidió.
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Fue condenado a muerte y se le permitió elegir el modo de morir.
–Quiero que me crucifiquen junto a Espartaco –pidió.
Hubo que poner en marcha la máquina del tiempo.
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Fue condenado a muerte y se le permitió elegir el modo de morir.
–Quiero que me quemen en la hoguera junto a Miguel Servet –pidió.
Hubo que poner en marcha –otra vez– la máquina del tiempo.
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Fue condenado a muerte y se le permitió elegir el modo de morir.
–Quiero que me coman los caníbales de Nueva Guinea –pidió.
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Fue condenado a muerte y se le permitió elegir el modo de morir.
–Quiero morir en la cama –pidió.
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Fue condenado a muerte y se le permitió elegir el modo de morir.
–Quiero que me ejecute Charles-Henri Sanson –pidió.
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Fue condenado a muerte y se le permitió elegir el modo de morir.
–Quiero morir en brazos de Friné –pidió.
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El profesor de Dibujo le regañó porque Rashid había olvidado traer la escuadra. El niño llamó a su padre, el emir Hamal bin Jalifa, que se apresuró a hacerle llegar un portaaviones, dos cruceros, cinco fragatas, siete corbetas y dos dragaminas.
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–Entonces, ¿no quiere el señor una cama individual? –preguntó el recepcionista.
–No. Ya se lo he dicho: estoy en plena luna de miel. Quiero una cama matrimonial –dijo Narciso.
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–Pues mire usted: a nosotros nos expulsaron del lugar en el que vivíamos porque mi mujer era crudivegana –dijo Adán.
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DÉJÀ-VU
No, no estoy sola.
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–Toma, bebe –le dijo Lucrecia Borgia.
–Cuando terminemos.
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97 VELAS
Logró apagarlas todas, pero comprendió que nunca conseguiría soplar 98.
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Aquel martes, en el vagón, se atrevió por fin a levantarse para besarme. Y yo pude comprobar que el espray de pimienta era bastante efectivo.
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Desde que le despidieron, se pasa los días leyendo. Él opina que es un hombre cultivado; su ex considera que es un vegetal.
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Lamenta haber elegido a Juan como guionista del apocalipsis. Dios no sabe cómo realizarlo.
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REPTILES
–Tú y tu pareja no podéis subir.
–Tienes que dejarnos subir.
–He dicho que no. No servís para nada.
–Mira este libro. Lo pone bien claro. Servimos para morder el talón de las mujeres. Así que, Noé, tienes que dejarnos subir al arca.
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Ella era pasión y deseo. A cada trozo de piel le dedicó una caricia. Lo consiguió todo de mí. Y cuando me dejó sin nada, Ana Julia me arrojó al fondo del mar.
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Sólo tomaba savia de eucalipto porque era un vampiro vegetariano.
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Muy sutil, la serpiente esperó su venganza. Cuando vio a Newton debajo del árbol, comenzó a mordisquear el cabo de la manzana hasta que logró que cayera. Lo que vino a continuación fue imparable: la ley de la gravitación universal, los principios de geología, la teoría de la evolución de las especies, el ateísmo.
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¿Y QUÉ PASA CON P?
A y B están en la cama. No sospechan que C ha salido hoy pronto del trabajo y que regresa a casa. Menos mal que se encuentra con D y se para a hablar con ella. Le gusta mucho, pero dejó de pensar en ella cuando D empezó a salir con E. Ahora le extraña que se pare a hablar con él y que incluso le pregunte si le apetece ir a tomar un café. Van a la cafetería donde trabaja F, que está deseando salir para ir al cine con G. No sospecha que ella va a llevar a una amiga, H, que quiere preguntarle a F si hay un puesto como camarera en la cafetería para ella. H trabajaba hasta hace poco en la oficina, pero no se llevaba bien ni con I, ni con J, ni con K. F no para de mirar el reloj; quedan unos minutos para que acabe su turno. Es en ese momento cuando entra L y le pide un capuchino. A F le gusta L desde que la vio por primera vez. Nunca intercambian más de unas palabras, pero esta vez tiene ganas de hablar. L sospecha que B, su novio, la engaña, pero no tiene pruebas. Si lo supiera, le engañaría con F, ese simpático camarero, o con cualquiera: M, N, O, Q, R o S. Nunca con T, desde luego. T es repulsivo. Y, sin embargo, a U le gusta T. Encuentra en él algo que le atrae. Se lo está diciendo ahora mismo a V, que la anima a salir con él. Aunque no lo haría si supiera que acaba de salir una relación con Y, que la ha dejado destrozado. Precisamente, animando a U, V encuentra ánimos para pedirle salir a Z.
