sábado, 16 de marzo de 2019

Papelera

Fredric Brown: “Dado que postulamos un infierno, que sea bueno de verdad. Con diablillos rojos y todo".

Caí en un pozo. Pedí ayuda. Me arrojaron una caja de Prozac.
--
Todo cambió cuando un tabernero sirio le dio a probar el jamón a Saulo de Tarso en el camino de Damasco.
--
Habla a base de tuits. ¿Cómo demonios le bloqueo?
--
–Despacio, Joaquín, despacio. Primero, quítate toda la ropa.
–Vale.
–¡Uf! ¿Qué es eso? Está todo cencido. Me temo que vamos a acabar pronto.
--
Se tragó una mosca. Estaba buena.
--
–Doctor, ¿qué es lo que tiene mi marido?
–Observe la sangría, señora. Vuestro esposo tiene falta de crúor.
–¿Se recuperará?
–Si sigue mis prescripciones, sí.
–Y si os diera diez florines de oro, ¿podríais conseguir que no se recuperara?
--
–¿No has publicado nada últimamente?
–Sólo en Twitter.
--
El canoro político, apenas acabada la campaña electoral, volvió a sus graznidos.
--
–¿Qué tal, conde?
–Mal, amigo, mal. Últimamente, el crúor da asco.
--
El experimento de Schrödinger tuvo un resultado inesperado. De la caja comenzaron a salir gatos y más gatos.
--
Publicar en un blog no es publicar.
--
CANORO GÓNGORA
Canoro instrumento, canoro sueño, canora turba, canoro sol, canora monarquía, canora ninfa, canoro bajel, canoro labrador, canoro río, canoro sueño, canora ave, bronco Quevedo.
--
METAFICCIÓN
–¿Qué escribes?
–Escribo sobre un escritor que, como no sabe qué escribir, escribe sobre un escritor que no sabe qué escribir.
–¿Y qué escribe el último escritor?
–Un diálogo con un amigo que le pregunta qué escribe.
--
Adán y Eva fueron abandonados en un planeta desierto por asaltar la despensa de la astronave en la que viajaban como pasajeros. La versión que les contaron a sus hijos es un poco diferente.
--
Jesús regresó. Quiso colarse en el Vaticano, pero no pudo: como todos, debió comprar la entrada.
--
–¿Y a ti te gustaría tener hijos?
–A mí sí.
–A mí también. El día de mañana quiero tener hijos.
–El día de mañana no puede ser: tengo la regla.
--
Jesús regresó. Quiso entrar en el Vaticano. Como todos, tuvo que pasar por caja.
--
–¿Qué escuchas?
–El vals póstumo de Chopin.
–¿Lo compuso después de muerto?
--
–Sabemos, señor Borges, que a usted le gustan los gatos.
–Bueno, sí.
–Hemos pensado en enviarle como embajador antes los gatunianos.
–¿Embajador? No, no, no podría aceptar tal honor.
–Usted podría convencerles.
–En realidad Beppo era de mamá. A mí siempre me gustaron los perros.
--
–¿Qué hace, micer Colón?
–Observo el occiduo horizonte.
–¿Y qué ve?
–El amanecer, amigo Caldeira, el amanecer.
--
–Hay que separar el grano de la paja –dijo el experto en acné.
--
TELEOLOGÍA
Tengo pensado hacer varios peces de colores. Con el tiempo habrá japoneses y les tranquilizara contemplarlos.
--
El venusino se enfadó cuando le llamamos marcianito.
--
Robaba ideas, pero no tenía ni idea de qué hacer con ellas.
--
Max Brod, que era muy tímido, publicó todas sus obras con el nom de plume de Franz Kafka.
--
–Con dedicación y compromiso, compañero, podemos en esta vida superar todos los obstáculos.
–Imposible, comandante presidente: no hay forma de arreglar la luz. ¿No sería mejor contratar a algún electricista extranjero?
--
Cuando Schrödinger abrió la caja, se llevó una sorpresa: allí dentro había siete gatos muertos.
