Keith Laumer: “Odio la cobardía que hay en mi interior. La voz que susurra consejos de capitulación”.
–Fulgencio es un viejo verde.
–¿Les mira el culo a las jovencitas?
–¿Qué? No, no. Peor. Es de Vox.
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Edipo tenía una esposa trofeo.
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–¿Tú eres un estajanovista?
–¿Yo? ¿Qué dices? Lo que pasa es que estoy haciendo huelga a la japonesa.
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Gracias a Mariano Rajoy tenemos las leyes de Zapatero, la impunidad fiscal de los multimillonarios, la justicia para ricos, bancos privados rescatados, el infierno fiscal para los trabajadores de renta media, la falta de austeridad presupuestaria, 400.000 millones más de deuda, el uno de octubre catalán, la Selección de Fútbol de Gibraltar, el engorde de Podemos, Vox, a Fernando Simón, a Pedro Sánchez.
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El rey sabía que el pueblo necesitaba desfogarse un poco. Ordenó dejar sin protección el palacio del secretario de Hacienda.
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Asaltaron la tienda de electrónica, pero no la librería que estaba al lado.
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Tramando golpes de Estado, maquinando sublevaciones, planeando alzamientos, los veinticinco años en Siberia se le pasaron rápido.
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–¿Qué les pasa a los griegos, Eneas? Esta mañana les falta espíritu de lucha.
–Aquiles tiene una lesión en el tendón.
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“Friday, I'm in love,” Robinson sang.
And Friday felt embarrassed.
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Creó fama y tuvo pesadillas.
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Edipo no se casó por amor.
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Se ha pasado la Navidad sin ver a nadie, sola, esperando impaciente que llegaran los paquetes de Amazon.
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–Mi ex era muy controladora.
–Ah, ¿sí?
–Ya te digo. No hacía nada más que controlarme las calorías que tomaba.
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–Portavoz, ¿el Gobierno va a decir la verdad?
–No nos deja Bruselas.
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Se insurreccionó contra el presidente, se amotinó contra el alcaide, se sublevó contra San Pedro.
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–¿Y en qué película dices que quieres hacer un cameo?
–En una de Valentina Nappi.
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Tengo que dejarte. La editorial me ha pedido otro libro de poemas de desamor.
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El Gobierno decretó que ya no era necesario llevar mascarilla. Vio al nuevo de Administración, con el que llevaba meses flirteando. ¡Qué feo era!
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–¿Te apetece hacer algo?
–Tengo ganas de no hacer nada.
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El replicante estaba alegre: había tropezado dos veces con la misma piedra.
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–¡Qué gordo está Tomás! ¿Sabes si le pasa algo? Parece un globo.
–Demasiado Glovo.
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EL NOMBRE IMPRIME CARÁCTER
Perseo García se compró un Pegaso.
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–Fernando Simón ha dicho que nos divertimos demasiado.
–Pero si es que no para de decir tonterías.
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–¿Y Ramiro? Hace mucho que no le veo.
–Se ha quedado en los huesos.
–¿Ha adelgazado? Falta le hacía.
–No, no. Ha muerto.
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–¿Qué te han parecido las elecciones estadounidenses?
–¿Las elecciones estadounidenses? Las más limpias y transparentes que se han celebrado nunca. El paradigma de lo que deben ser unas elecciones.
–Tú no quieres que te eliminen la cuenta de Twitter, ¿no?
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–¿Cómo te sentiste cuando llegaste a la cumbre del Everest?
–Idiota.
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–Los de la editorial me han respondido.
–¡Qué bien! ¿Qué te han dicho?
–Espaciado doble.
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En la tercera sesión, el psicólogo consigue un pequeño avance con el paciente que sufre aerofobia: logra que ponga el móvil en modo avión.
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–Mi marido no me deja que ponga la calefacción.
–¿Es ecologista?
–No. Es un tacaño.
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–Tengo una buena noticia y una mala.
–Cuénteme primero la mala.
–Tiene cáncer de colon.
–¿Y cuál es la buena?
–Que usted no es hipocondríaco.
