domingo, 2 de abril de 2017

De cinco participantes

A P.J.

Ese año, creí, sería el suyo. No me limitaría a alquilarle un traje y a comprarle una falsa espada de cazoleta. Le arranqué un ojo, le corté la mano izquierda e hice que le amputaran la pierna derecha.

Mi hijo Cristian quedó quinto en el concurso de disfraces de piratas.

Microrrelato publicado en RELATOS EN CINCUENTA PALABRAS Y OTRAS MICROFICCIONES