Javier López: “En el tren a toda velocidad me viene un pensamiento extraño. Tan extraño que no es mío. Es del pasajero que viaja delante”.
Vamos mejorando. Estamos acabando la Alta Edad Media.
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–Oiga. ¿Usted por qué me insulta?
–Porque eres un cabrón.
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PARADOJA
El negativo me hizo sentirme positivo.
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Se colgó de un árbol y por fin consiguió regularizar su situación con Hacienda.
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ABORTO
Contrató a un experto cazador para que disparara contra la cigüeña.
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Varios meses después, ante el juez, el coronel Aureliano Buendía habría de recordar aquella noche nefasta en que, después de beberse media botella de coñac, escribió un guasap en el grupo de militares retirados.
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El AVE a Badajoz llega tarde.
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EL COLMO
El presidente abroncó al ministro sin cartera por presentarse en el Consejo con las manos en los bolsillos.
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–Señor Aschenbach, ¿me permite?
–Sí, claro.
–Quería decirle algo en privado.
–Rápido. Ahora mismo me iba a la playa.
–Precisamente, señor Aschenbach. En nuestro hotel tenemos una política muy estricta contra los mirones.
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Viajó a 2020 convencido de que era el peor año de la historia de la humanidad. Decepcionado, demandó a la empresa de viajes en el tiempo cuando regresó.
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–¿Por qué hemos de subirnos en el tiovivo?
–Porque ha salido en los dados.
–¿Y si hubiera salido una estrella?
–Habríamos ido a Belén.
–Y, si hubiera salido una pistola, ¿me habrías disparado?
–Por supuesto.
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EL TACAÑO
No se muere porque está esperando que haya una promoción en la funeraria.
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Cuando estuvo confinado, tuvo el pensamiento de que nadie leería sus novelas de catástrofes. La realidad le había superado. Tenía un sentimiento de inutilidad. Se le había secado la imaginación y quedado sin palabras. Quizá podría intentar la novela romántica.
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Los selenitas invaden la Tierra. Les gusta tanto que se mudan allí. Cien millones de años después regresan. Han olvidado que partieron de la Luna.
–Un pequeño paso –dicen cuando alunizan.
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EL COLMO
El contable del cártel murió en un ajuste de cuentas.
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El profesor, los alumnos, el aula de 2º E son el ciervo, los lobos, el bosque.
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El crítico fue demoledor con Planilandia: ningún personaje le había salido redondo al autor.
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–No nos podemos divorciar.
–Claro que sí. No te soporto.
–Imposible.
–No pasaré un día más contigo.
–Pero es que no estamos casados.
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EL COLMO
El dodecafonismo de Schönberg le resultaba monótono.
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LA COTILLA
Paradójicamente, no le interesa su propia vida.
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–¿Qué has hecho durante toda la tarde, Ariadna?
–He estado en el jardín.
–¿Paseando?
–Cazando medusas voladoras.
–Ah, muy interesante, Ariadna. Hum… Esta noche te vas a tomar dos pastillas de 25 miligramos.
–Bien, doctor. Por cierto, una medusa era tan hermosa que la he traído para dársela. ¿La quiere?
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DENTRO DE LA CAJA
Schrödinger metió un gato y una serpiente en una caja. Cuando la abrió, sólo encontró a la serpiente. Pero, si el gato no salió de la caja, ¿dónde estaba?
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El selenita fue descubierto: el perro comenzó a ladrarle.
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Aquel libro de viajes por el Ártico me dejó frío.
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Me rendí, pero ella siguió dándome guerra.
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Refrán armenio (apócrifo): Cuando degüellen a la gallina, que se prepare el cordero.
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–¿A qué te dedicas?
–Soy biólogo marino. Estudio a las focas.
–Ya ves. Yo estoy un poquito gordita. ¿No te intereso?
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COSTUMBRE
Como última comida, el condenado pidió ceviche de pescado con emulsión de aguacate y solomillo de vaca con pimientos. Le pusieron hamburguesa con queso y patatas fritas.