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Se enfrascó tanto en la lectura de novelas queer que, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro de manera que vino a perder el sexo.
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Creía que había una oficina municipal a la que tenían que ir los hombres con una buena mata de pelo para que les dieran una paga.
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PAPA FRANCISCO
Quandoque bonus dormitat Spiritus Sanctus.
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–Su privacidad es importante para nosotros.
–¿Y por eso me tienen que acompañar al baño?
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–¿Qué te parece este túnel subterráneo?
–Redundante.
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Mientras la sublevación se desbocaba, él decidió quedarse en el Mundy tomando copas.
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España era una monarquía naranjera.
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Los sublevados se disolvieron cuando vieron a doña Almudena al fondo del pasillo.
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Aristóteles Onassis creía que hay un solo mundo y que en él no cabían las ideas.
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–¿Tú no eras estoico?
–Eso era cuando fui ministro de Economía. Ahora que lo soy de Universidades, me he vuelto un epicúreo.
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Goliat mató a David. Jonatán sucedió a Saúl como rey de Israel.
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–¿Y tú qué quieres, niña?
–Melchor, yo quiero la referencia 3456, la referencia 3732 y la referencia 5933.
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Nunca más será primavera en El Corte Inglés de Linares.
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Pero, Eva, ¿por qué te tapas? Si te lo he visto todo.
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Cuando vio lo que la multitud hacía a los pretorianos, pidió a un esclavo una espada bien afilada.
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ÚLTIMA HORA
Los teólogos lo confirman: ha vuelto el Dios malhumorado del Antiguo Testamento.
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El Ojo de Nizampur era un imán para los ladrones de todo el mundo. Era uno de los diamantes más famosos del mundo. También una piedra maldita. Todos sus poseedores morían en poco tiempo. A Nizampur no le gustaba ser tuerto.
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–Se te va caer el pelo en prisión –le dijo el juez.
Pero no se le cae. Los genes de los Barkston. Una pena, porque ahora se niegan a concederle el tercer grado.
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EPITAFIO
Finalmente encontré la verdad de la vida.
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La Academia de Bellas Artes de Viena aceptó a Hitler. Cuando éste cumplió cincuenta y seis años lo ejércitos soviéticos ocupaban la ciudad.
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–¿Y esa cámara en el retrete?
–Es para evitar mirones.
–¿Y quién mira?
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MIS CHISTES, MI FILOSOFÍA, DE ŽIŽEK
Su filosofía, un chiste.
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–¿Dios cuenta todas las lágrimas?
–Todas.
–¿Incluso las que echamos cuando partimos cebolla?
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Cuando el líder de los insurrectos llegó a la puerta del cielo, no le dejaron pasar. Por supuesto, no se fiaban de él.
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El psicoanalista me ha dicho que va a dejar de atenderme. No puede con mi superego.
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–¿Qué les pasa ahora?
–Almirante, se quejan de que el pan tiene gorgojos.
–¿No querían proteínas?
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Liliana preparó el té un martes por la tarde siguiendo las instrucciones de Sen Rikyu. Enjugó la tetera en agua caliente. Añadió las hojas con una cuchara de bambú. Cambió el agua de la tetera. Se sirvió. Lo tiró por el fregadero porque a Liliana no le gusta el té. --
Acusaron a Corinna Larsen de no haber respetado la inviolabilidad del rey.
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En nuestro liceo dejamos que los alumnos utilicen los móviles en el aula. Gracias a eso, conocen a las actrices del momento: Jessa Rhodes, Katana Kombat, Riley Reid, Abella Danger, Autumn Falls, Valentina Nappi, Gabbie Carter, Liya Silver, Susy Gala, Jade Kush, Karma RX, Adriana Chechik, Lana Rhodes, Quinn Wilde, Leah Gotti.
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–Seguridad Social. ¿En qué podemos servirle?
–Mire. Quería hacerle una pregunta sobre la jubilación.
–Adelante.
–Esto… Lo que quería saber es si puedo jubilarme.
–¿Su edad?
–55 años.
