miércoles, 26 de abril de 2017

Así tenían que ser todos los ajusticiados

Fue tan amable conmigo que, lo admito, me esforcé en hacerlo lo mejor posible. Le corté la cabeza de un certero golpe. 

Para mi sorpresa, me preguntó educadamente si ya había acabado. 

–Sí –le respondí. 

Entonces Dionisio cogió su cabeza y se marchó. 

Así tenían que ser todos los ajusticiados.

Microrrelato publicado en RELATOS EN CINCUENTA PALABRAS Y OTRAS MICROFICCIONES