domingo, 18 de junio de 2017

Mi naturaleza

Me llaman maleducado, porque siempre voy dando portazos. Me acusan de inculto, porque nunca he leído un libro; me limito a hojearlos. Me motejan de soberbio, porque obligo a los hombres a quitarse el sombrero en mi presencia. Reprueban mi grosería con las mujeres, a las que, cuando se cruzan conmigo, dejo despeinadas. Me llaman impertinente; critican que no pueda guardar silencio en ninguna circunstancia. A veces quisieran que soplara para aliviarles el calor, pero me critican cuando me tomo un merecido descanso: pretenden que mueva a todas horas sus molinos de viento. No comprenden que, por mucho que quisiera, no podría comportarme de otra forma. Soy como soy. Tienen que aceptar mi naturaleza.

Microrrelato para el Concurso de relatos de viento de Zenda