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Para no herir los sentimientos de los árboles, la legislación establece que los mangos de las hachas tienen que ser de fibra de carbono.
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CINCO SEMANAS EN GLOBO
Después de pasar cinco semanas en globo, el doctor Fergusson, Dick Kennedy y Joe llegaron a Sumatra. No había parado de soplar un persistente viento del oeste.
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–Yo como huevos de gallinas que escuchan a Kenny G.
–Eso no es nada. Yo como cerdos que escuchan La muerte de Sigfrido cuando son sacrificados.
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Cumplí su última voluntad: moví todos los archivos a la papelera de reciclaje. Lo que pasa es que Franz no me dijo que la vaciara, así que acabé dándole a restaurar estos elementos.
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VIVE PELIGROSAMENTE
El vampiro mordió al hombre con VIH.
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Me llevó a su habitación y, pensando quizá que yo saldría corriendo, me ató a su cama.
–Espera –me dijo.
Y comenzó a quitarse la ropa, el maquillaje, los rellenos y las prótesis.
No imaginaba que, como trampantojo, yo le ganaría.
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Al abrirse la puerta del ascensor, descubrí que dentro había un gigantesco ogro, que me lanzó una mirada furiosa.
–¿Vas a entrar o qué? –me chilló.
Y entré con el rabo entre las piernas.
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Nuestros algoritmos nunca fallan. Con decirles que emparejamos a Barba Azul con una viuda negra.
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Hera se queja con la boca pequeña de las infidelidades de Zeus. En realidad, mientras él se entretiene acostándose con todas las mujeres que encuentra, ella aprovecha para gobernar el Olimpo.
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–Yo tenía una gallina que ponía huevos enormes, pero tuve que sacrificarla: colesterol.
–Pues yo tenía una gallina que ponía huevos de oro y también tuve que sacrificarla: hundimiento de la cotización.
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–Max, tengo que pedirte una cosa muy importante.
–¿Qué?
–Cuando muera, quema todas mis obras.
–¿Y no quieres, Franz, que las arroje al contenedor azul?
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Nunca creyó en fantasmas y ahora no cree que esté muerto.
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Llamé al ascensor y esperé. Cuando llegó, advertí que había alguien dentro. Al abrirse la puerta, descubrí que dentro había un gigantesco ogro. Tenía un aspecto aterrador. Sus ojos lanzaban fuego. Me lanzó una mirada furiosa.
–¿Vas a entrar o qué? –me chilló.
Comenzaron a temblarme las plumas y entré en el ascensor con el rabo entre las piernas.
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El apostador esperaba un golpe de suerte para poder pagar sus deudas. Al final pudo saldarlas gracias a un golpe de camión.
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Cuando Lovecraft despertó, Cthulhu todavía estaba allí.
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JIMENA
Pensó cómo vengarse del asesino de su padre. Se le acabó ocurriendo una genial idea: se casó con él.
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Lo hizo tan mal la última vez que se ha reencarnado en musa de Salinger.
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Ese día, el último que creía pasaría en Tailandia, comió orugas. Más tarde, en el aeropuerto, sintió mariposas en el estómago.
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Fue un desastre. Charbonneau no sólo no fue capaz de acertarle al tiranosaurio, sino que dejó malherido a un pterodáctilo que pasaba por allí, Fortuzi pisó una mariposa y Müller recogió una flor. Menos mal que habían logrado regresar.
Gabriel Feola, el guía, se preguntó si en la base notarían algo raro. Cuando abrió la puerta del módulo del tiempo, miró a Marković. Parecía un poco más viejo y cansado que una hora atrás.
–Regresamos, Marko –le dijo.
Éste le miró inquisitivo.