–En principio, sí. ¿Me puede dar su número de identificación.
–JA234695Z.
–Pero si usted no ha trabajo en su vida.
–¿Y qué se cree, que no me ha costado trabajo llegar a los 55 años sin dar un palo al agua?
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–¿Por qué os separasteis?
–Ella me dijo que estaba perdida conmigo.
–¿Perdida?
–Perdida en el aburrimiento.
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–Hija mía, no te has dado cuenta de que una familia de ratones vive en tu peluca.
–Sí, pobrecillos. ¡Qué cosquillas me hacen!
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Pensé que me daba espacio. Sólo empecé a sospechar cuando pasaron tres meses.
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Entraron en la Delegación y la destrozaron. El consejero tuvo que acceder a sus peticiones: los alumnos disruptivos podrían ser expulsados.
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–Goering, no sé si invadir Rusia o no invadirla. ¿Qué hago?
–Führer, ¿ha oído hablar del gato de Schrödinger.
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Se ducha, se viste, se maquilla, se peina. Se mira en el espejo. ¡Qué bien le quedan esas medias con la falda! Aprueba lo que ve, claro. Mira por la ventana. Anochece. El juez se prepara para salir.
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–Ahí hay un grupo que no están de acuerdo con la sentencia del Juicio Final.
–Bah, ni caso. Son independentistas catalanes.
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Garfio estrena zapatos de piel de cocodrilo.
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Hoy es lunes negro. Pues claro que es normal que estés perdida en el aburrimiento.
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A la azafata, el año 2020 no se le pasó volando.
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Es más fácil entrar en el Capitolio de Washington que en el Carrefour de Jaén un sábado por la tarde.
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El presidente advirtió que los insurrectos estaban siguiendo punto a punto las instrucciones del manual que él publicó veinte años atrás.
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Comenzaron a sospechar de su líder cuando vieron que un filipino le preparaba todas las noches el saco de dormir.
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No quieres leer el libro que te regalé. No quieres que veamos alguna serie. No quieres probar a cocinar algo nuevo. No quieres que salgamos a caminar. No quieres llamar a alguna amiga. ¿Y todavía me dices que no sabes qué hacer porque estás perdida en el aburrimiento?
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–Estoy leyendo un libro.
–¿Cuál?
–La Biblia.
–Creo que he oído hablar de él. ¿De qué va?
–De un dios que tiene más mala leche que siete.
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–¿Qué te parece este perfil?
–No, no. Yo quiero sentar la cabeza, llevar una vida tranquila. Y aquí dice que está perdida en el aburrimiento.
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Orígenes siguió el consejo que aparece en Mateo 5, 29.
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Su cuerpo es un templo y mi objetivo es entrar en su sancta sanctorum.
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–Quiero denunciar a mi marido.
–¿Qué ha hecho?
–Ha tratado de matarme.
–¿De matarla?
–Sí, de matarme a besos.
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–He leído el Ulises, de Joyce.
–¿Y te ha costado mucho?
–Nada. Lo saqué de la biblioteca.
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Cuando anuló la Platinum de su hija, se acabó.
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Tras aquello, Quasimodo dejó de fumar.
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La asesina fue invocada en una habitación. Apareció sentada en la silla, en el mismo sitio donde había aparecido la víctima. Repitió los mismos gestos. Quedó claro cómo el cuchillo había acabado en su espalda. No hubo lugar a dudas: se había tratado de un suicidio.
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–¿Qué demonios les pasa a los cipayos, Peterson?
–Señor, se quejan de que los cartuchos tienen grasa de cerdo y de vaca.
–Menuda tontería.
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Una nueva insurrección. Otro presidente depuesto. Éste no ha conseguido huir al extranjero. Buscan a un nuevo presidente. No lo encuentran.
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El lascivo no quiere visitar la India. Hay demasiadas castas.
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¡Otra vez! Decidimos protestar. Pero nos achantamos cuando puso el plato en la mesa: mamá era muy capaz de nuevo poner lentejas para cenar.
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En el supermercado, aquel argentino se pone donde ve la cola más grande.
