Me habría gustado ser la más lista de la clase, pero sólo fui la más guapa. Me adjudicaron ese título en primero de Bellas Artes y lo conservé hasta el último curso. En principio, no le daba importancia. ¿Qué ganaba siendo la más guapa de la clase? A veces envidiaba a la más tonta y a la más fea: nadie esperaba nada de ellas.
Mis compañeros comenzaron a cuchichear cuando aprobé Fundamentos de la Forma en tercero. No creyeron eso de que había estudiado. No sé... Quizá sí que estaba bien eso de ser la más guapa de la clase.
Microrrelato finalista en el IV Certamen de Microrrelatos “Escríbeme una foto”