martes, 17 de abril de 2018

Papelera

Cuando el viento se llevó la vieja sábana, el fantasma se sintió desnudo.
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Acusado de maltrato animal, Schrödinger alegó en su defensa que la curiosidad mató al gato.
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Sus amigos le gastaron a Tito una pesada broma: le dejaron encerrado en el Museo de Paleontología. Pasó una mala noche, llena de pesadillas. Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
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Y Aquiles, que no sabía nada de paradojas, derrotó a la tortuga en 2,2.
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AZUL
–Quería tubos de pintura verde, azul, roja, amarilla, rosa, violeta, magenta, naranja, blanca y negra.
–Lo siento. Sólo nos quedan tubos de pintura azul.
–Vale. Me quedaré con el azul –dijo Pablo Picasso.
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–Estás curado –dijo Jesús.
–¿Y ahora tendré que trabajar?
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–Yo me dirijo a Nínive. Y tú, ¿a dónde vas? –preguntó Jonás.
–Yo, a Ítaca –respondió Ulises.
Y ninguno de los dos le preguntó al otro porque iba en contradirección.
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MALA SUERTE
Un operario de la luz trabajaba subido en una escalera. Para no pasar por debajo, tiene que dejar la acera. En la calzada le atropella un coche.
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La rata de biblioteca no pudo con el Diario del año de la peste. ¡Qué libro más triste! Todas las ratas eran asesinadas con arsénico.
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Había mucha gente esperando el ascensor. Desesperado, se tiró del sexto piso. De pronto recordó que ya no estaba en la Luna.
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Llegó al nivel 150 del Candy Crash. Como premio la hicieron presidenta de una comisión parlamentaria.
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Chuang Tzu no puede evitar sentir un escalofrío cuando ve a alguien con un cazamariposas.
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LA SUERTE DEL GAFE
La sequía duraba ya tres años. Había que hacer algo. Le regalaron al gafe un coche todo sucio y le dijeron que lo lavara.
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DEUTERONOMIO 25, 5
–¡Maldito seas, Herodes Antipas, por casarte con la mujer de tu hermano!
–Eres un ignorante, Juan. La ley dice que, si un hermano muere, es obligación del otro hermano casarse con su viuda. Y mi hermano está muerto para mí.
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Pienso, luego trabajo en un establo.
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El verdugo se dio cuenta de que había cometido un pequeño error: primero había destripado al condenado y luego le había decapitado.
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Siempre estaba conjugando el futuro perfecto del verbo morir. Era un suicida.
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EFECTO MARIPOSA
Chuang Tzu sueña que es una mariposa. Dos mil quinientos años después, aparece un sesudo artículo en la Revista de Psicoanálisis sobre el sueño de Chuang Tzu.
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Adán y Eva aprovecharon el sábado en que Dios no estaba.
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Parecían tan indefensos que por un momento pensó en adoptarlos. Finalmente venció la naturaleza: la loba se los comió. Roma no fue fundada, ni ocupado el Lacio, ni vencida Etruria, ni derrotada Cartago, que levantó un Imperio que llegó hasta el siglo XV después de Dido.
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BLOQUEO DE ESCRITOR
Estaba en coma.
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La Asociación de Productores de Vino exigió a las autoridades que capturaran y ejecutaran al profeta que convertía el agua en vino.
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–No has dejado de mentir. No puedes entrar.
–Es verdad, Pedro: mentía, pero las mías eran mentiras piadosas.
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–No paraba de hacer milagros. Multiplicó los panes y los peces. Curó enfermos. Llegó a resucitar a un muerto. Y yo sólo le pedí que hiciera aparecer treinta moneditas de nada –dijo Judas.
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Despidieron al actor porno por su mala lengua. La actriz protagonista no le soportaba.
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Nadie le hacía caso. Había que veces que su propia sombra le dejaba solo.
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Al califa Omar no le gustaban las ratas de biblioteca. Las consideraba inútiles y nocivas. Fue por eso que ordenó quemar la biblioteca de Alejandría.
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DEPRAVADO
Cada vez que alguien venía a alquilar una película porno, el empleado del videoclub le destripaba el final.