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Su editor era muy insistente: por contrato, debía publicar otro libro de poemas de desamor. No le quedó otra que divorciarse de su mujer.
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Encargó El sueño de África en Círculo e inició un viaje sin retorno.
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–¿Tuviste sueños?
–Claro que sí.
–¿Los recuerdas?
–Algunos.
–¿Cuál fue el más insólito?
–Oí un ruido y desperté. O soñé que despertaba. Vi a un tipo extraño, que me dijo: Por favor, considéreme un sueño.
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Un día después de que expirara el acuerdo prematrimonial le pidió el divorcio a aquel desgraciado.
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Durante el confinamiento descubrieron que no se soportaban. Tuvieron que hacer un divorcio hológrafo.
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EL CIRENAICO
Tiene un apartamento en Roquetas y vota a Podemos.
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–Señor Otegi, ¿qué tiene que decir a todos esos que le piden que se retire de la política?
–Que son uno aficionados: Nosotros sí que sabíamos cómo conseguir que nuestros rivales dejaran la política.
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Después de advertir que los celadores no le obedecían y que en su despacho había una cama, un destello pasó por la cabeza del doctor: no trabajaba en el manicomio, sino que estaba ingresado en él.
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No nos podemos divorciar ahora mismo. Mis asesores fiscales dicen que sería una locura.
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Era una cuenta zombi. La bloqueé, pero seguía saliendo en mi cronología de inicio.
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Sólo por curiosidad, el juez preguntó cuáles eran las diferencias irreconciliables. Ella le contó que no soportaba Juego de tronos.
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Trébol, cebada, nabos y… Piensa el profesor mientras pasea distraído mirando los altos edificios.
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Esquivó la clase de los vagos, pudo atravesar el pasillo de los gritones, subió la escalera de los malencarados, atravesó la puerta de la trena, recorrió la callejuela de los insultadores. Sano y salvo, llegó a su coche.
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–Te veo intranquilo, Schrödinger.
–Es que no sé cómo se pondrá mi mujer cuando sepa que he utilizado a su gato para un experimento.
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–Tienes tres deseos.
–¿Tres deseos? Pues…
–Venga. Rápido.
–A mí no me metas prisa.
–Bien. ¿Cuál es el segundo deseo?
–¿El segundo deseo? ¿Estás de broma? No quiero que nadie se burle de mí.
–De acuerdo. ¿Cuál es el tercero?
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–Mira. A mí me gustan los hombres.
–¿Sabes qué? Cuando nací, mis padres esperaban un varón.
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Ruinas y sombra es lo que veo cuando me miro por la mañana al espejo. Entonces me restauro con maquillaje, peinado, un poco de encaje.
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Estaba harta de su extraño juego, así que le hice seguir por un detective. Me dijo que había pedido una habitación de hotel y pasado allí cinco horas.
–¿Entró alguien?
–¿Nadie?
Comprendí que iba a ser verdad: necesitaba un poco de soledad.
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Hasta que no escribes no descubres lo que puedes escribir.
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Cuando pagó al sacerdote 30.000 euros, éste dijo que empezaba a ver que el divorcio era posible.
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Trébol de cuatro hojas. Una jugada perfecta. El joven Donald envía a la ruina a su hermano mayor y adquiere dos edificios.
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No para de mirar el reloj. Diez minutos. Siente angustia. ¿Vendrá o no? Treinta minutos. Tenía que ocurrir. Cuarenta y cinco minutos. Está rojo de ira. Una hora. Es absurdo seguir esperando. Eh, allí está.
–Uf, se me ha hecho tarde.
–No importa.
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Su cliente ya se había divorciado cuatro veces cuando la abogada descubrió que estaba enamorado de ella.
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–Sin mí no eres nada –me dijo.
Y tenía razón. Pero con él era aún menos.
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Furchtus le arrebató a Krampus la Navidad. Éste defendía el castigo inmediato. En cambio, Furchtus era paciente. Llenaba a los niños de regalos porque sabía que los niños malcriados se convertían en adultos crueles.
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EL COLMO
Mi cuñado, el cura, me echó un sermón.
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–Es un pecado lo que hemos hecho.