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Incitato es, como todos los políticos, un pesebrero.
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¿Que me critican por nombrar cónsul a mi caballo? Pues él nunca se sublevaría contra mí.
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Lo del jinete mongol y el infante chino fue un flechazo.
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El Gobierno envió a un negociador. No sólo querían luz gratis, sino también que la Policía dejara de desmantelar plantaciones.
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–¿Así que quiere convertirse en un soñador?
–Correcto.
–¿Y en qué época quiere vivir?
–A ser posible…
–Nosotros podemos hacer que todo sea posible.
–Pues quiero volver a mi infancia.
–¿A qué edad?
–No sé. Cuando estaba en la EGB.
–¿Quiere volver al colegio?
–Hombre, no. Quiero volver a las vacaciones de verano si es posible.
–Ya le he dicho que, para nosotros, todo es posible.
–La piscina, el campamento de verano, los tebeos, las novelas de Julio Verne, mis abuelos.
–Lo tendrá todo.
–¿Y me costará mucho?
–Tal como es su vida ahora, sospecho que no le costará nada.
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SU FILOSOFÍA
Antes de llegar al poder, estoico. En la presidencia, cínico. Cuando dejó de ser presidente, epicúreo.
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Que otros se jacten de las páginas que han leído; a mí me enorgullecen las que no he escrito.
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Cenicienta trató muy bien a sus hermanastras, pero muy mal a Blancanieves, su hermanastra.
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Su hijo quería salir y unirse a los manifestantes. Le regañó y le dijo que ya habría tiempo.
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Los sublevados ocuparon la Puerta del Sol. La Policía no pudo desalojarlos, pero acabaron derrotados por el calor.
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–¿Cuántos libros has escrito?
–¿Libros? He escrito diez líneas.
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Hartos de enfrentarse a los manifestantes sin medios, los policías se sublevaron. Fueron disueltos con gases lacrimógenos y bolas de goma.
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En la entrada, ellos te miran de arriba abajo. Y no a veces, sino siempre. Lentamente. Valorando si dejarte pasar o no. Entonces tienes varias opciones. Puedes sonreírles. Les haces una pregunta para hacerles bajar la guardia. Tal vez te muestres impaciente porque se hace tarde. Hay quien simula indiferencia. Finalmente, te hacen un gesto. Y ya estás dentro. Entonces, comprendes que salir dependerá de lo que decida el juez.
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El rey de Wu entregó a la muchedumbre a Wei Zei, el ministro de Finanzas. Funcionó.
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–¿Qué es ese cuadro?
–Creo que se titula La Gioconda. Se la cambié a un vagabundo por una ardilla asada.
–¿Y cómo la consiguió él?
–Creó que la cogió de algún sitio durante los disturbios de 2023.
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¡Cómo había cambiado! La verdad, era un hipócrita. Enfundado en un pasamontañas, se acabó uniendo a la muchedumbre que rodeaba su chalé.
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Era muy ambicioso. Demasiado. Quería tres hectáreas de tierra. Tuvo que conformarse con tres metros cuadrados.
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–¿Eres republicano?
–Por supuesto. Pero, entre tener un presidente como Alcalá Zamora y un rey como Juan Carlos I, casi me quedo con el segundo.
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Cuando la guillotina comenzó a funcionar, muchos pensaron que hubiera sido mejor no cerrar las cárceles.
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No te pido el universo. Sólo quiero la Luna. ¿Ni siquiera eso puedes darme?
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Lo que le digo es que debe haber ruido. Así que no puede decir que mi hijo ha perturbado el normal desarrollo de la clase.
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ESAÚ
Me malinterpretaron. No vendí mi primogenitura por un plato de lentejas. Me deshice de ellas. Ser primogénito es tan heteropatriarcal.
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El director consiguió acabar con las protestas. Accedió a que los alumnos pudieran utilizar el móvil también en los exámenes.
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El presidente perpetuo ordenó que la policía secreta vigilara los mercados. Sabía, por experiencia, donde comenzaban las sublevaciones.