Alejandro Ramírez Giraldo: “Lázaro, levántate y deja de fingir”.
–Te amo.
–Lo sé.
--
El camino de La Moncloa está empedrado de promesas falsas.
--
Remedios vive en Cuenca. Viaja a Londres. Desde allí toma un avión a Valencia. En autobús va a Requena para pasar la Navidad con sus padres.
--
–Noé.
–Sí, Yavé.
–Quiero que construyas un arca.
–Ah, ¿va a haber un diluvio?
–¿Un diluvio? No, no. Por los pecados de los hombres va a fundirse el hielo de los polos y subirá el nivel del mar.
--
–Hace mucho que no veo a Damocles. ¿Qué fue de él?
–Tuvo un accidente con una espada y murió.
--
–Esa herida de bala en medio de la frente tiene mala pinta. ¿Estás bien?
–…
–Tomaré tu silencio como un sí.
--
–¿Qué fue de János?
–Murió víctima de un disparo de advertencia en la frontera entre Hungría y Austria.
–Y entendería la advertencia, ¿no?
--
EL COLMO
Muchos años después, le echaba las culpas a su profesor de que no hubiera sido más duro con él.
--
–Me gustaría apostatar de todo.
–¿Por qué?
–Porque estoy harto de que me den hostias.
--
Le resultaba tan arduo escribir la Historia de la Ética que no se molestaba en practicarla.
--
–¿Qué haces?
–Voy a rezar.
–¿Aquí, en la casa?
–Pues claro.
–¿No vas a salir?
–No, no voy a salir. La noche es mala.
–¿No me digas que no vas a ir?
–Pues no.
–Tienes que ir.
–Pero, Judas, ¿por qué tanto interés en que vaya al Monte de los Olivos?
--
EL COLMO
La alarma pilló al cojo con el pie cambiado.
--
–¿Estoy guapa?
–Pues claro que estás guapa.
–Pues ya somos dos que pensamos lo mismo.
--
–¿Por qué están tan contentos esos diputados?
–Acaban de aprobar una ley que permite matar a los enfermos.
–¿Qué? ¿Y no estarán ellos enfermos?
--
MACHACÓN
–¿Todo bien?
–Algunas cosas, bien; la mayoría, mal.
–Ah, pero todo bien, ¿no?
--
EL COLMO
El matemático murió por culpa de un cálculo renal.
--
Sentía tal bloqueo que era incapaz de escribir la lista de la compra.
--
–¿El año 2021 será mejor desde el punto de vista económico?
–Sí, será mejor. Mejor que 2022.
--
–Josué, os doy esta tierra de leche y miel. Contémplala. Toda ella es vuestra.
–¿Y no podrías darnos una tierra de petróleo y gas?
--
–Un pequeño paso para…
–Neil, déjate de tonterías y baja de una vez.
--
–¿Qué están haciendo los judíos?
–Se quejan a su dios.
–¿Y no se enfada éste?
–Lo están haciendo en arameo.
--
–Pero ¿cómo pudiste fiarte de mí? –preguntó el escorpión.
–Es mi naturaleza –respondió la rana.
--
EL COLMO
Ella, que era poliamorosa, no me amaba.
--
LA FÁBULA DE LA LECHERA
Vendió la leche. Compró gallinas. Vendió los huevos. Compró una vaca, que tuvo terneros. Los vendió. Compró ovejas y amplió la granja. Le hicieron una inspección de Hacienda. Lo perdió todo.
--
–Campo o ciudad, aislamiento o compañía, tranquilidad o ajetreo–dice el príncipe, que cómo no, lleva en la mano un cráneo.
--
–¿No te gustaría conocer a un piloto y casarte con él?
–¿Qué dices? Todos los pilotos son unos pájaros.
--
–Preveo que me dirás que no a lo que voy a pedirte.
–Puede que te responda que sí, siempre que me pidieras permiso para irte con viento fresco.
--
Barbijo roto, zapatos agujereados, uniforme andrajoso, barba de un mes. Un aspecto lamentable presentaba el único soldado de San Martín que había conseguido atravesar la cordillera.
--
–¿Qué pasó en la guerra que tenías con los de la calle de abajo?
–La perdimos.
–¿La perdisteis? ¿Cómo?
–Nosotros pilotábamos golondrinas; ellos, gorriones.
–¿Y no vuelan mejor las golondrinas?
–Sí, pero nos atacaron en invierno.
--
Esperaba el apocalipsis zombi. La pandemia le pilló por sorpresa.
--
–112 al habla.
–¡Me están matando!
–Bien. Pasaré la llamada al juzgado de guardia. ¿Puede darme la dirección?
--
–Presidente, ¿van a subir los impuestos?
–No me consta.
--
La hiena olió la sangre un martes, pero tuvo que esperar a que el conde terminara de beber.
--
–Eres tan guapa y yo tan feo, pero quería hacerte una pregunta.
–Supongo que prevés lo que voy a responderte.
--
Llega a su casa y descubre a su mujer acostada con el farmacéutico. Va a la farmacia y la roba. Regresa a casa. Su mujer, que está sola, le pregunta:
–¿Todo bien?