--
–Mirad este mapa. Habéis recorrido Tracia, Mesia, la Galia, Italia. No queda terreno cencido, gran señor.
–¿Y al norte?
–Al norte hay forestas impenetrables.
--
Acabó la celebración cuando el corcho del champán golpeó el ojo.
--
El libro me encontró un martes escondido entre un montón de lectores indiferentes. Me atrapó.
--
–¿Qué tal tu cita con Carlos?
–David.
–Sí, eso, David.
–Durante la comida me pareció atento, divertido, encantador.
–¿Y…?
–Entonces fuimos al cine a ver Coco.
–¿Le gustó?
–Descubrí que era un ojienjuto.
–¡Puf!
–Después quiso que fuéramos a su piso. Lo mandé a paseo.
--
–Al que se mueva de la ortodoxia leninista que yo represento, le borro de la foto y lo mando al Gulag –avisó Stalin.
--
AJEDREZ RUANDÉS
Las negras salen.
--
–¿Qué hace, conde?
–Observo el occiduo horizonte.
–¿Y qué ve?
–Que es hora de salir a trabajar, Renfield.
--
El libro me encontró un martes. Enfadado, me dijo que terminara de leerlo. Le respondí que el fin de semana.
El viernes por la tarde fui a refugiarme a casa de mis padres. Mejor eso que un libro pesado.
--
VEGETAL
El juez dictaminó que le dejaran con vida hasta que terminara de pagar la hipoteca.
--
DIVORCIO
Dejé que él se quedara con las novelas de Agatha Christie, pero les arranqué las últimas hojas a todas.
--
POLIAMOROSO
Me gustas tú, y tú, y tú, y solamente vosotras.
--
AUTOCRÍTICA
Lutero regresó. Publicó 190 tesis con la Iglesia evangélica.
--
–Hágase la luz –dijo el químico echando nitrógeno en la probeta.
--
–Habéis entrado en la despensa y os habéis comido…
–No, nosotros no…
–¡No me interrumpáis! Hay cámaras de vigilancia.
–No volverá a ocurrir.
–Por supuesto que no. Ish, Ishshah, os dejaremos abandonados en un planeta. Tendréis que ganaros el pan con el sudor de vuestra frente.
--
–Siento nostalgia de la época en que te estrechaba entre mis brazos.
–Tú nunca me has estrechado entre tus brazos.
–De la época en la que imaginaba que te estrechaba entre mis brazos.
--
El libro me encontró un martes cansado.
--
–César, Lucio Bibáculo os ha llamado heredípeta.
–¡Qué procacidad! ¡Qué desfachatez!
–Sí, César, sí.
–¿Y a cuánto asciende la fortuna de Lucio Bibáculo?
--
–¿Vas al gimnasio?
–Sí, una vez al mes, a pagar la cuota.
--
Esta mañana llegué tarde; su coche ya estaba en el aparcamiento. Se lo rallé. A las doce, boicoteé su reunión con los alemanes. Comiendo, le dije a Maru que él había sido quien no dio el visto bueno a su informe. ¡Ay! Es tan cansado detestar a alguien a quien se ama.
--
Había recorrido las dos Panonias, Tracia, Mesia, Germania, la Galia, Italia. No quedaba terreno cencido. Triste, Atila se tendió en su lecho y se dejó morir.
--
El doctor Frankenstein hizo de tripas corazón.
--
–¿Cuál es la conclusión, Erdenechul?
–Los humanos están cubiertos con un uniforme inconsútil que llevan pegado al cuerpo.
–Pero ¿por qué gritan tanto cuando se lo quitamos?
–No lo sé, Ochirbat. Todavía tenemos que investigarlo.
--
El libro me encontró un martes. Tuve que salir corriendo.
--
PARADOJA
No soportaba su vida y, para que no pasara por delante de sus ojos cuando muriera, decidió no morir.
--
–Tengo pensado hacer varios peces de colores, Adán. Verás cómo te diviertes contemplándolos.