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El diablo fue denunciado por los animalistas, que le sorprendieron matando moscas con el rabo.
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Me siento sola en la cama. Sergio siempre se va antes de tiempo.
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La rata de biblioteca sólo pudo dar unos pocos bocados a La náusea de Jean-Paul Sartre antes de que le entrara la vomitera.
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Su cara era un poema de Bécquer.
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EFECTO MARIPOSA
Chuang Tzu sueña que es una mariposa. Dos mil quinientos años después, aparece un sesudo artículo en la Revista de Psicoanálisis sobre el sueño de Chuang Tzu.
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El Arca de Noé tuvo un mal encuentro con el Beagle.
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IMPOSIBLE
–Te amo, Ann. Te amo desde la primera vez que te vi.
–Lo sé. Y yo, con el tiempo, también he llegado a quererte. Pero tendremos que conformarnos con un amor puro y casto. Compréndelo, Kong.
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MALA SUERTE
Cuando por fin encuentro algo, resulta que es una bala perdida.
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Pieter Boekman, pintor neerlandés de la primera mitad del siglo XIX, pensó que, si Beethoven había compuesto una obra maestra –la Novena Sinfonía– completamente sordo, él podría pintar una obra maestra cortándose la mano derecha. No pudo.
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Cuando volvió, se echó las manos a la cabeza.
–¡No entendieron ninguna parábola! –dijo.
Y volvieron a crucificarle.
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–¡Tierra, TIERRA!
–¿Qué grita Jafet?
–Dice que ha visto tierra, Cam. ¡Tierra seca!
–Uf, menos mal. Estaba cansado de comer carne de ramoth, de anaphah y de tannim. Y no me apetecía nada el yaalah al horno que mañana iba a preparar mamá.
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Cuando Monterroso despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, en el infierno, donde el escritor guatemalteco había sido castigado hasta que se olvidara su microcuento.
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A la mañana siguiente, el sultán, al que no le gustaban los cuentos, ordenó decapitar a Scheherazade.
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El dodo tenía grandes ambiciones. No quería que la vida se le fuera volando.
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La barca llegó a la arena. Unos hombres desnudos se aproximaron. El almirante sacó el libro de Juan de Ragusa sobre la lengua de Catay.
–Ni jao –dijo.
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El conde de Rosebery se enfrentó a sus fantasmas. Perdió. Ha tenido que unirse a ellos.
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El sacerdote le explica las obligaciones conyugales.
–Tendrás que ocuparte de los padres de la que ya es tu esposa.
–¿De veras? –pregunta Tony Pagliaro.
Y allí mismo, en la iglesia, saca el 38 y descerraja dos tiros a sus suegros.
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Temperatura: 12,5 grados centígrados.
Humedad relativa: 24 por ciento.
Velocidad del viento: 8 kilómetros por hora.
Presión atmosférica: 1.022 milibares.
Noé tuvo que aplazar la salida del Arca por buen tiempo.
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–Compañero, ¿por qué le hizo eso a la compañera Tania?
–Mi sargento, leí en el diario que el comandante supremo aconsejaba comer conejo.
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No conoció a nadie para no tener que escribir sus memorias. Evitaba salir de casa y hacer algo interesante para no verse obligado a escribir su autobiografía.
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–¿Y cómo os trata el flautista de Hamelín?
–No nos trata mal.
–¿Qué dices, Fritz? Pero si sólo nos da a comer rata.
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Moisés abrevió la historia. Dios no tardó días, sino eones. Así, por ejemplo, para crear un simple conejo necesitó muchos ensayos y casi dos millones de años.
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Fue aprobada la Ley 45/1969, de 1 de marzo, que prohibía prohibir. En aplicación de la Ley 45/1969, de 1 de marzo, la Ley 45/1969, de 1 de marzo, fue prohibida.
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Después de devorar el Necronomicón, el ratón de biblioteca se miró en el espejo. Estaba irreconocible: se había convertido en una monstruosa rata.
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–Hola, ¿estás sola?
–Cuando me beba esta botella de vino, sí.