--
–Espera que no lo encuentro –escuchó.
–Espere que no lo encuentra –le dijo nervioso al examinador.
--
Vale, tú no serás mía, pero al menos dejarás que yo sea tuyo, ¿no?
--
Creyó que el disfraz de Papá Noel le haría pasar desapercibido, pero fue un completo fracaso. Para poder escapar, tuvo que repartir entre los niños todos los juguetes que había robado.
--
–Pepe ha conseguido regularizar su situación con Hacienda.
–Ah, ¿sí? ¿Ha pagado lo que le reclamaban?
–Se ha colgado de un árbol.
--
Iker Jiménez no podía imaginar que quien estaba regalando todos aquellos auriculares era la Asociación Española de Otorrinolaringólogos.
--
Cubiertos los rostros, destrozaron los belenes, rompieron las luces navideñas. echaron abajo los árboles, asaltaron las tiendas de regalos. No eran fantasmas, eran demonios de Navidad.
--
–Soy feminista, ecologista, inclusivo.
–¿De izquierdas?
–No, de centro reformista, cristianodemócrata.
–Lo que eres es tonto.
--
Leónidas, soy Diágoras de Agrigento, del Diario de Siracusa. Una pregunta. ¿Quién prevé que gane la batalla?
--
Le dieron unos auriculares y le dijeron que su labor durante el debate era informar al presidente de lo que decía Jiménez Losantos.
--
Fue una mala idea ponerse música durante el safari fotográfico.
--
La hiena olió la sangre un martes. El miércoles era titular de portada.
--
Para decepción de los televidentes, siempre acierta la previsión meteorológica, pero no la echan porque es muy guapa.
--
¿El camino del cielo está empedrado de malas intenciones?
--
Sus sobrinos le enviaron como regalo unos auriculares inalámbricos. No se habían enterado de que estaba sordo como una tapia.
--
Soy muy previsora: para el caso de que me lo pidiera, no he traído condón.
--
De día era una mujer preciosa. De noche, un camionero que daba unos monstruosos ronquidos.
--
TORRE DE BABEL
El arquitecto hablaba sumerio. El jefe de obra daba órdenes en acadio. Los trabajadores hablaban elamita, palaico, asirio, luvita, egipcio, hitita, medo, hurrita, gasga, lidio, licio, hebreo. Todos tenían que entenderse en arameo.
--
También fue mala suerte que los auriculares se quedaran sin batería apenas iniciado el examen final.
--
Papá Noel le regaló unos auriculares inalámbricos; los Reyes Magos, unos cascos gaming. Bien podían haberle regalado un móvil o una consola.
--
Estas humedades que me están matando las merezco. Nunca debí contratar a un jefe de obra tan chapucero, ni escatimar en materiales
--
Recién acabamos de descubrir que éramos felices.
--
–Llama fascistas a todos los rivales políticos. ¿Cómo se llama la película?
–No lo sé.
–El fachificador.
--
Me niego a afirmar que seas feo, pero a mí me lo pareces.
--
EL COLMO
Al nuevo papa no le gusta pontificar.
--
–Botones, Rebecca, llevaba un vestido con botones.
–¿A dónde vamos a llegar? Escandaloso.
–¿Escandaloso? No, peor, mucho peor, Rebecca. Si los ancianos se enteraran. He sabido que también le gusta la danza.
--
Ahora que Lot ha enviudado, no prueba la sal.
--
–¿Cuál es la moraleja del cuento de los tres cerditos?
–No lo sé.
–Que dos tercios de los edificios que se construyen tienen fallos estructurales graves.
--
La abuela siempre estaba escuchando Radio María. Tuvimos que comprarle unos auriculares.
--
–¿Tú crees que llegaremos a ser felices algún día?
–No pierdo la esperanza.
–¿De veras?
–Por supuesto.
–Ah, ¿sí?
–Claro que sí. Cuando tu madre vuelva a su casa.
--
–¿Cómo es que das vivas al presidente del Gobierno? Si hace nada no hacías nada más que criticarle.
–Claro que le doy vivas: ha conseguido que esta Navidad no vea a mi cuñado.
--
Después de escuchar todo lo que pasaba en casa de Christa durante un mes, comprobó que era una mujer corriente. Podía casarse con ella.
--
EL COLMO
Apenas el crucero tocó Madeira cuando empezó la mala suerte a bordo.
--
–Dame un beso.
–¿Y qué vas a hacer con él?
--
Don Luis entró en la clase de 2º de la ESO y dijo:
–Como decíamos ayer…
Pero los alumnos no recordaban lo que don Luis había dicho el día anterior. Con el jaleo, ni siquiera habían oído lo que acababa de decir.
--
Estas humedades que me están matando vienen a molestarme cada mañana. Humedades por capilaridad. Humedades por filtración. Humedades por condensación. Estoy harto. Malditas humedades. Pero lo que menos soporto es al niño del anuncio.
--
–Tu hijo ha suspendido Biología.
–También es tu hijo.
–Sí, pero creo que te ha salido a ti: yo soy la profe de Biología.