–Grabiel, ¿pasó qué?
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Aquel martes, en el vagón, se llevó una alegría cuando la vio. Ahora toma siempre esa línea. No sabe que ella, cuando le reconoció, adoptó la resolución de ir al trabajo en coche.
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Le dieron un punto de apoyo y no pudo mover el mundo.
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–Tengo astenia primaveral.
–Pero si estamos en otoño.
–Es que soy argentino.
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TODO AGUJEREADO
Ya se las apañarían para pagar las facturas, se decían a sí mismos. Y, luego, cuando me veían aparecer, se les caía el alma a los pies. Algunos no paraban de reír cuando veían a un cobrador vestido de cardenal. Pero la sonrisa se les helaba al cabo de unos días. Yo no dejaba a los deudores ni a sol ni a sombra. Les perseguía por la calle, en bares y restaurantes, en la iglesia (¡qué irónico!). Mi compromiso con el cliente es siempre cobrar. Bajo cualquier circunstancia. Incluso ahora no cejo en mi empeño, aunque sólo pueda trabajar de noche y tenga el disfraz todo agujereado.
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Dentro de la caja, el gato duda. ¿Es Schrödinger un científico o un maltratador de animales?
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–¿Por qué no pasaste página?
–Porque el lector de libros electrónicos se quedó sin batería.
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–Hermione, ¿qué haces en la sala de expulsados?
–La profesora McGonagall me pidió que borrara la pizarra. Y es lo que hice.
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–Mami, no puedo dormir.
–Cuenta ovejas.
–Mami, ¿qué son ovejas.
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El director le indicó a Fay Wray que tratara a King Kong con el mismo asco con el que trataba a David O. Selznick.
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Aquel martes, en el vagón, una mujer mayor le regañó por ir sin pantalones. El marido de Clara se había presentado tan repentinamente que no le había dado tiempo a ponérselos.
–Esto, señora, hoy es el Día Sin Pantalones.
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El escritor no habla a nadie de su musa para que no le tachen de machista.
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Cuando despertó, la pesadilla todavía estaba allí.
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Las gallinas hicieron huelga. No pondrían ni un huevo más hasta que no cortaran la música de Kenny G. Preferían escuchar Rooster, de Alice in Chains.
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Visto como sonríe, ya no sé si Caperucita cayó en mi trampa o yo caí en la suya.
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CARTA DE RECHAZO
Monsieur Proust, me parece bien que usted haya perdido su tiempo, pero no me haga perder el mío.
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Cuando llegó la Muerte, el suicida frustrado no pudo evitar abrazarla.
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DESESPERACIÓN
Recuerdo que te olvidé. Durante más de treinta años. Traté de enfrentarme solo a la vida, resistir los golpes que pudieran venir sin tu compañía. Caminé, avanzando contra viento y marea. Me marqué varias metas, que no me parecieron imposibles ni inalcanzables, pero ninguna conseguí. Todas se mostraron inaccesibles. En todas fracasé. Ya no aguanto más. Te necesito. Preciso tu auxilio, tu consuelo. ¡Ayúdame, Dios mío!
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–Ya estoy harto de trabajar. Me aburre seguir construyendo rascacielos, hoteles, casinos y campos de golf. Necesito un poco de ocio.
–¿Y a qué se va a dedicar, señor Trump?
–No sé. Quizá presente mi candidatura a la presidencia de Estados Unidos.
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–Voy a comerte a besos.
–¿Y por qué no a mordiscos? –preguntó Sacher-Masoch.
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El gato de Cheshire no sonríe. Está bocabajo.
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La Muerte hace trampa. ¿Por qué si no siempre gana al final?
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Tenochtitlán, año Ce Ácatl. Itzcóatl informa a Moctezuma Xocoyotzin de la llegada de los castellanos.
–Tlatoani, ¿qué hacemos con los extranjeros?
–¿No quieren venir? Que vengan. Los llevaremos al templo de Huitzilopochtli.
–Dicen, tlatoani, que tienen armas poderosas.
–Exageras, Itzcóatl. Nada puede superar al macuahuitl y el técpatl de nuestros guerreros.
–Entonces, daré orden de que les dejen pasar.
(continuará…)