–¿Y no podrías hacer una mujer?
--
Donald Trump soñó que era el mejor presidente de la historia de Estados Unidos, y al despertar no sabía si era Donald Trump que había soñado ser el mejor presidente de la historia de Estados Unidos, o el mejor presidente de la historia de Estados Unidos que tenía una pesadilla.
--
El gato perdió su primera vida por arañar el sofá de escay.
--
El libro me encontró un martes. Fingí ser otra persona.
--
Cuando su hijo se hizo mayor, le contaron que había sido un bebe reborn.
--
–Idiota, has empezado la casa por el tejado.
–Pues es verdad.
--
–¡Qué vergüenza! ¡Habéis entrado en la despensa sin permiso!
–Perdonadnos. No volverá a ocurrir.
–Por supuesto que no. Ish, Ishshah, os dejaremos abandonados en un planeta y tendréis que aprender a ganaros el pan con el sudor de vuestra frente.
--
Gemidos, ruidos de cadenas, alaridos. Siempre igual cuando llega alguien interesado en Lathbury House. El maldito lord Acton no quiere que lo compré un multimillonario chino. Pero ya sé lo que haré. La próxima vez que comience su espectáculo, pondré a Haendel a todo volumen.
--
–¿Y dónde está tu canoro hijo?
–Puedes imaginártelo: en una jaula, divirtiendo a un humano.
--
El perro lazarillo engañaba al ciego.
--
La duna no le deja ver el desierto.
--
“Jugué a la ruleta rusa y gané”, se leía en el epitafio.
--
Troya ha ardido. Los barcos griegos están cargados de botín, pero no pueden salir porque no hay viento.
–¿Otra vez? –pregunta Agamenón enfadado.
--
Me salté un semáforo con tan mala suerte que choqué contra el coche de la policía local.
--
Sus canoros tuits eran respondidos sólo por graznidos.
--
El vampiro y el zombi se mordieron mutuamente. Se encontraron repulsivos.
--
Cuando terminó su actuación, el papirofléxico dobló a los espectadores y los guardó en una carpeta.
--
Habla a base de tuits. Dan ganas de darle dos hostias.
--
En la tumba del florista pusieron crisantemos de plástico.
--
–Tengo pensado hacer varios peces de colores. Será divertido contemplarlos.
–Y el hombre, ¿qué? ¿Qué me dice del hombre?
–Más adelante, más adelante.
–No lo dejes para el final, que te va a salir una chapuza.
--
Aladino frota la lámpara, sale un genio, pero no se comprenden porque uno habla en árabe y otro en amonita.
--
–Fiat lux –dijo.
Y le denunciaron por publicidad encubierta.
--
–K, han llamado del castillo. Han dicho que ya puede ir.
–Pues ahora no me da la gana.
--
Nueva norma de tráfico: ahora tendrán preferencia los que salgan por la izquierda.
--
Le expulsaron del restaurante de comida rápida: había tardado cinco minutos en comerse el menú que le habían servido.
--
El Estado soviético ofrece oportunidad para todos. Fíjense: enviamos al espacio a Laika, una perra callejera.
--
El papirofléxico viajaba por correo exprés.
--
El suicidio de su paciente dejó hundido al psicoanalista. ¿Cómo pagaría ahora su nueva piscina climatizada?
--
ECLESIASTÉS 12, 12
No hay fin de hacer muchos tuits.
--
–Tengo pensado hacer varios peces de colores.
–¿Peces de colores? No, aquí lo dice claramente: “monstruos marinos”.
--
Para dormir el pastor no cuenta ovejas: nunca se lleva el trabajo a casa.
--
Teresa de Jesús describió a la princesa de Éboli lo que había sentido durante su éxtasis. La princesa de Éboli no dejó de pensar que ella había pasado por lo mismo todas las veces que había estado con el rey Felipe.
--
Diógenes le pide una limosna a Aristóteles. Éste le regalo un ejemplar de la Historia de los animales.