–Querrás decir que es un pecado cómo lo has hecho.
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Pérez, llamé a la señora Gorriti. Pregúntele si necesita algo. Es extraño. Hace tres años que se casó y aún no se ha pasado por el bufete.
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63453. Los expertos en mitología primitiva discuten qué fue primero, la Creación de Jehová o La creación de Haydn.
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Cuando acabó el trámite del tercer divorcio, la mujer le preguntó si quería salir a cenar. El abogado rechazó la invitación.
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Auriculares a todo volumen, ¿no? Hum. No estás loco, sino que te estás quedando sordo. Lo que oyes son acúfenos, no el vuelo dentro de tu cabeza de una mosca.
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Yo tenía insomnio y él dormía a pierna suelta. Me dije que eso no podía ser. Hice lo que hice. Ahora yo duermo a pierna suelta y él duerme el sueño eterno.
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Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Mark tenía razón, sí: aquella hierba era muy buena.
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No sospecha nada. No come ni va al baño. Por lo demás, todo sigue igual.
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It's troublesome. He accepts all cookies.
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Cuando entramos en un túnel, aumentó la velocidad. Le quise decir que fuera más despacio, pero estaba aterrado. El coche volaba. Imposible ver la carretera, otros coches, nada. Todo era paranormal. Comprendí que ya estábamos muertos.
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Esa gente que aparca a la primera. Esa gente que siempre encuentra la ropa que quiere rebajada. Esa gente que se casa cuando toca. Esa gente que tiene hijos a la edad correcta. Esa gente a la que la vida nunca se le tuerce.
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–Me han dicho que no quiere abogado.
–No lo necesito, señoría.
–¿Tiene que aportar algo antes de que adopte una resolución?
–Sí, señoría. Tengo aquí una grabación de la señora Lewiston en la que me pedía que le comiera el coño.
–Vigile su vocabulario en mi tribunal, doctor Lecter.
–He citado textualmente a la señora Lewiston, señoría.
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Después de esperar cuatro años, seis meses y tres días a que se celebrara la vista para el divorcio, decidieron no acudir.
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EL PRETENCIOSO
Voy a escribir la gran novela sobre el coronavirus.
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Recibí las instrucciones por carta. Debía caminar cien pasos en dirección contraria al embarcadero desde el pino centenario y, luego, girar veintidós pasos a la izquierda. Y cavar. Cuando llegué, ella estaba allí.
–Cuando te interesa, sí sigues las instrucciones, ¿eh?
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–Trébol de cuatro hojas –le dijo el arquitecto, mostrándole la fotografía.
–¿Buena suerte? –se aventuró a preguntar.
–Para usted no sé. Teniendo en cuenta de que está creciendo descontrolado en los tejados, es pésima para sus edificios.
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Antes, Marc le preguntaba a Júlia si había tomado la píldora. Ahora es Júlia la que le pregunta a Marc si ha tomado la píldora.
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Los leones matan para comer, pero los alumnos de la ESO matan por diversión.
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EL COLMO
Schrödinger olvidó la combinación de la caja.
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En la cama, Nuria le anuncia que pedirá el divorcio. Pedro se queda aturdido. Con lo felices que son, espera que no quiera casarse con él.
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Un incómodo silencio invadió el auditorio cuando la orquesta terminó de interpretar 4’33’.
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–¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?
–El pterosaurio.
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Los reyes rechazaron una empresa tan extravagante y ridícula, pero aceptaron que Colón tratara de llegar a Asia navegando por los mares del Ártico.
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EN ESTOS TIEMPOS
–Integérrimo no existe.
–Lo que no existe es nadie integérrimo.
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Tu infidelidad, mi enfado, nuestro divorcio.
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CONTRAFACTUAL
Newton contrajo la peste. No tenemos las leyes del movimiento.
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–¿Recuerdas que pensábamos que 2020 había sido el peor año de nuestras vidas?
–Sí. ¡Qué optimistas éramos entonces!
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–¿Está prohibido hablar de las piernas de la reina?
–La reina no tiene piernas.