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Es una buena madre, preocupada por sus hijos. Nunca falta al trabajo. Visita a sus padres todas las semanas. Mantiene el contacto con sus amigas. Paga una cuota mensual a una ONG. Sin embargo, cuando ha utilizado el tique de aparcamiento, se asegura de que nadie la mira y lo tira al suelo.
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Cuando vieron aparecer aquel extraño barco, que sólo estaba tripulado por mujeres, los marineros del Mary Celeste se lanzaron al abordaje.
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Cada vez que la rata de biblioteca devora un libro de microrrelatos se queda con hambre.
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Érase una vez una bruja feminista. No llevaba escoba.
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Intrigada, la rata de biblioteca devoró de una sola tacada la novela de misterio.
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–Enumere los huesos de las extremidades posteriores.
– Fémur, tibia, peroné, rótula, tarso, metatarso, falanges.
–Muy bien. Ahora diga cuántas vértebras lumbares tiene el conejo.
–Doce.
–Siete. Lo sentimos, pero no podemos darle la Licencia de Caza. Inténtelo de nuevo dentro de un año.
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EL COLMO
El hijo del sastre se hizo nudista.
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La ballena quedó varada en la arena. Por mucho que lo intentaron, no hubo manera de salvarla. Le hicieron la autopsia. No constituyó una sorpresa lo que encontraron en su estómago: un profeta judío. Había muchos tirados por el mundo.
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MUJERES Y HOMBRES Y VICEVERSA
Cuando Lilit vio a Adán, le dijo:
–No vamos a llegar a nada.
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Primero derrotó a Athos, luego a Porthos y por último a Aramis. Cuando acabó, totalmente agotado, fue apresado por los guardias del cardenal Richelieu. Acusado de batirse en duelo, fue llevado al patíbulo.
Así fue como murieron D’Artagnan y los tres mosqueteros.
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En la frontera de la impotencia, sin destello de esperanza, para alejarse de la lluvia de críticas que sobre él cae, se encierra en su palacio de la memoria y disfruta allí, en ese lugar secreto al que nadie vendrá jamás a importunarle.
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EL COLMO
Al exhibicionista no le gusta que le hagan fotos con el móvil.
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–Te llamaba para decirte que el avión ha aterrizado.
–Muy bien. ¿No te habrán extraviado otra vez las maletas?
–No, no. Esta vez me han extraviado a mí. No sé dónde estoy.
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Artemisia perdió la batalla contra Temístocles, pero ganó la batalla contra Tánatos.
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–Fíate de mí. Soy más bueno que el pan.
–El problema es que yo no como carbohidratos.
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Le dijeron al Rey Sol que la salud del país mejoraría cuando él dejara de ser un geófago.
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La rata de biblioteca se tragó La leyenda del santo bebedor y se puso estupenda.
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FAVORITISMOS
El palacio de Concino Concini, favorito de la reina María de Médicis, fue saqueado por el populacho. Concini pidió una indemnización de 150.000 escudos. La reina le concedió 175.000.
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Cuando Jesús multiplicó los panes y los peces, panaderos y pescadores le denunciaron por intrusismo profesional.
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Comisión senatorial que investiga la actuación del prefecto de Judea.
Senador: ¿Jura solemnemente decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?
Poncio Pilato: ¿Qué es la verdad?
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La rata de biblioteca devoró El Aleph. Le gustó tanto que decidió seguir con las otras letras.
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Abrí el libro prohibido un martes. Era bastante aburrido. Trataba de magia, de los primigenios y del caos reptante. No entendí por qué no permitían leerlo hasta que el miércoles por la mañana al mirarme en el espejo descubrí que había envejecido veinte años.
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Comprendieron que se había quitado la vida porque sufría un serio bloqueo de escritor: la nota de suicidio estaba en blanco.
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La rata de biblioteca iba a devorar Los doce Césares, pero cuando llegó a Calígula ya no pudo más.
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Hubo una confusión. No fue Judas quien entregó a Jesús, sino Lázaro, enfadado porque había visto interrumpido su descanso.
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–¿Quién se ha comido mi queso?