--
–¿Vendes muchos cuadros?
–Más de cien.
–Ah, vaya.
–Sí, espero que algún día alguien me compré uno.
--
Establo minimalista este año, sólo padre, madre e hijo. Sin asno, sin buey, sin ángeles, sin pastores, sin reyes. En las cajas, se han quedado todas las miniaturas.
--
–¿En qué piensas cuando te besa?
–En que tiene muy poca conversación.
--
INEVITABLE
La margarita está muy hermosa. Ahora, un imbécil le preguntará alguna majadería.
--
El whisky era de garrafón.
--
Una nube en el horizonte. Entrecerró los ojos. Bah, sólo eran ovejas.
–Ovejas, señor –corroboró su escudero.
–¿Ovejas? Es el ejército de Alifanfarón.
--
–¿Qué pensaste de mí la primera vez que me viste?
–…
--
Probó pastillas, aerosoles, todo para acabar con el tinnitus. Finalmente encontró una solución: unos auriculares y Black Sabbath.
--
A Sísifo casi le da un síncope cuando aquel monje cristiano le dice que los dioses no existen.
--
Nunca podré olvidarme de Laura. Ha sido el divorcio de mi vida.
--
–Presidente, ¿está contento con el consejo de sabios?
–Claro que sí. Ha dictaminado lo que yo quería.
--
Preveo que en 2021 no me iré de vacaciones a las Seychelles.
--
BALANCE
Tres borracheras. Dos hijos.
--
MAQUERO
–Agamenón, ¿podrías ayudarme? Tengo un problema con los troyanos.
–A mí no me metas en tus líos, Menelao. Sabes bien que los troyanos no pueden hacerme nada porque yo soy de Apple.
--
–¿No crees en la religión?
–No.
–¿Ni en la ciencia?
–Tampoco.
–Entonces, ¿en qué crees?
–En la literatura.
--
La playa amaneció con resaca.
--
Se asustó cuando vio al torturador. Resopló aliviado cuando le colocó los auriculares. Comenzó a gritar cuando escuchó a Joselito.
--
El diputado alemán que se burló del coronavirus usando una mascarilla agujereada, ingresado por Covid. “Mi intención es que la gente se riera, y es lo que he conseguido”, ha manifestado desde el hospital.
--
La hiena olió la sangre un martes y no desaprovechó la oportunidad: escribió un tuit.
--
Después de tantos años sola, la viuda quiere recuperar la alegría. Un poco en broma, un poco en serio, echa mano de los anuncios por internet. Le responden muchos sapos, desagradables, repugnantes, tan horribles que no se atreve a probarlos con un beso.
--
Columnas de representantes de futbolistas, inevitablemente, se dirigían a Argentina y Brasil.
--
El cura consiguió que tirara el chicle, pero fue imposible que se quitara los auriculares.
--
Cuando me enamoré de él, supe que lo nuestro sería breve, efímero, fugaz. Pero no pude resistirme. Fui feliz con Aragorn. Ahora tengo que contentarme con su recuerdo.
--
–¿Sabes qué, Lucio? César ha construido un puente sobre el Rin.
–Claro. Es pontífice.
--
La hiena olió la sangre un martes. Demasiado tarde. Ya estaban allí los buitres.
--
Consiguió que Mamá Noel se acordara de él gracias a los besos de adviento.
--
Le dejé porque era un pesimista: siempre veía el beso medio vacío.
--
Me gustaría odiarte con la misma fuerza con la que te amé.
--
–Pero este gobierno va a llevar a la ruina a todo el mundo.
–Sí, lo sé. Quiero que todos sepan lo que significa ser pobres.
--
LOS SELENITAS RECIBEN A NEIL ARMSTRONG
Un gran susto para un hombre; una sorpresa mayúscula para la humanidad.
--
La hiena olió la sangre un martes. Era la suya.
--
El presidente del Gobierno manifiesta que no le temblará la mano en dejar que las Comunidades Autónomas hagan lo que se les figure.
--
Preveo que en 2021 no escribiré ninguna novela, ni ningún cuento.
--
Ayer no existe, ni mañana. Todo se decide hoy.
--
No podía dejar de sentir que mi vida era una noria, dando vueltas sin llegar a ningún lado. Escapé. Me fui. La única razón de mi viaje era huir de ese tormento, de esa tempestad. Desgraciadamente, los problemas viajaban conmigo.
--
Van Gogh perdió un auricular.
--
Le tuvieron que soplar por el pinganillo que dejara de mirar el escote de la moderadora.
--
Para el gato no resulta ningún esfuerzo caer bien.
--
–¿Me dejas un auricular?
Le miró de arriba abajo y le respondió:
–No.
--
Los selenitas odian la Tierra, tanto que viven en la cara oculta de la Luna.
--
DIPLOMÁTICO
–Espejito, espejito, ¿quién es la más guapa del reino? ¿No irás a decirme que mi hijastra?
–No niego que vuestra hijastra sea guapa, majestad, pero puedo afirmar que, en estos momentos, vos me parecéis más guapa.