--
A Glenn Ford le quitaron la estrella en el Paseo de la Fama por abofetear a Rita Hayworth.
--
EFECTO PIGMALIÓN
El alienígena se presentó a los terrícolas pintado de verde.
--
Observaron intrigados como el alienígena azul que habían capturado en Roswell se volvía blanco. No sabían que había perdido el maquillaje.
--
Rodean a la extraña criatura verde. Le atacan. Algo golpea al alfa, que queda paralizado. Los otros cazadores, sin embargo, se abalanzan sobre la criatura. Acaban con ella. Encuentran la carne repugnante. El nuevo alfa lanza un aullido; los depredadores se alejan. Poco después aparece otra criatura verde. Observa el cuerpo mutilado de su compañero. Lo lleva de vuelta a la nave. Informará que los terrícolas son hostiles.
--
Tengo pensado hacer varios peces de colores, pero más adelante. Ahora empezaré con los monstruos marinos y toda alma viviente que se mueve. Y, para lo último, dejaré lo más difícil: crear al hombre. ¡Qué pereza me da pensar que acabará destruyendo todo lo que ahora estoy creando con tanto esfuerzo!
--
–¿Qué habéis hecho?
–No hemos hecho nada.
–¿Nada? Os habéis comido una manzana. Os dijo que no tocarais los frutos de ese árbol: aún estaban verdes. Y no me habéis hecho caso. Hala, os expulso del Edén. ¡Fuera! ¡No quiero veros más por aquí!
--
El lobo que devoró a Caperucita y a su abuela es como yo: dejó lo mejor para el final.
--
Para ahorrar, el papirofléxico viaja en correo aéreo.
--
LITERAL
Mary Jane Kelly le vendió su cuerpo por seis chelines.
--
–Cambiemos Jaén.
–¿Por Linares?
--
Lutero fue denunciado por vandalismo. ¿A quién se le ocurre agujerear una puerta de madera del siglo XII para clavar un fatuo pasquín?
--
Conde, ¿no podrías morderme la semana que viene? Mañana tengo cita con el cirujano plástico y, la verdad, no quiero quedarme con esta nariz toda la eternidad.
--
–Puigdemont ha perdido la razón.
–Ah, pero ¿tuvo alguna vez razón?
--
Se me metió algo en el ojo. Parpadeé. El muy idiota se acercó y me preguntó si en su casa o en la mía.
--
Aviso. Si alguien me sigue, debe saber que no voy a ningún lado.
--
El Borges de 1975 viajó al pasado y escribió El hombre en la esquina rosada para mostrarle al Borges de 1935 cómo se escribía.
--
Saulo de Tarso creó a Jesús a su imagen y semejanza.
----
CINCO PASTILLAS
No sabe si tomar la pastilla azul, la roja, la morada, la naranja o la verde. ¿Y qué pasaría si se tomara las cinco?
-
Contraindicaciones. No se le ocurra nunca tomar una pastilla morada y otra verde.
-
Se tomó por error una pastilla verde. Vomitó.
-
La pastilla naranja es un placebo.
-
Se tragó la pastilla morada rápidamente, tratando de no pensar en Galapagar.
-
Se tomó una pastilla roja. Notó una mejoría inmediata, pero al cabo de un tiempo estaba peor que nunca.
-
A veces le dan deseos de tomar la pastilla verde y acabar con todo.
-
Creyendo que la pastilla roja le haría el mismo efecto que la pastilla azul, se tomó la pastilla morada.
-
No sabía si tomarse una pastilla roja o azul. Se decidió por la naranja.
-
A veces le dan deseos de tomar la pastilla morada y acabar con todo.
-
–Su pastilla, don Tomás.
–¿Roja? No podría darme una verdecita.
-
Se tomó la pastilla azul. Se quedó como estaba.
-
Fingió tomarse una pastilla verde, pero la escupió cuando nadie miraba.
-
La pastilla naranja es homeopática.
-
¿Qué pastilla tomará Pérez-Reverte?