–Yo no he sido –dijo Ben Gunn.
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Le gustaba tanto Tolstói que, como homenaje, decidió suicidarse como Anna Karénina. Desgraciadamente vivía en Granada.
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A la rata de biblioteca se le atragantó la fe de erratas.
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Claudette se enamoró de Henri Désiré, que le partiría el corazón.
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El cocinero siempre dejaba la comida medio cruda. Tuvieron que despedirle cuando saltó la liebre.
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Náufrago, Jonás llegó a las costas de Troya. Cuando vio los altos y poderosos muros, pensó que daba igual una ciudad u otra. Conminó a los troyanos a arrepentirse. Les gritó que Dios iba a destruir su ciudad. Todos se rieron de él. Sólo Casandra le hizo caso.
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DE SERVO ARBITRIO
No hay nada que alivie más que pensar que Dios ha elegido nuestras desgracias.
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La rata de biblioteca trató de devorar Las 120 jornadas de Sodoma. No aguantó ni una jornada.
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Malthus aplaudió la decisión de Herodes.
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Era muy indeciso. No sabía qué hacer. Acabo cogiendo una margarita y comenzó a deshojarla.
–¿Deshojo una margarita para saber si tengo que llamarla? ¿No deshojo una margarita para saber si tengo que llamarla? ¿Deshojo una margarita para saber si tengo que llamarla? ¿No deshojo una margarita para saber si tengo que llamarla? ¿Deshojo una margarita para saber si tengo que llamarla? ¿No deshojo una margarita para saber si tengo que llamarla? ¿Deshojo una margarita para saber si tengo que llamarla?
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La piedra rebotó en el casco. Los filisteos se rieron. Goliat cogió a David y empezó a darle azotes en el culo. Los israelíes se sintieron abochornados: mira que pensar que un niño iba a derrotar a tan poderoso soldado.
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El verdugo tenía cara de condenado a muerte.
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Adolf Hitler está enfadado: por su último paisaje sólo le han pagado dos mil coronas. Y él que pensaba que se haría rico dedicándose a la pintura. Muchas veces le ha dado por pensar que, si le hubieran suspendido el examen de ingreso a la Academia de Bellas Artes, habría hecho carrera política. ¡Qué estadista perdió el mundo!
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MONTERROSIANA
Cuando Dios despertó, había allí un dinosaurio. Decidió echarse otra cabezadita.
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FACTOR X
Creó un mundo en seis días, pero no consiguió impresionar a los jueces, que sólo le dieron un voto positivo.
–Previsible.
–No me ha sorprendido.
–Esto ya lo he visto en algún lado.
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A Gabriel García Márquez, diez días en Aracataca le parecían cien años.
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Después de dejar a su protagonista en coma, el novelista puso el punto y final.
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–¿Afirmáis que llegasteis a China y Cipango?
–Lo afirmo.
–Entonces, ¿por qué llamáis indios a los hombres que trajisteis con vos?
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VIAJES EN EL TIEMPO S.A.
–Así que usted quiere quedarse en el pasado.
–Sí.
–Tenemos una cláusula de marcha atrás, por si se arrepiente.
–No, no me arrepentiré.
–¿Y qué es lo que querría visitar?
–Hiroshima. Quiero estar allí a las 8:15 de la mañana del 6 de agosto de 1945.
–Ya veo… Por cierto, ¿sabía que tenemos precios especiales para gente como usted?
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–Por favor, una cuerda.
–¿De cáñamo, manila, algodón, sisal, cabuya, poliéster, nailon o polietileno? ¿Rígida o elástica? ¿De 9, 10 u 11 milímetros?
–No sé... Basta que soporte un peso de 95 kilos.
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Gregor soñó que era un monstruoso insecto. Al despertar ignoraba si era Gregor que había soñado que era un monstruoso insecto o si era un monstruoso insecto que estaba soñando que era Gregor.
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Al astronauta le inquietó descubrir que en su nueva casa había un agujero negro.
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No hubo milagro. Jesús no pudo curar al hipocondríaco.
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SIN SALIDA
El escritor no pudo salir del microcuento.