–Pues eso precisamente quería decirle, que tiene dos támaras.
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¿La letra con Tik Tok entra?
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Ya no siento ningún amor por ella. No me importaría contarle mi infidelidad y pedirle el divorcio. Pero pienso en nuestros amigos. ¡Qué decepcionados se sentirían!
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–Trabajé como asesor de Reagan.
–¿Sobre qué le asesoraba?
–Le escribía los chistes.
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VENGANZA
Con su silencio atormentó al torturador.
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Procura pasar en silencio por delante de la nevera para no despertar su apetito.
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–Esta mañana he visto muy pensativo a KR-34.
–Ah, ¿sí? ¿Le pasaba algo?
–Le acababa de saltar un aviso: sólo le queda un diez por ciento de memoria.
–¿Tan viejo es?
–Sí, sí lo es.
–Supongo que a todos nos llega el momento en que se nos llena la memoria y nos tienen que resetear.
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–¿Quién es ese?
–Chitalu Kamuntu. Es de la Luna.
–Ah, un selenita.
–Bueno, he oído que está un poco loco: es un lunático.
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–Vuestro matrimonio parece bien avenido. ¿Cómo lo conseguís?
–Nunca hablamos ni de su promiscuidad ni de mis cuernos.
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Mi cuñada es una lagarta: cuando mi hermano murió, lloró lágrimas de cocodrilo.
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Cansado de los críticos, dejó de escribir. Le acusaron de plagiar el silencio de Salinger.
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–Aries está en conjunción con Marte, aunque pronto Mercurio estará en conjunción con Júpiter. Y no podemos olvidar que pronto se producirá una superconjunción de Plutón.
–Vale, vale, pero ¿levamos o no anclas?
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Contemplarle les causó pavor, tanto que acabaron abandonando su hogar. Huyeron al otro lado de la galaxia. Pero en sus pesadillas los selenitas siguen viendo la terrorífica, la horripilante nariz de Cyrano.
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Eran inseparables, la pareja perfecta. ¿Cómo se torció todo? ¿Quién sabe? El caso es que el divorcio de González y Guerra es definitivo.
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–Debes obedecerme. ¡Obedéceme, Viernes! –grita Robinson.
El interpelado mira al blanco, que está amarrado a un árbol, e ignora sus gritos. Toca con la punta del cuchillo el muslo que se asa al fuego. Ya casi está. Tiene un aspecto delicioso y huele que alimenta.
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EL COLMO
Hizo un viaje interior y fue multado por saltarse el confinamiento perimetral.
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Pierre Menard hizo traducir su libro al árabe andalusí y viajó en el tiempo para llevarlo al Alcaná de Toledo.
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Para Adán, el paraíso era donde no estaba Eva.
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–Señor Otegi, un general quiere fusilar a 26 millones de españoles. ¿Está preocupado?
–¿Yo? ¿Por qué? Yo no soy español.
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–Rebe Yosef Rasab probó el jamón. ¿Y sabéis lo peor?
–¿Qué?
–Que le gustó.
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–Paco, ¿por qué no me arreglas la cisterna?
–Tú sabes que nos divorciamos hace dos meses, ¿no?
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EL COLMO
Es tan perezoso que no ha leído el libro de Paul Lafargue.
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En los ochos meses de pruebas, ninguna embarazada ha mostrado resultados adversos.
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–¿Le amas?
–Le amo como Agripina amaba a Claudio.
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–¿Quién es?
–Soy David. ¿Te acuerdas de mí, Laura? Tuvimos una cita.
–Sí…
–Ya sabes. Me dijiste que no me veían como novio, pero que podíamos ser amigos, salir a tomar algo y tal. ¿Haces algo esta noche, Laura?
–¿Qué? No.
–¿Y mañana? ¿Sólo como amigos? Para charlar.
–No, no puedo.
–Pues dime. Tengo muchas ganar de verte. La verdad, me lo pasé bien. ¿Qué tal la semana que viene?
–Oye. ¿Es que eres tonto? Te dije lo que te dije para ser amable.
–Bueno, Laura, pues si eso, ya me llamas cuando puedas.
